INVESTIGACIÓN

INVESTIGACIONES 2016 / 2017 





De lo que implica, de lo que envuelve
Acerca de un proceso de investigación en residencia de colectivo micro

colectivo micro
Carolina Tironi, Elina Rodríguez, Virginia Barcelona; Artistas invitadas: Ángeles Piqué, Virginia Francia.


Índice
1.      Presentación
2.      Objetivos
3.      Invitaciones
4.      Enfoque metodológico
5.      Dispositivo escénico
6.      Materiales
7.      Proceso en residencia
8.      Bibliografía general


1.Presentación.
Acerca de los intereses y objetivo general de la investigación
Colectivo micro, grupo integrado por bailarinas, docentes y gestoras de danza, investiga lógicas de intercambiar danza. Reflexiona sobre los modos de hacer y acerca de los formatos, soportes, dispositivos y las relaciones emergentes en esas investigaciones. Se sumerge en el interrogante ético/práctico de cómo esas experiencias de danzas pueden circular, hacerse visibles, compartirse con más y desencadenar diálogos.
Durante el proceso de residencia en el C.C.C el colectivo desarrolla una nueva investigación escénica en torno a las nociones de pliegue, remoto e invitación. La intención es movilizar sus sentidos, combinaciones y emplazamientos, y que estos procesos alimenten un archivo de experiencias que luego pueda ser usado y re articulado en diversas escenas.
El objetivo es la creación de un dispositivo escénico que exponga ese archivo experimental, como así también desarrollar al proceso que lo haga posible, es decir, la generación de esos nodos de materiales e informaciones en diferentes soportes que articulan registros diversos y prácticas de movimiento.
A su vez se trata de diseminar el proceso hacia otrxs -colectivos, artistas, interesados- de manera de provocar apropiaciones que desarrollen la trama, un tejido de nuevas pruebas y ambientes para compartir los interrogantes sobre los mismos asuntos, complejizando ese archivo común.
Se genera de esta forma un registro múltiple, creado a través de una colaboración abierta, sujeto a estados y reorganizaciones de distintas naturalezas y expuesto mediante plataformas diversas, es decir dispositivos materiales e interpersonales que devienen por ejemplo en una página web y un montaje escénico.


Prólogo temático: pliegues, remoto, invitación.
El pliegue es el propio cuerpo desarrollando estrategias de expansión. Plegarse para caber, yacer, mover. El feto. Las cortezas cerebrales, 750 millones de alvéolos replegándose entre los pulmones, metros de tubo intestinal. Dónde se pliegan los recuerdos y qué los hace irrumpir en un presente. Los pliegues de la piel, la acumulación de tiempo. Lo que está implicado en los pliegues de una mano, todas las superficies tocadas, pliegues vocales.

La acción de plegar como posibilidad de volver portátil aquello que se pliega, aproximar extremos. Reducir una superficie generando espacios entre, donde hay caras más expuestas y otras más veladas, una densidad de contactos. Un modo de flexibilizar un material. Cómo plegar una idea.

Es un modo de implicar, de envolver algo. Pliegue como asunto -acontecimiento, proceso, espacialidad, historia- que sedimenta a la orilla de flujos reconocibles, visibles y autorizados. Qué emerge de improbable, impreciso, remoto aquí.

Nos entusiasma lanzarnos al encuentro de vínculos inéditos y así arriesgar el plegar asuntos aparentemente inconexos que interpelen y perforen la creación. Un proceso donde a través de diversas invitaciones, confluyen distintas imaginaciones y distintos soportes para dejar que estas imaginaciones se materialicen.


2. Objetivos.
Desarrollar un proceso y provocar encuentros.
Nos proponemos que la investigación sea el modo de despegue -y el asunto en sí-, que posibilite instancias de intercambio con otrxs. Asumimos el interés por los procesos, priorizándolos respecto de resultados entendidos como obras cerradas u objetos definidos, desarrollando la práctica artística en tanto posibilidad/creación de experiencia compartida.
Ésto delinea un objetivo vivo, la experimentación de un proceso que refuerza la idea de creación colectiva y colaborativa, a su vez que se propone arribar a un dispositivo singular que se completa y co-construye en el encuentro físico y temporal con su audiencia. Éste foco procesual plantea el dispositivo escénico sobre todo como experiencia, un acto de percepción, de movimiento, más que un objeto de consumo, arriesgando prácticas situadas y vulnerables, despreocupadas de categorizarse o definir sus límites.
Nos proponemos provocar encuentros de distinto tipo y que esto suceda en múltiples direcciones, desde cómo se conforma el equipo de trabajo del colectivo hasta el diseño de procedimientos de invitación específicos del proyecto. Con esto nos referimos a que la noción de invitar es transversal, traspasa al colectivo, a otros grupos de personas, al proceso mismo y sus cristalizaciones.
Invitar, convidar, agasajar, hospedar, convocar, reunir, términos en los que nos interesa generar los encuentros y donde los bordes se imbrican y potencian más que discriminan.
Preguntas y curiosidades que guían la investigación.
Las nociones de pliegue, remoto e invitación nos movilizan hacia una actitud investigativa que si bien como dinámica encuentra antecedentes en proyectos anteriores del colectivo, se enfrenta a la especificidad de los nuevos vínculos que puedan darse entre éstos asuntos. Buscamos propiciarles sentidos y entrecruzamientos inesperados, experimentarlos en acciones, desplazarlos de ambiente.

Algunas preguntas iniciales:
Qué acepciones acerca del pliegue observamos y construimos?
Qué prácticas imaginamos y podemos articular?
Cómo encarnan y viajan de soportes?
Qué lecturas colectivas hacemos de éstas observaciones/prácticas?
Qué acciones emergen?
A qué ambientes o re contextualizaciones podemos someter las acciones y materiales, una vez excitadas sus condiciones y potencias?
Qué entendemos como un hallazgo, qué entendemos como una evidencia en el proceso?
Qué surge de remoto, improbable aquí?
Qué se revela de las mismas prácticas -en tanto procedimientos y tareas puestas en común- en otros ambientes, situaciones y cuerpxs?
Cómo las preguntas pierden su punto de partida en las traducción y re apropiación de otrxs?


3. Invitaciones.
Diseminación de un proceso.
Compartir un procedimiento y alimentar un archivo compartido.
El proceso desafía territorios de interés y posibilidades de desplazamiento. Buscamos entonces contaminarnos mediante invitadxs/interlocutores que perforen la investigación abriendo nuevas perspectivas. Se trata de convocar a otrxs a compartir esos asuntos e interrogantes, generando enfoques críticos y actualizaciones.
Activando ésta transversalidad del concepto de invitar antes mencionada en los objetivos, en primera instancia el colectivo convoca para este proyecto a dos nuevas integrantes, para luego diseñar otras dos modalidades de invitación:

Primera modalidad.
Por un lado una dinámica para los encuentros en residencia de cada sábado, al interior del colectivo, donde una porción del ensayo se abre a determinados invitados convocados, colegas, maestros, artistas de otras disciplinas, otrxs interesados. Se realizan las prácticas y se comparten ediciones de registros audiovisuales anteriores, explicitando el intercambio en una conversación final.
Provocamos éstos encuentros sin mediar un flujo de información previo, queriendo potenciar cierta espontaneidad y retroalimentación sorpresiva. Esto implica cotidianizar la exposición del proceso, que se nutre con esas otras miradas periódicas y nuevas al mismo tiempo, haciendo de éstas invitaciones un mecanismo de investigación abierto que genera activaciones inéditas sobre el trabajo.

Segunda modalidad.
Por otro lado, como una capa más, se lanza una invitación vía correo electrónico a otros colectivos/artistas/potenciales interesadxs, invitándolos a ser parte de ésta investigación. Se trata de compartir el proceso a partir de la realización de una serie de pruebas en torno al concepto de pliegue, las cuales deben ser registradas con un tiempo y soporte específico.
Se pauta una agenda y cada invitadx genera así un cúmulo de registros que construirán un archivo web donde los materiales puedan convivir, tensionarse y contrastarse unos con otros. La plataforma virtual vuelca y organiza así la experiencia resultante, en principio un modo ágil y horizontal de acceso al material generado colaborativa y simultáneamente. El archivo se torna disponible a subsiguientes re articulaciones y utilizaciones.
Pensamos este proyecto como construcción colaborativa, trans-pasando contextos de producción y creación, de manera de desafiarlos, a la vez que buscamos inaugurar un campo de cooperación común que invente su propia lógica y deseos. Se trata de intercambiar imaginaciones e intereses y ensayar una coexistencia investigativa que, sin mediar un intercambio dinerario, pueda nutrir a todxs y cada unx. Nos preguntamos si es posible un proyecto entre personas, medios y recursos aparentemente remotos? Por qué aceptarían esta invitación? y por qué no?


4. Enfoque metodológico.
Describiremos aquí cómo abordamos las prácticas, y cómo éstos modos de hacer arriesgan dinámicas que enfocan pero también desenfocan procedimientos, manteniéndolos en la vulnerabilidad de la experimentación.
Detallaremos la articulación metodológica laboratorio-intemperie, las etapas de la investigación, los ejes que organizan la exploración, y la noción de archivo como creación colectiva que trabajamos.

Laboratorio-intemperie
En un sentido general, abordamos las investigaciones entendiendo que éstas pueden tomar diversas formas según las circunstancias, es decir cristalizar en procesos, clases, conferencias, obras escénicas, publicaciones, acontecimientos híbridos que evidencian materiales y tratamientos maleables para ser parte de distintas oportunidades.
De manera particular, esta investigación busca desplazarse entre instancias exploratorias de laboratorio (sala/estudio) donde las condiciones ambientales son más asépticas y están más controladas, e instancias de intemperie, en principio un afuera donde observamos que los intereses nodales de creación están implicados y expuestos a la intervención de múltiples factores. Es decir que con intemperie nos referimos a un trabajo por fuera de los dispositivos del arte, y no necesariamente a un ambiente exterior.
Esta dinámica es un punto de interés para el proyecto porque exige el despliegue de distintos tipos de acciones de danza. En la intemperie se dan múltiples escenas en simultáneo y las relaciones están en constante movimiento, entonces la práctica artística pasa a ser parte de esa complejidad, abandonando inevitablemente el foco que adquiere en instancias de laboratorio. Nos interesa detectar cómo estas dos instancias pueden potenciarse.
Se desplazan las observaciones, acciones y registros que puedan realizarse en intemperie a la manipulación de estos en el laboratorio, abordando los ejes conceptuales de pliegue, remoto e invitación desde su materialidad en los cuerpos y aplicando la intervención de dispositivos tecnológicos portátiles, así como el uso de algunos objetos que funcionarán como materiales vertebradores, atravesando la dinámica laboratorio-intemperie. Se juega a exacerbar de manera crítica las condiciones específicas que potencia el laboratorio. A su vez las pruebas iniciadas en el laboratorio pueden re situarse fuera de éste y no habría una jerarquía a priori en la dirección de ésta dinámica, más de la que pueda darse por la observación, análisis y devenires que los cuerpos/materiales vayan develando en el permanente ajuste y actualización de las prácticas.
Propiciando todo tipo de relaciones, fisicalidades y expresiones que puedan emerger, se registra y recopila el proceso en diversos soportes, videos, audios, fotos, textos, mapas, entrevistas, objetos y otros; esos resultantes de la articulación laboratorio-intemperie.
De manera simultánea respecto de los invitados de la segunda modalidad (invitación a ser parte de ésta investigación), el colectivo realiza las pruebas propuestas para todxs, generando los registros en los soportes y tiempos consignados en común. Éstas nutrirán la plataforma web junto a los otras pruebas realizadas por los invitadxs -el archivo compartido- y se investigará en una etapa ulterior la puesta en escena que organizará su exposición

Etapas de la investigación
Planificamos y desarrollamos el proceso en tres grandes etapas, esquematizadas a continuación:

1_ prácticas en residencia laboratorio-intemperie, primeras pruebas de interacción de cuerpos y materiales. Intercambio con invitados 1era modalidad.
_ 2da. modalidad de invitación. Lanzamiento de invitaciones de manera local, regional e internacional.

2_ pruebas simultáneas y compartidas con invitados 2da modalidad, según agenda en común.
_ edición de materiales propios, recepción de los materiales de invitadxs. 
_ creación/edición del archivo en web.

3_ creación del dispositivo escénico/conferencia performativa. Producción/exposición de la puesta en escena del archivo. Desarrollo de escritura dramatúrgica para el guión de la conferencia.

Ejes para la exploración
Distinguimos tres áreas de conocimiento y actividad nodales para la investigación y respecto de los focos conceptuales de pliegue, remoto e invitación:

1. un eje específico de cuerpo y movimiento, explorando las prácticas y un abordaje del cuerpo en estado de danza, en sentido expandido. Observar e indagar en múltiples direcciones el pliegue desde la materialidad y potencia de los cuerpos. Pruebas físicas del pliegue en el cuerpo, pliegue como condición del soma (en tejidos, órganos) y como operatoria para el desplazamiento mediante la posibilidad articular del plegado-rotado. El plegado como posibilidad de contacto entre capas de un mismo cuerpo o entre cuerpos de distinta naturaleza, y como estrategia para aproximar extremos. Los pliegues entre la observación, la sensación y la acción, entre intuición, deseo e imaginación.

2. un eje de práctica situada que propone un dispositivo de intercambio en torno a los asuntos implicados, con recortes poblacionales/espaciales específicos donde el proceso está teniendo lugar. Integra este desplazamiento de los asuntos en la invitación que se cursa a otrxs para ser parte de la investigación, desde sus ambientes y territorios de acción.

3. un eje de escritura dramatúrgica que indaga sobre el lenguaje hablado y escrito, la producción de textos en función de los procedimientos de invitación y posteriormente para un guión estructurante del dispositivo escénico. Un nombrar y re-inventar el archivo. También como operatoria político-estética para dar voz y cuerpo a aquellos pliegues al borde de lo invisible, fuera de un flujo hegemónico.

Archivo como creación colectiva.
Abordamos una concepción del archivo como elemento actuante, vivo y relacional, que puede transformar su identidad constitutiva -acumulación, homogeneización, sistematización- en estrategias y procedimientos estéticos como ejercicios vitales, dinámicos y paradójicos en tanto prácticas artísticas.
Un archivo desterritorializado y resultante de esa simultaneidad de pruebas, de una coexistencia investigativa como experiencia colectiva, descentrada y heterogénea.
El archivo permitirá alojar esa multiplicidad de voces y relatos sobre los conceptos trabajados, así como exponer la capacidad de desbordarlos, usando el soporte web como plataforma de organización y contraste todos los registros, videos, audios, fotografías, textos.
Archivo como acumulación de capas de información, pliegue y repliegue de provocaciones, cúmulos de ensayos, errores, resultados provisorios, hallazgos remotos, encuentros innombrables, revelación de vínculos latentes, táctiles y movedizos.


5. Dispositivo escénico. Lógicas de intercambio.
Nos sumergimos en el desafío de una exploración que nos permita dilucidar cuál es el formato y puesta en relación de estos materiales/procesos/corporalidades que un potencial dispositivo pueda vincular.
Un dispositivo estructurado en una práctica abierta y co-creada, cuya potencia radica en su plasticidad y capacidad de articular una multiplicidad. Su fuerza es su condición de comunicación, y allí, la co-presencia física de la audiencia y la forma que ese intercambio puede tomar se plantean sin límites fijos.
Nos referimos por dispositivo al modo de provocar un encuentro que nos permita actualizar con la audiencia el relato, los cuerpos y materiales. El dispositivo determinará un tratamiento espacial que se inscribe en el de las teorías complejas, que integran a la observación al mapa de conexiones sensibles como elemento fundamental. Una cartografía de la complejidad que habita un espacio de muchas dimensiones. De este modo pensamos la escena como un espacio común, donde esa cartografía de vínculos que son impermanentes y en movimiento, puede reorganizarse, deshacerse o potenciarse entre los cuerpos y materiales presentes, sugeridos y sustraídos.
Se indagará en cómo distintos medios pueden presentar ese compendio experimental -el archivo-, generando afectaciones y actualizaciones sensibles; Qué serie de acciones en vivo implicarán al público y cómo la estructura del proyecto tanto como su procedimiento serán puestos en juego entre y delante de todos.
Nos referimos a una manipulación estética y compositiva a partir de ese archivo, instancia en que se proyecta el diseño de un guión, buscando desarrollar un trabajo sobre la escritura, la oralidad y el movimiento que arriesgue nuevas discursividades,  excediendo los gestos de habla en gestos de carne, conscientes de las políticas de la voz y la escucha, de los pliegues vocales y sus emisiones.[1]
Nos interesa aquí una reflexión sobre el lenguaje -un tratamiento del habla y el texto- que no se focaliza en su carácter descriptivo, sino que toma toda la fuerza de su carácter performativo, en tanto las palabras nos hacen y deshacen. Bucear en esa efectividad y afectividad de los actos de habla, desentrañando colectivamente qué voces y cuerpos tiene ésta conferencia como dispositivo complejo, que al igual que el lenguaje, constituye el medio de activación de situaciones y puede modificar o crear “la realidad”. A su vez nos interesa en la investigación todo aquello que anticipa el lenguaje verbal o escrito, lo pre-verbal, aquello más allá de lo que puede enunciarse o significar. Entonces preguntarnos si hay una corpología de las palabras, sus sonoridad y materia, que radica en esos mismo cuerpos hablantes-movientes y los manifiesta antes del nombre.
Es así como el dispositivo de exposición es también objeto de investigación. En ésta última etapa nos preguntaremos acerca de cómo desafiar el posible formato de conferencia performativa imaginado inicialmente, exacerbando el despliegue hacer-decir, y cómo se diseña la puesta performativa de esa acumulación de nodos de información y saberes de los cuerpos.


6. Materiales
Un gran pliego de papel metálico plateado de 4mts x 4mts sugiere múltiples pliegues, generando acciones físicas y metafóricas. Opera como material vertebrador entre el archivo y la instancia de la puesta en escena. A su vez ciertas interfaces y pequeños dispositivos de captación portátiles, mini speakers, procesadora de voz y sonido, filmadora, mini proyectores y celulares se conjugan con otros medios y profundizan la manipulación y evidencia del archivo.

7. Proceso de residencia. Informe sobre las prácticas.
El proceso en residencia transita las primeras etapas de la investigación.
Se desarrolla durante los meses de octubre y noviembre de 2016 y durante febrero y marzo 2017 mediante un encuentro semanal de 4 hs los días sábados, en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación. Además se articula extra institucionalmente otra práctica de 4hs complementaria al tiempo de residencia.
De acuerdo a lo descrito anteriormente en el apartado 4 (etapas de la investigación) la oportunidad del trabajo en residencia alojado por el C.C.C- IR, Área Danza nos permitió el desarrollo de la primera etapa de investigación y gran parte de la segunda.

Compartimos distintos textos, notas de trabajo y ejercicios constitutivos de éstas instancias, así como links a videos y fotografías, una documentación audiovisual pertinente y fundamental en el proceso.

           
Sobre las nociones de pliegue
Arriesgamos acepciones de pliegue.
10 pliegues o 10 momentos íntimos del proceso de investigación. 10 formas de hablar de pliegue:

1.      Como estrategia de existencia en un espacio reducido.
2.      Como densidad de contactos.
3.      Como posibilidad de flexibilizar un material.
4.      Pliegue como posibilidad de volver portátil algo.
5.      Como modo de aproximar extremos.
6.      Pliegues vocales, serie de repliegues responsables de la producción de sonidos al efectuar la vibración.
7.      Como crecimiento exponencial. Traspaso inimaginado de límites.
8.      Pliegue como potencia.
9.      Pliegue como acontecimiento, proceso, espacialidad o historia que sedimenta a la orilla de flujos reconocibles, visibles y autorizados.
10.  Como lugar para la sublevación.


Qué entendemos por pliegue?  Un inicio posible…
El pliegue no tiene un dónde o un cómo unívoco, es más bien una estrategia de supervivencia, una posibilidad de sublevación. Hay pliegues en todos lados, o mejor dicho, es la lente con la que podemos poner en foco procesos o materiales. El pliegue remite necesariamente a un punto de vista. Allí donde unos observan la emergencia de un pliegue, otros -cuerpxs, agentes, subjetividades, materiales- encarnan o "son" el pliegue y éste es más bien su ambiente, su condición de posibilidad.
Una diversidad y multiplicidad de dobleces que coexisten. Un ecosistema de pliegues sobre pliegues que generan una textura rugosa, una ondulación del terreno.
Se producen en distintos ambientes y de distintas formas, los hay espaciales, temporales, sociales, los hay en un cuerpo plegado alrededor de un vacío, los hay en la voz y en la galaxia.
Un pliegue genera un espacio, una cavidad que le permite alojar aquello que se sedimenta a la orilla de los flujos establecidos y autorizados. Si el pliegues es el espacio material donde se cuela y habita lo subversivo, donde tiene la posibilidad de acopiarse y crecer -y esto sucede en todos los campos de la existencia-, entonces, qué se puede producir con todo lo que se acumula en estos pliegues de distinta materialidad? Pueden aunarse desde su diversidad de formas y contenidos? podemos generar estructuras que articulen sus saberes? Qué ocurre si los pliegues se despliegan?


Prácticas en residencia laboratorio-intemperie: primeras pruebas de interacción de cuerpos y materiales. Dinámica de intercambio con invitados de la 1era. modalidad.
Las primeras búsquedas teórico-prácticas acerca del concepto de pliegue nos conducen al espacio material de los cuerpos, el eje cuerpo-movimiento explora cuerpos en estado de danza en sentido expandido.
El concepto de invitación opera activamente en una presencia periódica de interlocutores que forman parte de un tramo del ensayo. Lo remoto puede emerger tanto en las observaciones o intervenciones de los invitados como en asociaciones inéditas de los conceptos, que vienen a modificar la práctica -o viceversa- y abrirles posibilidades y herramientas impensadas hasta el momento.
Dejamos que lo remoto, como decíamos antes, sobre todo emerja, funcione como un hallazgo en la investigación y sea aún lo que no se sabe, lo que está en potencia.

Qué en el cuerpo observamos como pliegue?
.pliegues cerebrales, intestinales, alveolares
.piel que se pliega
.las sensaciones plegándose y desplegándose en el presente del movimiento

Cómo un cuerpo puede plegarse?
.pliegues carnales
.qué hay implicado en un pliegue
.texto/voz, pliegues vocales: posibilidad de trans-formación.
.interacción voz/movimiento: superponer voces, enunciados y acciones.

La prueba de ejercicios va acompañada siempre de un trabajo de registro (fotografía, video y audio) que funciona en simultáneo, a veces como testigo, otras en co-presencia activa en los ejercicios o con intervenciones precisas pre pautadas.

Ejemplo de prácticas:
1.      explorar dinámicas de plegado en el cuerpo, cómo puedo plegarme, de qué modos y formas, geometría y mecánica del pliegue. Cómo éstas se despliegan en el tiempo/espacio. Qué dinámica es bien clara para observar un cuerpo plegándose.

2.      qué hay implicado en cada pliegue: observar, hacer y decir, implicar la voz/enunciación en ese hacer sensual/sensorial/físico.

3.      máximo despliegue de un cuerpo.

4.      desplegar un discurso y luego plegarlo sobre sí mismo, ir generando capas de ese decir/asociar durante el movimiento. Decir-mover que se auto cita, transforma, recicla.

5.      pliegues entre dos o más cuerpos.

6.      dos cuerpos a la vez, plegándose y un tercero que dirige/coordina la exploración desde el discurso, interviene en las acciones, enuncia focos y sugiere duraciones.

7.      acción de plegar papeles.

8.      acción de plegar/desplegar un gran pliego metálico de papel, en distintas condiciones y en serie de manipulaciones mediadas por distintos cuerpos, observando posibles patrones de continuidad y discontinuidad en la acción común. Observaciones de las características y peculiaridades del material, sus condiciones de reacción, memoria de fuerza, plasticidad/flexibilidad, sonoridad y otras.

9.      someter las mismas pruebas y operatorias ejercitadas a condiciones diversas, re contextualizar esas prácticas en distintas condiciones de intemperie. Qué entendemos por intemperie aquí? Qué consideramos como un afuera del laboratorio, implícito e explícito (semántica, simbólica, política  o materialmente) más acá o más allá de un ambiente exterior?


Detectar procedimientos y transferir prácticas. Generación de la 2da. modalidad de invitación.
A la vez que detectamos operatorias -técnicas, kinéticas, poéticas, asociativas, discursivas- que propicien el desarrollo de las prácticas y su profundización, direccionamos nuestro interés de manera general en procesos que desarrollen procedimientos. El objetivo es que éstos puedan existir más allá del marco del colectivo y que sean plausibles de transferirse a otrxs, provocando convivencias investigativas, apropiaciones y trabajo colaborativo.
Es así que de la propia exploración laboratorio-intemperie se imagina una segunda instancia para invitar. Para diseñar esa invitación que se cursará de manera virtual, entendemos fundamental una propuesta textual concisa, clara y a la vez sugerente que explicite su carácter y contenido. Al mismo tiempo se trabaja respecto de las potenciales personas/colectivos a convocar.

Cita del texto de la invitación, al momento aún en proceso:
Arriesgando una primera articulación entre pliegue, remoto e invitación decidimos invitar a personas o colectivxs de diversas procedencias y saberes, a compartir la investigación a partir de la realización de cinco pruebas que evidencien la singularidad y especificidad que estos asuntos despliegan en cada unx. Estas pruebas serán registradas con un tiempo y soporte específico, iguales para todxs (...).
Al momento de presentar este informe nos encontramos a mitad de la segunda etapa del proceso, finalizando la formulación de ésta 2da. modalidad de invitación, a la vez que continuamos con los ensayos y sus registros. Completado el ajuste textual de la invitación, llevaremos a cabo el envío de invitaciones para luego enfocarnos en desarrollar nosotras mismas -desde el colectivo- las pruebas propuestas. Teniendo en cuenta la agenda común, éstas pruebas se sucederán entre todos los invitadxs en un tiempo más o menos simultáneo, y en éste accionar paralelo nos interesa focalizar la observación. Atenderemos a ese proceso desconocido, al que le seguirá la recepción de los materiales de registro y su procesamiento, abordando entonces la tercer etapa del proyecto.


Documentación audiovisual del proceso                                                                          El soporte audiovisual y el concepto de registro es solidario a nuestra idea de archivo, a la vez que opera como materialidad misma dentro de las prácticas y sus objetos de estudio. Constituyen un modo de dar cuenta, de informar y de materializar la investigación, siendo en sí mismos parte de ella, ediciones estéticas como resultantes una experiencia sensorial y corpórea.
Link a la carpeta de videos y fotos:

8. Bibliografía general                                                                                                                                                -Carson, Anne: introduction by Guy Davenport, El género del sonido, en: Glass, irony and God, 1995, New York, New Directions Publishing.
-Deleuze, Gilles, El Pliegue, Leibniz y el Barroco, 1989, Barcelona, Paidós Ibérica.
-Deleuze, Gilles,  El Pliegue, Recapitulación, Cours Vincennes, 16/12/1986, trad. Ernesto Hernández B [en línea] Traducciones disponibles en: http://www.webdeleuze.com

-Eidsheim, Nina, 2009, Synthesizing Race: Towards an Analysis of the Performativity of Vocal Timbre, Trans, Revista Transcultural de Música, 2009, nº 13 [en línea]: http://www.sibetrans.com/trans/autor?autor=Nina+Eidsheim
-Ladaga, Reinaldo, Estética de Laboratorio, 2010, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora.

-Ladaga, Reinaldo, Estética de la Emergencia, 2006, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora.

-Solé, Ricard, 2009, Redes complejas. Del genoma a internet, Barcelona, Tusquets Editores.

-Villaverde, Teresa, 2016, Ideologías de la voz, Pikara On line Magazine, [en línea]: http://www.pikaramagazine.com/2016/07/las-ideologias-de-la-voz/




[1]Encontramos en los pliegues vocales un foco donde confluyen los intereses que pueden dan forma a esta puesta en escena. Un lugar material y al mismo tiempo remoto. Nuestras voces son producto y práctica de técnicas que se transmiten, aprenden y ejecutan, son una construcción cultural. Entonces, nuestras voces son práctica y producto de aquellos discursos sobre las voces que determinan quiénes pueden hablar y cómo. La voz tiene formas de hacer que se corresponden con distintas ideologías. El timbre vocal no es el resultado de un cuerpo esencial, es el resultado de una performance habitual que ha moldeado el cuerpo físico” (Eidsheim, Nina, 2009, Synthesizing Race: Towards an Analysis of the Performativity of Vocal Timbre, Trans, Revista Transcultural de Música, 2009, nº 13; Ver en: 7-Bibliográfía general).


Relatoría Noviembre 2017

Danza actual, danza en el Di Tella (1962-1966)
Nicolás Licera Vidal[1]

1.       Título
Danza actual, danza en el Di Tella (1962-1966)

Área temática y situación problemática.
Artes Escénicas. Danza.
Tema del área: Historia de la danza en Argentina: danza de “vanguardia” en la década de 1960.

Problema de investigación: Las estrategias dancísticas de la re-actuación, la re-construcción, la re-visitación como estrategias de investigación e historización de la danza en Argentina.

Objeto de estudio: Las obras de danza danza Danza actual (1962-1965), Danse Bouquet (1965), ¿Jugamos a la bañadera? (1966) y La fiesta, hoy (1966); sus archivos iconográficos y discursivos; y las posibilidades de su re-experimentación.

2.       Objetivos
Objetivo General: Re-experimentar escénicamente fragmentos de las obras de danza Danza actual (1962-1965), Danse Bouquet (1965), ¿Jugamos a la bañadera? (1966) y La fiesta, hoy (1966), y exponer escénicamente algunos de sus archivos.


3.       Objetivos Específicos:
-       Sistematizar y publicar archivos de las obras de danza en cuestión.
-       Conocer las obras de danza en cuestión a través de su re-experimentación.
-       Reflexionar acerca de las estrategias de la re-actuación como estrategias de historización.
-       Debatir grupalmente acerca de los discursos generados en torno a las obras de danza en cuestión.
-       Analizar las iconografías generadas acerca de las obras en cuestión, a la luz de reflexiones teóricas en materia de Estudios de Danza y Performance, y Estudios en Historia y Teoría de la Danza y del Arte.
-       Elaborar un documento escénico total que resuman lo investigado.
-       Presentar públicamente tal documento escénico en la Sala Solidaridad de esta institución.
-       Aportar al desarrollo del conocimiento acerca de la danza escénica local y su historia.


4.       Objetivos desarrollados durante septiembre, octubre y noviembre de 2017:
Durante los meses de desarrollo de la investigación en el marco de IR, logramos trabajar con un corpus de documentos de archivo sistematizado por nuestro equipo, a partir del cual re-construimos versiones posibles para una experimentación de fragmentos de las obras de danza evocadas a través de tales documentos. Durante el proceso de investigación, debatimos acerca de las nociones que encontramos fuertemente asociadas a tales obras, presentes en las discursividades que éstas generaron, a saber: “vanguardia”, “experimentación”, “abstracción”, “pop-art” e, incluso, “revolución”. El análisis de las fotografías –provenientes tanto de los archivos personales de las creadoras, como del Archivo de la Universidad Torcuato Di Tella- nos permitió desarrollar especulaciones e imaginar cómo pudieron haber sido esas danzas. Finalmente, pudimos elaborar un conjunto de performances de danza, las cuales funcionaron como nuestras propias versiones de los fragmentos de las obras que decidimos interpelar, y que pudieron ser presentadas públicamente en la Sala Solidaridad de esta instituciones durante los días 16 y 23 de noviembre, de acuerdo a lo programado.

5.       Actividades desarrolladas en septiembre, octubre y noviembre:
Durante septiembre, trasladamos al espacio del CCC las experiencias escénicas que se empezamos a trabajar previamente, con el objetivo de contextualizar lo ensayado en el espacio específicamente escénico de la Sala Solidaridad. Se profundizó en las experiencias transitadas y se seleccionó el material que formó parte de la presentación pública con la que concluyó la Beca.
A los largo del mes de octubre, una vez seleccionado el material escénico experimentado, se trabajó en una síntesis de lo producido en el mes anterior. Se estructuró el material (dancístico, documental, visual, teórico, sonoro, etc.) y se perfeccionó el modo de exposición en función de los objetivos del proyecto.
En noviembre se preparó lo necesario para las presentaciones públicas. Se trabajó en conjunto con los técnicos de la sala, los artistas e investigadores que expusieron dancísticamente los resultados del proceso investigativo y el grupo coordinador del proyecto. Se realizaron, finalmente, las presentaciones públicas. 

Antecedentes o estado de la cuestión:
En relación a la existencia de bibliografía especializada en Historia de la Danza, en nuestro país merecen ser destacados los aportes de las cátedras Historia de los Medios y el Espectáculo, Historia General de la Danza e Historia de la danza en Argentina, del Departamento de Artes del Movimiento de la UNA, como así también de la cátedra Teoría General de la Danza de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Otros referentes relativos a este tema son los Cuadernos de Danzas Nro. 1, 2, y 3 del Instituto de Artes del Espectáculo publicados por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, como también publicaciones recientes referidas a la danza contemporánea argentina y la performance, elaboradas por docentes del Departamento de Artes del Movimiento, y publicadas por la UNA. Asimismo existen algunas traducciones de textos teóricos del área realizadas por docentes e investigadores de las cátedras mencionadas. En relación a las prácticas dancísticas en el marco del Centro de Experimentación Audiovisual de Instituto Torcuato Di Tella, se cuenta con algunas alusiones en las publicaciones Teatro Expendido en el Di Tella. La escena experimental argentina en los años 60 (2013) de María Fernanda Pinta, La danza moderna argentina cuenta su historia (2006) de Marcelo Isse Moyano, El Di Tella y el desarrollo cultural argentino en la década del 60 (2007) de John King, entre otros, aunque es muy escaso el espacio documental y reflexivo destinado a las experiencias específicamente de danza. Respecto al enfoque teórico-crítico problematizador de las prácticas archivísticas en y de la danza, y las artes performáticas en general, puede nombrarse publicaciones extranjeras, como Dance. Documents of Contemporary Art (2012) y El cuerpo como archivo: el deseo de recreación y las supervivencias de la danza (2013) de André Lepecki; Hacer historia. Reflexiones desde la práctica de la danza (2010) de autores varios; The Archive and the Repertoire: Performing Cultural Memory in the Americas (2003) de Diana Taylor; entre otros.
               
Metodología y corpus / fuentes:
La propuesta fue puesta en marcha por un equipo de artistas-investigadores, investigadores-artistas, artistas e investigadores asociados, y fue concebida como una investigación teórico-práctica. Dicho equipo encaró el rastreo de documentos archivísticos, con el fin de recolectar la mayor cantidad posible de datos que den cuenta tanto de los acontecimientos artísticos mismos, como del impacto en su contexto, y del modo en que éste impactó e influyó en los propios acontecimientos. Tal rastreo implicó el acudimiento a los archivos personales de los artistas involucrados, entendiendo como archivo tanto los documentos gráficos conservados, como sus recuerdos y memorias vivos, los cuales fueron registrados mediante entrevistas. Asimismo, fue requerida la participación del Archivo de la Universidad Torcuato Di Tella.
Recurrimos también a bibliografía específica sobre el Instituto Di Tella y sobre danza y arte en la década tematizada, con el fin de sumar todo tipo de aportes pertinentes para una comprensión tanto del objeto y su contexto, como de los discursos generados en torno a éstos. Tales textos fueron considerados analítica y críticamente, de modo grupal, en algunas oportunidades.
A través de procedimientos escénicos experimentales, tanto inéditos como ya desarrollados por otros artistas-investigadores de danza que abordaron perspectivas históricas, elaboramos el material recolectado descripto anteriormente, con el fin de potenciarlo, criticarlo y reconfigurarlo mediante aquello que propiamente devela la experimentación escénica. En este sentido, se trabajó en base a las nociones de re-construcción, re-actuación, re-experimentación, re-visitación y re-activación, a partir de las cuales fueron articuladas instancias fundamentales y de diversas naturalezas, propias de las obras de danza en cuestión, como lo son sus restos archivísticos tradicionales (imágenes, textos, grabaciones, etc.) y las especulaciones, interpretaciones y proyecciones afectivas que pueden hacerse en torno a ellos. Tal articulación se materializó en las performances de danza presentadas públicamente, como uno de los resultados finales, quedando pendiente aún la elaboración de un escrito acerca de lo investigado.

Bibliografía Consultada
DE NAVERÁN, Isabel y Amparo ÉCIJA (Eds.) Lecturas sobre danza y coreografía. Artea Editorial, Madrid. DE NAVERÁN, Isabel (Ed.) (2010) Hacer historia. Reflexiones desde la práctica de la danza. Mercat de les Flors. Barcelona.
GIGENA, María Martha (2007) Aventuras de la memoria. Revista Teatro, Complejo Teatral de Buenos Aires, Año XXVIII, Nº 91, Agosto.
ISSE MOYANO, Marcelo. (2006) La Danza Moderna Argentina cuenta su Historia: historias de vida. Artes del Sur, Buenos Aires.
KING, John. (2007) El Di Tella y el desarrollo cultural argentino en la década del sesenta. Ed. Asunto Impreso. Buenos Aires.
LEPECKI, André. (2009) Agotar la danza. Performance y política del movimiento. 14 de 15 Universidad de Alcalá, Alcalá. --------------------------------- (Ed) (2012) Dance. Documents of Contemporary Art. Whitechappel Gallery, New York. -------------------------------- (2004) Of the Presence of the Body. Essays on Dance and Performance Theory. Wesleyan University Press, Connecticut.
PHELAN, Peggy. (1993) The Unmarked. The politics of performance. London, Routledge,.
PINTA, María Fernanda. (2013) Teatro Expendido en el Di Tella. La escena experimental argentina en los años 60. Ed. Biblos. Buenos Aires.
TAYLOR, Diana. (2012) Performance. Asunto impreso. Buenos Aires. -------------------- (2003) The Archive and the Repertoire: Performing Cultural Memory in the Americas. Duke University Press. Estados Unidos.

Otras actividades pertinentes y vinculadas al proyecto (docencia, extensión, etc.):
Durante el mes de octubre, el becario participó como investigador invitado en el Seminario Danza y Performance, Prof. titular Susana Tambutti, de la Maestría de Performance perteneciente a la Universidad Nacional de las Artes. Asimismo, en el mismo mes participó del II Congreso Revueltas del Arte, ofrecido por la Universidad Nacional de las Artes. En ambas instancias, el becario expuso los avances en la investigación desarrollada en el marco de IR-CCC.

6.       Obstáculos en el desarrollo de las actividades y redefiniciones del proyecto original
Si bien el plan de trabajo que guio la investigación y que fue planeado previamente fue llevado a cabo, algunas instancias no pudieron ser suficientemente profundizadas debido a falta de tiempo y a la complejidad de algunas temáticas. No hubo redefiniciones de lo programado originalmente.

7.       En virtud de estos obstáculos y re-definiciones: ¿qué requerimientos realizarías al Centro Cultural de la Cooperación (bibliografía, seminarios, encuentros con becarios, etc)?
Ninguno.


Equipo de trabajo
Nicolás Licera Vidal (becario), Ana Caterina Cora, Sofía Kauer, Ignacio González, Nicolás Bolivar, Soledad Gutiérrez, Miguel Patiño, Agustina Sario, Rosario Ruete, Agustina Barzola, y la participación especial de Graciela Martínez.

Formatos de publicación
Presentaciones escénicas llevadas a cabo en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación, los días jueves 16 y 23 de noviembre de 2017, a las 21hs.
Articulo teórico e historiográfico en proceso de desarrollo, a ser publicado en el Anuario del Centro Cultural de la Cooperación.





[1] Nicolás Licera Vidal es artista escénico. Dentro de este campo, se desarrolla como bailarín, coreógrafo, iluminador, investigador y productor ejecutivo. Es Licenciado en Composición Coreográfica –con mención en Danza– por la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Ha participado en trabajos escénicos y dancísticos en Argentina, Brasil, Burkina Faso, Alemania y Francia. Desde 2014 integra el equipo del Instituto de Investigación del Departamento de Artes del Movimiento de la UNA. Se ha desempeñado como productor ejecutivo en el Centro Cultural Kirchner y en la Bienal de Performance 2015 y 2017. Ha recibido becas del Consejo Interuniversitario Nacional (2013 y 2016) y del Fondo Nacional de las Artes (2016). Es iluminador en el Centro Cultural Borges desde 2013.


Leticia Perez[1] Investigadora Asociada
Lucas Diaz[2] Coreógrafo Investigador Residente


1)      Objetivo General

Elaborar una investigación teórica/práctica en relación a la Residencia Coreográfica “¿Qué necesita la escena?”. Una problemática del movimiento de Lucas Diaz. La misma se realizó durante los meses de abril, mayo y junio, los días sábados de 10 a 14 hs. del corriente año en la Sala Solidaridad del Centro Cultural “Floreal Gorini”. Dicha investigación será llevada a cabo por Leticia Perez y Lucas Diaz, quienes se encargarán de la recopilación de material tanto teórico como empírico.

2)      Objetivos Específicos

A lo largo de la residencia se trabajó en torno a la investigación del cuerpo y el movimiento durante la escena, poniendo en relieve el potencial creativo de cada intérprete (construir en base a lo dado). Como éste puede relacionarse haciendo uso del cuerpo en movimiento, como esa idea de movimiento puede traspasar al cuerpo mismo para trasladarlo al uso del espacio escénico y objetos, mover toda esa relación, mover en todo momento, una constante/presente, ese presente que hace visible a la composición. Mover todo “eso”, hasta rítmicamente. Una relación que nos hace pensar aún más en esa “distancia entre” la escena y el espectador, esa “tensión””, de lo que se observa y es observado.
A partir de esto se buscó llevar a cabo el proyecto para su puesta en escena en el Centro Cultural de la Cooperación.

3)      Objetivos desarrollados durante abril, mayo y junio 2017:

El desafío de dicha residencia fue encontrar un lenguaje artístico utilizando la pregunta y el movimiento como guía, una búsqueda que fuera diferente cada vez mediante la utilización de distintas disciplinas artísticas. Lograr una construcción narrativa escénica dirigida hacia el espectador para que éste pueda, inclusive, hacerse preguntas.  

4)      Actividades realizadas durante abril, mayo y junio 2017:

Los ejes de investigación sobre los cuales se focalizó el trabajo fueron:

-          Creación de material de movimiento para el “solo” individual de cada una de las intérpretes.
-          Composición y montaje de circuitos espaciales.
-          Técnicas de improvisación.
-          Construcción de la escena en base al estudio del espacio escénico y de las distancias con el otro.

Todo el trabajo fue registrado por medio de filmaciones que ayudaron a la recopilación y a la fijación del material.

5)      a) Marcos de reflexión

“¿Qué necesita la escena? Una problemática del movimiento”. Es una pregunta y también una afirmación, que hace referencia a una inquietud personal del coreógrafo Lucas Díaz sobre lo que él considera un tema a observar en  la escena actual en la danza contemporánea. Si bien, la pluralidad de los cuerpos en escena es moneda corriente, surgen interrogantes todo el tiempo en el hacer creativo de la danza, por ejemplo: ¿cómo hacer uso de esto para construir una obra?, ¿Cómo conviven las diferentes disciplinas en esos momentos y cómo hacer uso de las mismas?, ¿Cómo llegar al otro (espectador)?, ¿Qué sucede con esa “distancia entre” que está todo el tiempo en cualquier acontecimiento artístico, esa tensión tan atrayente que nos cautiva e incluso nos interpela?. Todas estas preguntas son la base de un proceso de reflexión, y las respuestas dependerán exclusivamente de la interacción entre la mirada crítica, los cuerpos en acción, y los recursos puestos en juego para disparar la necesaria poética.
La propuesta de esta residencia consiste en un proyecto de investigación/creación escénica, poniendo el foco en los diversos aspectos durante la escena: el cuerpo, el texto, los objetos y el movimiento. La intención se direcciona en la vertiginosa tarea del momento creativo, desde la construcción de las primeras acciones escénicas hasta la puesta en escena.
Un proceso creativo goza de un sentido para el coreógrafo y el bailarín-actor. De la memoria del primero surge la idea central organizada en su psiquis, una especie de visión general de lo que va a ser obra.  Durante el ejercicio de pensar, a partir de esa idea se revela el contenido de la intención primaria, que está condicionada por el conocimiento, la percepción, la motivación y la consciencia del coreógrafo. El contenido de esta intención primaria se transfiere al intérprete, quien comienza entonces a evocar imágenes y desarrollar acciones también desde su propio consciente e inconsciente. Se constituye así una relación mutua, bidireccional, donde el coreógrafo toma lo que el intérprete resuelve y sigue componiendo en base a ello. De esta manera, se elabora un tejido de acciones y se concreta la aparición de nuevas intenciones.
La danza requiere que el proceso creativo y la puesta en escena sean un trabajo de reflexión compartido, discutido y acordado entre el coreógrafo y los intérpretes. A partir de la práctica como reflexión, se plantean varias opciones para concebir una intención primaria y la forma en como esta se organiza en un proceso creativo de danza. Lucas Díaz, para esta Residencia consideró válido plantear el trabajo a partir de “la pregunta”; la pregunta siempre abre, y nos da la posibilidad de interpelar/nos sobre estas cuestiones.
En este proceso que circula con opciones infinitas de deconstrucciones se va fijando un rango de obra artística. El creador se beneficia de su mente creativa que comunica, no sólo utilizando al bailarín como herramienta de interpretación, sino también valiéndose de distintas disciplinas, a través de las cuales crea un lenguaje proprio para cumplir el propósito de construir la puesta en escena.
Si bien la interrelación de distintas disciplinas artísticas se encuentra cada vez más presente en las obras, no es un invento de nuestra época. En sus inicios, las diferentes formas de arte surgen de manera integrada; sin embargo, con el paso del tiempo, las artes reunieron reglas específicas en un intento de fundar su validez únicamente en si mismas a partir de su autonomía. El desarrollo de esta autonomía fue estableciendo límites que permitieron una profundización en cada disciplina, pero que a su vez, fue separando los distintos conocimientos a modo de compartimientos estancos que no existen en la realidad de la producción artística. 
En el siglo XX, la visión interdisciplinar del arte vuelve a cobrar peso, y se postula como uno de sus principales objetivos la fusión de todas las artes. En este nuevo contexto, el antiguo concepto artístico aspiraba al ideal de la obra de arte total, es decir, a la creación de la obra de arte como una representación unitaria capaz de aunar todos los géneros artísticos.
La escena actual de la danza contemporánea tiene vínculos coyunturales muy fuertes con las vanguardias artísticas del siglo XX, en lo que refiere a la creación de un diálogo interdisciplinario. Actualmente, se trata de considerar a las obras de danza como una creación y una ejecución triple, es decir, como una experiencia que debe darse, y ser considerada en tres términos. Es siempre una co-creación entre el coreógrafo y el intérprete; pero en rigor, no hay danza de manera efectiva hasta que el acto creativo no se completa en el espectador que, en su experiencia receptiva, reconstruye en él mismo la experiencia kinésica a la que asiste. Cabe destacar que, la construcción de esta nueva modalidad escénica, implica un proceso compartido entre distintas disciplinas donde los materiales de la escena se trabajan más por las asociaciones que desencadenan que por los significados que instalan.
Como podemos ver, la obra de arte es reflejo de la época en la que se crea y de la visión que se tiene del mundo; no sólo por los temas que trata, sino también por las estructuras que utiliza como base en el momento creativo (Eco, Umberto 1984). Estos pensamientos sobre la obra de arte y su producción, ponen el foco de atención en la forma en que se organizan los materiales de la escena, en las relaciones que se establecen, en el orden en que se instalan todos los elementos que constituyen la escena. La relación entre los cuerpos, los movimientos que realizan, el rol que cumplen los objetos, el material sonoro ya sea por medio de la palabra o por la música que se utiliza, el color y como actúa la iluminación en favor de la escena, entre otras cosas.
En esta Residencia, Lucas Díaz utilizó elementos motivadores tomados de los diferentes campos artísticos, como la música, la palabra (el texto), los objetos en escena: cajas de cartón y un paraguas, los distintos colores, e incluso el uso del espacio escénico dado, es decir, la creación de la obra en función de las características arquitectónicas de la Sala Solidaridad; todos ellos capaces de llevar a las intérpretes a realizar acciones en movimiento. Su método se basó en la formación de imágenes mentales a partir de estímulos y conceptos variados, para la posterior reinterpretación corporal de esas imágenes motivadoras. De esta manera, consiguió transformar las ideas y los conceptos en movimiento.
El concepto de artes integradas que trabaja Lucas, no sólo refiere al hecho de que el todo puede ser mayor que la suma de las partes, sino que aborda la idea de que el todo estaría incompleto sin una de ellas. Esto significa que, cada una de las áreas artísticas, es una fracción indispensable tanto de la apariencia estética de la creación como de la construcción de su estructura interna.
Sabiendo entonces, que la obra cuenta con todos estos aspectos escénicos mencionados, la idea de esta residencia es reflexionar sobre cómo el intérprete y el director conviven con estas cuestiones, donde el objeto en escena, o la luz más pequeña que se enciende, es tan importante como los movimientos que realizan los intérpretes. Una serie de acciones que por sí mismas expresan en su arquitectura un sentido de dialogo entre sus elementos, y en su interacción cambian el ritmo del lenguaje dentro de un espacio definido para así definir uno nuevo; para explorar una esquina, un nicho, o un ángulo que generalmente no es usado.

b) Actividades de Formación de Becario

Las actividades desarrolladas durante los meses de abril, mayo y junio del 2017 fueron las siguientes:

-      Reuniones periódicas con el equipo del área de danza.
-      Recopilación de material bibliográfico y análisis sobre los mismos.
-      Asistencia a la Residencia Coreográfica “¿Qué necesita la escena?”. Una problemática del movimiento, de Lucas Díaz los días sábados de 10 a 14 hs en los meses de abril, mayo y junio del corriente año en Sala Solidaridad del Centro Cultural “Floreal Gorini”.
-      Reuniones con colegas de distintas áreas escénicas, en análisis de la escena actual o sobre su desempeño en el campo: Actores, directores y coreógrafos.
-      Selección de diferentes materiales de lectura y audio/visuales sobre diferentes campos escénicos.

c) Otras actividades pertinentes y vinculadas al proyecto (docencia, extensión, etc.)

Leticia Perez es estudiante de la Universidad Nacional de las Artes (UNA), y se encuentra cursando la Licenciatura en Composición Coreográfica. Actualmente se capacita con Alba Virgilio en técnicas de improvisación y de danza contemporánea, como Release, Flying Low y Passing Through. Además, participa en las clases regulares de Lucas Díaz sobre investigación del movimiento, técnicas de improvisación y danza contemporánea. 
Lucas Diaz, dicta clases de danza contemporánea y de entrenamiento funcional en “DV-Estudio” que se encuentra en Capital Federal. A su vez, realiza encuentros semanales de improvisación, composición y montaje para la creación de una obra coreográfica en Lobos llamada “La vuelta del Malón” de Alba Virgilio.

6)      Obstáculos en el desarrollo de las actividades y redefiniciones del proyecto original:

No se proveen las becas necesarias para poder solventar económicamente los gastos de la investigación. No se realizan suficientes talleres para ayudar a los investigadores con sus proyectos. Y tampoco se cuenta con la cantidad de ensayos suficientes para crear una obra en tiempo y forma.

7)      En virtud de estos obstáculos y redefiniciones: ¿qué requerimientos realizarías al Centro Cultural de la Cooperación? (bibliografía, seminarios, encuentros con becarios, etc.)

Conceder más becas para el área de danza para que todos los integrantes del equipo que tengan que realizar una investigación, cuenten con la ayuda económica necesaria para poder llevar a cabo sus proyectos. Asimismo, se podrían organizar seminarios y talleres con más frecuencia que sirvan de guía para la realización de las investigaciones.

8)      Proyecto y plan de trabajo para el período siguiente (según y si corresponde, aclarando duración del mismo y tomando el modelo de proyecto propuesto por la secretaría de investigaciones).

Los encuentros se realizaron los sábados de Abril / Mayo / Junio en el horario de 10 a 14 hs., en la Sala Solidaridad. Se propuso un trabajo de preparación y acondicionamiento corporal para poder indagar y explorar los mecanismos de búsqueda de material kinético.
Finalmente, se decidió mostrar el trabajo de investigación en forma de ensayo abierto el día sábado 24 de junio a las 11 hs., en la Sala Solidaridad del Centro Cultural “Floreal Gorini”. El proyecto continuará trabajándose desde los contenidos teóricos durante 2017.

Bibliografía Consultada

-          Greenberg, Clement. “La Pintura Moderna”. Madrid: Editorial Siruelas 2006.
-          Danto, Arthur. (1999). “Después del fin del Arte”. Barcelona: Paidós.
-          Eco, Umberto: “Obra abierta”. Barcelona: Editorial Ariel. 1984.
-          Revista Picadero N°6. Ediciones del Instituto Nacional del Teatro. Buenos Aires. Septiembre 2006.




[1] Estudiante de la Universidad Nacional de las Artes (UNA) cursando la Licenciatura en Composición Coreográfica Mención Danza, desde el 2014. Capital Federal. Buenos Aires. Estudios en técnica de danza clásico y danza contemporánea, entre sus maestros pueden destacarse: Alba Virgilio, Rodolfo Prantte, Lucía Lacabana, Ana Guerra y Estela Saladino, entre otros. En referencia a su carrera artística participó en algunos espectáculos como: “Lavalle” de Alba Virgilio (2011), “Piezas” de Alba Virgilio (2013), “Los Hábiles” de Alba Virgilio (2015), “Punto” de Alba Virgilio (2016) y “De-Limitar” de Jesica Saud. Ha participado en este último tiempo en el Laboratorio "El cuerpo operador" de la coreógrafa y artista visual Olga Mesa, y el artista plástico y visual Francisco Ruiz de Infante. Desde el 2013 es Integrante del Área Danza del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” (coordinadora Mariela Ruggeri).
[2] Lucas Maximiliano Díaz, con una inquietud artística por el cuerpo se dispone a explorar el mundo de la danza. Su primer acercamiento fue el Ballet, la danza clásica, allí conoce a su maestra Soledad Alfaro. Se formó en el Taller del Teatro General San Martín, egresado como Intérprete en Danza Contemporánea. Asistió a diferentes seminarios intensivos, algunos como: "Tecnologías de la Improvisación Coreográfica", dictado por Manuela Berndt (Alemania), workshop "PLAY" y "SPONTANEOUS COMPOSITION" con Peter Jaskop (Eslovaquia). "Materiales y Objetos Partenaires del Actor" con Pierrick Malenbranche y TEATRO CORPORAL INTRODUCTORIO: "INSPIRAR Y PROVOCAR", dictado por Jorge Costa. También tomó clases formalmente con la Compañía de Danza Toula limnaios en Berlín (Alemania), donde en ese mismo país dictó una "open-class" en Tybas Dance Studio (Hamburgo). Dentro de su experiencia laboral integró el Ballet del MERCOSUR, dirección Maximiliano Guerra y al Ballet ARGENTINO, dirección Julio Bocca y Ricky Pashkus. Como intérprete perteneció a diferentes compañías independientes, algunas como: Compañía de danza Miguel Robles, bailando las obras "Tabula Rasa" y "Something Beneteh", en el Festival Internacional Chihuahua y Ciudad Juárez (México) y la Compañía de Danza-Teatro RUMBO DE LA GRIETA, obra "cielo de IDA" (declarada de interés cultural por la Secretaria de Cultura de la Nación), estrenada en el Teatro Hasta Trilce, dirección Melanie Alfie. Bailó además en el Centro Cultural de la Cooperación la obra "Bolero para tres cellos", de la directora Ana Garat y Pilar Beamonte, con dirección musical de Claudio Peña. Fue convocado también como asistente coreográfico para el montaje de las obras “Sort Sol” (Sol negro) y "Estereoscópica" con dirección de Ana Garat y Pilar Beamonte, a estrenar por el Ballet del San Martin (dirección Mauricio Wainrot). Recientemente se encuentra trabajando bajo la dirección de Mariela Ruggeri bailando la obra “1er boceto para la siesta del Fauno” (estrenada en el Centro Cultural Recoleta, Ciclo Cocoa Datei 24 coreógrafos). Dentro de sus trabajos personales se encuentran: “Otrora, La Niña”, estrenada en el Teatro ElKafka en el año 2014. "Frühling" con reestreno en el Festival de Pequeños Formatos del C. C. C. (Centro Cultural de la Cooperación) en el 2016. "El cuarto de Rebecca" estrenada en el Centro Cultural Ernesto Sábato, seleccionado en el Ciclo de Residencia DIVERGENCIA 2. Actualmente se encuentra en el proceso de un nuevo trabajo, quedando seleccionado como investigador coreográfico en el Ciclo de Residencias “IR” (Investigadores en Residencia) del Centro Cultural de la Cooperación. Dicta clases regulares y seminarios de Investigación del Movimiento y Técnica Contemporánea en diferentes estudios de danza de Buenos Aires (CABA), como también en el interior y exterior del país.


Anuario 2017

La vuelta del malón
Alba Soledad Virgilio[1]
Catalina Trebisacce[2]

1.      Título

La vuelta del malón

Área temática y situación problemática.

Artes Escénicas. Danza.
Tema del área: Las condiciones de producción en los procesos creativos.

Problema de investigación: La vuelta del Malón: Cuando lo creativo está en la frontera. Danza en la Provincia de Buenos Aires: el caso Lobos.

Objeto de estudio: La puesta en escena y posibilidades danzables del cuerpo “insiliado” Arte y creación.

2.      Objetivos

Objetivo General: Investigación teórica/práctica. Desarrollar una investigación teórico-práctica en torno a las condiciones de producción de los procesos creativos.

3.      Objetivos Específicos:

Teórico / Prácticos:
-       Recopilar bibliografía teórica/crítica y audiovisual referida al tema en cuestión.
-       Relevar las diferentes posibilidades arquitectónicas de creación, corrección, producción.
-       Registrar ensayos.
-       Analizar las posibilidades de significación y sentido de los ensayos registrados.
-       Proponer un corpus de escenas y de desarrollos.
-       Realizar un guión de escenas en relación a dicha dramaturgia establecida a partir de:
. Los márgenes como espacio escénico
. El espacio escénico como margen.
-       Materializar lo que se genera entre la distancia que separa una imagen fija de una en movimiento.
-       Llevar a la escena los cuerpos normalizados por esas situaciones de frontera/margen.
-       Evaluar sus potencialidades artísticas.
-       Dotarlos de una interpretación creativa.

4.      Objetivos desarrollados durante el año 2017:

El equipo de trabajo teórico está integrado por Alba Virgilio y Catalina Trebisacce, mientras que la investigación práctica, en esta oportunidad, está constituida por Alba Virgilio y los integrantes del Ballet Experimental - Movimiento en Lobos (Agostina Acosta Sigismundi, Aymará González, Catalina Encabo, Florencia Antoñana, Giovanna Apella, Julia Tomasoni, Lucila López Echague, Magdalena Roncoli, Magalí Cusatis, Marina Palazzesi, Mercedes Guerri, Mariana Baldini y Tatiana Cinnadaio).
El Ballet Experimental es un proyecto impulsado desde la Dirección de Políticas Culturales perteneciente al Municipio de Lobos que funciona desde mayo de 2016 dirigido por Alba Virgilio y su propósito fundamental es de exploración y laboratorio. Indaga sobre la posibilidad de construir materiales coreográficos propios a través de un largo proceso anual de entrenamiento en Danza Contemporánea, Improvisación e Investigación en cuanto a movimiento y composición.
El equipo de trabajo teórico/práctico comenzó a trabajar en pos del nuevo proyecto. De esta manera se iniciaron acciones exploratorias, se propusieron encuentros experimentales de improvisación a fin de llegar a la construcción de diversas escenas que expongan la problemática planteada.
Los encuentros semanales funcionaron como laboratorio de investigación, llevando adelante las siguientes acciones:
- Trabajos de improvisación físico/dramático acerca de las preguntas de la investigación;
- Tareas de experimentación física personal y con los/as otros/as.
- Creación de movimiento, recopilación y fijación del material;
- Registro fílmico.

            El improvisar, como herramienta de composición, constituyó un momento crítico en la elección del material kinético, de movimiento y su articulación con los elementos escenográficos.  Duró varios meses, con lo que este trabajo físico/espacial terminó de construir el armazón coreográfico. Se intentaron establecer clímax, ritmos, formas, dinámicas, eventos, unísonos, fraseos, segmentaciones y unidades, preservando coherencia y globalidad de la pieza.
Para esta actividad, se utilizaron ciertos vectores que, de una manera u otra, conformaron la estructura del trabajo compositivo orientando la creación: acumuladores (condensan y acumulan varios signos), conectores (enlazan elementos secuenciales en función de una dinámica) y, embragues (elementos que hicieron posible pasar de un nivel de sentido a otro). Las secuencias gestuales/corporales se elaboraban, reelaboraban y cortaban incesantemente en el montaje de acciones físicas. Y, además, fueron situándose dentro de la estructura del proyecto al revelar la dinámica de la acción y la organización lineal-racional de los eventos.
           
Objetivos para la acción: Re-flexión sobre el proceso creativo y la toma de conciencia del mismo.

5.      Actividades desarrolladas en año 2017:

Planteo del problema.

El proyecto se propone indagar acerca de los efectos que la configuración del país (unitaria, capitalista, blanca, especista y heteronormada) tuvo y tiene sobre las geografías y las vidas que se despliegan tras la General Paz. A más de ciento cincuenta años del proyecto aniquilador, mal llamado la “conquista del desierto” que supuso la implementación de un plan "civilizatorio" y normalizador, sus principios siguen influyendo y/o condicionando las posibilidades de acceso, producción, creación y capacitación en torno a la danza en la Provincia de Buenos Aires: “el caso Lobos”.
Del mismo modo que el marxismo ha desenmascarado al fetichismo de la mercancía iluminando el proceso de producción fabril que la hacía posible, esta investigación se propone desfetichizar la obra de arte, hacer visible el proceso de producción de la danza, poniendo especial atención en la dimensión geográfica en él implicada. Porque sabemos que la fábrica de producción de las mercancías no se asienta en cualquier topografía. Ella brota de la cuadrícula, normada y controlable de la urbe, y en su trabajo maquínico de reiteración agónica garantiza la reproducción de ese paisaje monótonamente triunfante.  Por eso mismo decidimos pensar la imbricación del espacio en el proceso de producción creativo de la danza. Así es que el objeto del presente proyecto se orienta a iluminar los puntos desplazados, descentralizados, las zonas vueltas sombras de los centros urbanos, resultados del plan "civilizatorio", normalizador y modernizador. Y, del mismo modo que la empresa marxista, el caso Lobos apunta a poner bajo la lupa de la crítica las condiciones materiales que atraviesan y dan forma a las obras de arte en y desde los márgenes. Así es que, el trabajo en torno al proceso de producción no será una curiosa introducción al producto “final” de la obra de arte. Estudiar el proceso de producción será en sí mismo la obra de arte, pues el objeto de esta investigación es artístico, político y vital.
Como se trata de un trabajo que apunta a visibilizar no solo las obras de artes producidas en los márgenes sino a pensar la condición política de su producción desde ese lugar desplazado, de exilio interior, de insiliado, será parte de la investigación explorar las líneas de fuga al orden normalizador que se ensayan del otro lado de la línea de fortines que fantasmagóricamente persiste delineando a la “moderna” Ciudad de Buenos Aires. Pensaremos estas líneas a partir de la conceptualización de Giles Deleuze y Félix Guattari que sostienen que hay “que resituar los puntos muertos de un mapa y abrirlos así a posibles líneas de fuga" (2002:19). Las líneas de fuga son creatividad no ligada que desanda el espacio estriado del mapa normalizador y que propone una desterritorialización en su huida. Espacio liso para expresión de movimiento nómade, múltiple, que rehúye de toda campaña civilizatoria de lo Uno (y de lo único). Desde la presente investigación, se apuesta, entonces, a poner en valor la "tribu en el desierto en lugar del sujeto universal [citadino]" (Deleuze y Guattari: 2002:23). 
En este sentido, cuando hablamos de las posibilidades de acceso, producción y creación nos referimos a la obra de arte en el proceso de producción, en el proceso creativo, es decir de su duración. La misma cuyo desarrollo girará en torno a un problema, un tema, si se quiere, que se producirá en todo su transcurso. No habrá para esta obra un-producto-final (Bocchino: 2016). La lógica del producto final es la lógica del fetiche, la de la campaña civilizatoria, la de lo Uno, la del sujeto blanco, metropolitano, varón, heterosexual, propietario y humano. Interesan, en cambio, a esta investigación los devenires-otros, los devenires minoritarios que no condensan en ningún producto cerrado. Devenir animal, devenir india, devenir mujer, devenir insiliado, devenir multitudes como condición de posibilidad de la danza (Haraway, 2015; Deleuze y Guattari, 2002).

            ¿Por qué “La vuelta del malón”? ¿Qué significa ese título? Según expone Laura Malosetti Costa “La vuelta del malón” de Ángel Della Valle fue celebrada como la “primera obra pictórica de arte genuinamente nacional” desde el momento de su primera exhibición en la vidriera de un negocio de la calle Florida (la ferretería y pinturería de Nocetti y Repetto) en 1892. Pintado con el expreso propósito de enviarlo a la exposición universal con que se celebraría en Chicago el cuarto centenario de la llegada de Colón a América, el cuadro fue exhibido nuevamente en Buenos Aires ese mismo año en la exposición preliminar del envío a Chicago. En la Exposición Colombina obtuvo una medalla (de única clase) y al regreso se exhibió nuevamente en Buenos Aires, en el segundo Salón del Ateneo en 1894.
Fue la obra más celebrada de Della Valle. Presentaba por primera vez en las grandes dimensiones de una pintura de salón una escena que había sido un tópico central de la conquista y de la larga guerra de fronteras con las poblaciones indígenas de la pampa a lo largo del siglo XIX: el saqueo de los pueblos fronterizos, el robo de ganado, la violencia y el rapto de cautivas. En el manejo de la luz y la pincelada se advierte la huella de la formación de Della Valle en Florencia: no solo el aprendizaje con Antonio Ciseri sino también el conocimiento de los macchiaioli y los pintores del Risorgimento italiano. Algunos críticos lo vincularon con los grandes cuadros de historia del español Ulpiano Checa que se había hecho famoso por sus entradas de bárbaros en escenas de la historia de España y del imperio romano. Sin embargo, el cuadro de Della Valle entroncaba con una larga tradición propia, no solo en las crónicas y relatos literarios inspirados en malones y cautivas, sino también en imágenes que, desde los primeros viajeros románticos europeos que recorrieron la región en la primera mitad del siglo XIX, representaron cautivas y malones. En la década de 1870 Juan Manuel Blanes había realizado también algunas escenas de malones que aparecen como antecedentes de esta obra. Casi ninguna, sin embargo, había sido expuesta al público ya que tuvieron una circulación bastante restringida. “La vuelta del malón” fue, entonces, la primera imagen que impactó al público de Buenos Aires referida a una cuestión de fuerte valor emotivo e inequívoco significado político e ideológico.
Según refiere Julio Botet, a partir de una entrevista al artista en agosto de 1892, el asunto del cuadro se inspiraba en un malón llevado adelante por el cacique Cayutril y el capitanejo Caimán a una población no mencionada. Otro comentario (en el diario Sud-América) ubicaba el episodio en la población de 25 de Mayo. Pero más allá de la anécdota el cuadro aparece como una síntesis de los tópicos que circularon como justificación de la “campaña del desierto” de Julio A. Roca en 1879, produciendo una inversión simbólica de los términos de la conquista y el despojo. El cuadro aparece no solo como una glorificación de la figura de Roca sino que, en relación con la celebración de 1492, plantea implícitamente la campaña de exterminio como culminación de la conquista de América.
Como explica la curadora de arte, todos los elementos de la composición responden a esta idea, desplegados con nitidez y precisión significativa. La escena se desarrolla en un amanecer en el que una tormenta comienza a despejarse. El malón aparece equiparado a las fuerzas de la naturaleza desencadenadas. Los jinetes llevan cálices, incensarios y otros elementos de culto que indican que han saqueado una iglesia. Los indios aparecen, así, imbuidos de una connotación impía y demoníaca. El cielo ocupa más de la mitad de la composición, dividida por una línea de horizonte apenas interrumpida por las cabezas de los guerreros y sus lanzas. En la oscuridad de ese cielo se destaca luminosa la cruz que lleva uno de ellos y la larga lanza que empuña otro, como símbolos contrapuestos de civilización y barbarie. En la montura de dos de los jinetes se ven cabezas cortadas, en alusión a la crueldad del malón. En el extremo izquierdo se destaca del grupo un jinete que lleva una cautiva blanca semidesvanecida, apoyada sobre el hombro del raptor que se inclina sobre ella. Fue este el fragmento más comentado de la obra, a veces en tono de broma, aludiendo a su connotación erótica, o bien criticando cierta inadecuación del aspecto (demasiado “civilizado” y urbano) de la mujer y de su pose con el resto de la composición.
“La vuelta del malón” fue llevada a la Exposición Colombina de Chicago por el oftalmólogo Pedro Lagleyze, amigo del artista, en medio de la desorganización y dificultades que rodearon ese envío oficial. Fue exhibida en el pabellón de manufacturas, como parte del envío argentino, junto a bolsas de cereales, lanas, cueros, etc. Los pocos comentarios que recibió se refirieron a la escena representada como una imagen de las “dificultades” que la Argentina había logrado superar para convertirse en una exitosa nación agroexportadora.
Ángel Della Valle pintó una versión reducida de “La vuelta del malón” para obsequiar a Lagleyze al regreso. Conocida como “malón chico” ha sido con frecuencia tomada por un boceto. También pintó más tarde algunos fragmentos aislados de su gran tela: el grupo del guerrero y la cautiva y el indio que enarbola la cruz.
Della Valle había comenzado a pintar cuadros de tema pampeano durante su estadía en Florencia. En 1887 envió a Buenos Aires varias obras, entre las que pudo verse un indio a caballo, “En la pampa”, y “La banda lisa”, que aparecen como tempranas aproximaciones al tema de “La vuelta del malón”.
La pintura fue solicitada por el director del Museo Nacional de Buenos Aires (MNBA), Eduardo Schiaffino, a la familia del artista tras su muerte en 1903; esta optó por donarla a la Sociedad Estímulo de Bellas Artes con el cargo de su venta al MNBA a fin de instituir un premio anual de pintura denominado “Ángel Della Valle”.
Entonces, otra vez, ¿Por qué “La vuelta del malón”?, ¿Por qué el nombre de una obra que es expresión de una narrativa civilizatoria productora de un estado de cosas injusto que de algún modo sobrevive hasta la actualidad? Porque la apropiación de este nombre deviene ocasión de posibilidad para reescribir su sentido. “La vuelta del malón” ya no como una amenaza paralizante del orden público sino como metáfora-promesa de transformación de lo impuesto. Esta vuelta del malón lleva el signo positivo de la revuelta y “el caso Lobos” encarna esa potencia. Las huellas de la precariedad del régimen geopolítico unitario se vuelven plataforma para la escritura de danzas contestatarias/resistentes/militantes.

Antecedentes o estado de la cuestión:

Éramos el territorio indómito, la congregación imprecisa de poblaciones diversas. La llanura, la pampa, un espacio sin confines. Y fuimos, luego, también, la llegada, la frontera, el hombre blanco, el encuentro, el desencuentro, el insilio, ese largo proceso de exilio interior al que fuimos sometidos/as tras aquel (des)encuentro.
Ese territorio ocupado, heredado de España, era como una especie de isla continental que se extendía desde las costas del Río de la Plata hasta el Alto Perú. A sus bordes dos fronteras de casi mil quinientos kilómetros cada una lindaban con la impenetrable vegetación del Gran Chaco en el Nordeste y hacia el Sur con la Pampa y la Patagonia, escenario natural de los pueblos indígenas que, desde sus tolderías, habían decidido vivir la libertad de sus nomadismos. Buenos Aires, la actual provincia, era apenas una porción de 40.000 km2. La frontera hacia el “desierto” se extendía desde la desembocadura del Río Salado hasta San Carlos de Mendoza, pasando por Monte, Lobos, Ranchos, Mercedes, Pilar, Concepción en Río Cuarto, Santa Catalina y San Lorenzo sobre el Río Quinto. La ocupación de la tierra y la guerra al indio continuó siendo una misma cosa por parte de aquellos que gestaron el movimiento emancipatorio como lo había sido desde que los españoles pusieron un pie en América.
El espacio fue una preocupación reiterada en la vida cotidiana pues producía el efecto de un vacío o de una enigmática presencia cuando el conquistador se acercaba a la “frontera”. Ligadas a la premisa de inseguridad que generaba una tierra tan vasta y a las exigencias de una lucha implacable por su posesión se instalan desde el inicio dos prácticas que han sido la obsesión de “los argentinos” puestos al margen: la “papeleta[3]” y la “leva[4]”. Ambas tienen directa relación con el miedo al espacio territorial demasiado extenso y con la forma en que se reclutó gente para “conquistar la tierra en posesión de las indiadas”. De esta manera, como el concepto de “vago” está ligado a un evidente temor de ver gente libre y disponible, la institución de la “leva” está vinculada a la lucha por la conquista del espacio contra el indio. Fue la continuidad de un combate por la tierra, por el espacio que unos pretendían y otros defendían.
A diferencia de las guerras por la independencia que movilizaron el entusiasmo de los pueblos y ofrecieron un horizonte de gloria para los que participaron en la gesta, las guerras contra los/as indios/as tuvieron el carácter de acciones de represión, cuyos contingentes se formaban con condenados tomados por la fuerza; y sus tácticas mezclaron sin prejuicios los negocios, el pacto y el exterminio físico de los/as indígenas. Alrededor de la tierra y de los/as indios/as se tejió una compleja red de intereses privados y objetivos políticos en la que participaron el gobierno, los comandantes de frontera, los estancieros, los pulperos y quienes, viviendo del tráfico fronterizo de vidas y bienes se aprovecharon de la miseria y del drama que significó para ambas partes fatalmente destinadas a no poder vivir en una misma comunidad. La conquista del territorio que la administración hispánica había dejado en manos de las tribus indígenas nómades y la posterior distribución de la tierra esa parte de la historia medular de la Argentina. La forma en que se distribuyó el botín de sus beneficios ha marcado los hábitos de trabajo, la valoración popular de la idea de Justicia y el papel de Estado como distribuidor de premios y sanciones.
Hasta la conclusión de la Guerra de Independencia no hubo iniciativa contra los/as indios/as y sus tierras, por cuanto las energías políticas y militares estaban concentradas en luchar contra el enemigo exterior. En 1820 empiezan las campañas hacia la frontera Sur. En 1879 se inicia el avance definitivo sobre el “impenetrable” Chaco. Han sido las fuerzas militares y navales argentinas las que aseguraron la ocupación de los vastos territorios. Entre el espacio natural y la tierra productiva estaban los/as indios/as, últimos herederos/as de la América precolombina y primera víctima del Estado que quería construirse. Solo queda un tenue recuerdo de esos hombres y esas mujeres que no tuvieron voz para contar su historia, que nos dejaron algún rasgo genético y mucho de silencio, recién empezado a desempolvar, en su destino.
La Revolución se inicia haciendo apología de los indios. Los primeros documentos de la Junta circulan traducidos al aymará, quechua y guaraní. Durante las guerras de la independencia se los convocó a las filas de los ejércitos, cuando eran mansos. Fueron contratados como peones en las estancias al sur del Salado y participaron de uno a otro lado en las guerras civiles. Llegado el momento de la definitiva organización del país se les hizo la guerra hasta extinguirlos. Durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas se los trató de atraer, pero ya en 1838, La cautiva de Esteban Echeverría inaugura la denuncia de su salvajismo.
Si bajo el control y la administración española el/la indio/a, la alteridad, lo otro, había encontrado el modo de la mixtura, del camuflaje para cierta supervivencia, con el proyecto independentista, normalizador, racional, de los estados modernos esta posibilidad quedó cada vez más circunscripta. El modelo de los estados modernos de occidente se cimienta sobre el principio de lo racional. Y lo racional sobre el principio del control. Es un control de poder disciplinario, dirá Foucault (1976), que se despliega hasta el nivel del detalle y persigue la medida promedio que habilita la homogenización. Lo racional miente un ciudadano promedio-modelo porque esa medida es la medida del poder. Al ciudadano promedio- modelo lo encarna el varón, blanco, propietario, citadino, humano y heteronormado (Preciado, 2008). En función de la distancia que se mantenga respecto a esa medida, a esos poderes, será el valor de cada una de las demás cosas existente: plantas, animales, indias, indios, negras, negros, habitantes de lo rural, pobres, gays, lesbianas, mujeres blancas, etc. Según sostienen Lekerman y Girola “la modernidad -dominante en el siglo XIX y en buena parte del XX-, se presentó como un proyecto racional y secular, violentamente occidental, pero de aplicabilidad y deseabilidad universal” (2004: 5) En este sentido, “el proyecto moderno también significó el despliegue de eficientes dispositivos de disciplinamiento de los cuerpos. Por un lado, el desarrollo de la anatomía política (entendida como el control del cuerpo-individual), y por otro lado, el polo complementario de la biopolítica (entendida como el control del cuerpo especie)” (2004:5).
Lo racional es espacio controlado, estudiado, conquistado. Lo racional es la ciudad y su conocida cuadrícula, en detrimento de lo rural y su indeterminación, en detrimento de lo que llamaron desierto. “El anclaje eminentemente urbano del proyecto moderno involucró a la ciudad en tres instancias fundamentales: por un lado, convirtió a la urbe en un objeto específico de gestión/planificación; por otro lado, privilegió determinado tipo de intervenciones arquitectónicas; y por último, supuso una forma particular de urbanidad y de relación con la alteridad” (Lekerman y Girola, 2004: 6). La medición y la cuadrícula se constituyeron en la clave de diseño urbano sobre el desierto (Gorelik, 1998). Clave para el despliegue del control, clave para la instalación de un habitante calculado.
Metodología y corpus / fuentes:
Es imposible disociar el método de la práctica y rechazar el discurso sobre el método, si no fuera que, en algunos casos, el método amenaza imponerse a la investigación (Bourdieu: 1973).Tratándose de una propuesta escénica, su origen y prosecución se vale de una reflexión permanente que interrelaciona teoría y práctica de manera constante. Muchos/as investigadores/as disocian el método - y todas sus operaciones de investigación - de la teoría; y esto se da con mayor radicalidad en la puesta artística. Surgida la propuesta de la experiencia de investigación y de sus dificultades cotidianas, el propósito del método explicita, en función de las necesidades, un sistema de costumbres intelectuales que se dirigen a quienes tienen la necesidad de no descuidar ninguno de los instrumentos conceptuales o técnicos que dan todo el rigor y la fuerza a la experiencia artística. Si bien es cierto que la enseñanza de la investigación requiere, de parte de quienes la conciben como de los que la reciben, una referencia directa y constante en primera persona en la práctica, la metodología hoy multiplica programas de investigación, consideraciones críticas de otros investigadores o veredictos metodológicos de autoridad. Ello no puede remplazar una reflexión sobre la imprescindible relación entre las técnicas y los esfuerzos por mostrar un producto terminado aún al intentar transmitir principios que no pueden presentarse como verdades de principio porque son el principio de la investigación.
Si bien es cierto que la metodología se distingue de las técnicas empleadas, una mínima reflexión sobre el método debe asumir el riesgo de rever las propuestas sobre el tema. Y en este sentido es necesario someter las operaciones de la práctica, la puesta en escena de la propuesta, a la polémica de la razón teórica, para conseguir una actitud de vigilancia sobre lo producido que encuentra en el reconocimiento del error y del mecanismo que lo engendra uno de los medios para superarlo.  En este sentido, parto de la idea de que lo que vale para la observación vale también para la experimentación, puesto que no hay experimentación que no implique principios o supuestos teóricos. Por ejemplo, montar una obra coreográfica no es otra cosa, en sentido metodológico, que hacerse una pregunta a la medida de un problema y ensayar una respuesta en la producción coreográfica.
Para llegar a un producto terminado, es necesario pensar y formular una pregunta y, antes de sacar una conclusión a su  medida, interpretarla, es decir  comprender la relación entre la pregunta y sus posibles respuestas.  Por su parte, sólo una experimentación exitosa, como confirmación en la puesta coreográfica, puede atestiguar el valor explicativo y el poder que se deduce de las contribuciones teóricas; es decir, establecer su capacidad de generar un hecho artístico susceptible de encontrar alguna respuesta. El mejor medio para que el hecho artístico responda a lo que se quiere hacerle decir es indagarlo a partir de una “teoría” que produzca un hecho artístico.  La experiencia no cumple con su función sino en la medida en que establece una invocación permanente contra la tentación de abandonarse al principio de placer que sustentan las fantasías de cierto formalismo, del intuicionismo o de los ejercicios de la teoría pura. Toda experiencia correctamente realizada pretende la intensificación de la dialéctica entre teoría y práctica, pero sólo a condición de que se pueda mostrar, y entonces pensar adecuadamente a partir del resultado, la puesta.
Para poder construir un objeto y al mismo tiempo entender cómo se construye, se necesita ser consciente de que todo objeto se asienta deliberada y  metódicamente sobre las técnicas de construcción del problema planteado al objeto. Sin embargo, en el ámbito de la danza nos encontramos con la dificultad e imposibilidad de tomar metodologías de investigaciones pre-establecidas, puesto que para la improvisación, y así también para la creación de una obra coreográfica podría hablarse de una metodología silenciosa, en la que cada intérprete, cada autor y/o creador, cada docente deciden indagar dentro de su proceso creativo.  Es así que mi propuesta se asienta sobre la base de la observación teórica y práctica como principio fundamental. De esta manera tenemos acceso a una primera instancia de elección de diferentes objetos-ideas que no son otra cosa que elementos que funcionan como puente o transporte hacia diferentes temas que podrán ser desarrollados a futuro, sin saber, hasta este momento, de qué manera. Luego, todo lo que llame la atención será puesto en foco y en relieve.

¿Pensar en la atracción que producen ciertos movimientos, objetos? ¿Por qué se convierten cuestiones peculiares? ¿Por qué despiertan cierta atención? ¿Qué es lo que quiero mostrar, a dónde quiero apuntar, a quién quiero hablarle, qué es lo que quiero provocar en un espectador? ¿Qué es lo que quiero comunicar? O mejor, ¿qué es eso otro que quiero mostrar? ¿Cómo se baila, como se enseña (desde) una línea de fuga? Se trata de inquietudes que devienen una y otra vez en el momento de la danza, la improvisación y creación cuando es puesta en cuestión.  Analizarlas, descomponerlas, segmentarlas significa poder preguntarse qué es lo que estamos haciendo cuando aprendemos/enseñamos, y por lo tanto, que es lo que estamos haciendo cuando bailamos. 

De esta manera, es importante generar un espacio específico de trabajo, en el que todos/as los/as integrantes de la investigación se coloquen “en abismo”, en un lugar que pueda cuestionarse y que cuestione su alrededor. Deberemos estar preparados/as para lo inesperado, lo sorprendente y cambiante, posiblemente también lo atroz.
A través de trabajos de improvisación, proyección de videos, lecturas, puesta en común, reflexión y cambios espaciales coordinados se podrá desarrollar el ambiente de exploración que pretendo.


Proceso de creación
"Bien sabemos que no es nada: una puerta no se abre sino para cerrarse en un momento u otro; una cosa, una mariposa, no aparece sino para desaparecer al instante. Pero el pensamiento se engaña una segunda vez realizando con lo que desaparece la misma abstracción que con lo que aparece. También aquí tendrá que tener en cuenta lo que sigue, es decir, el modo en que lo que ya no está permanece, resiste, persiste tanto en el tiempo como en nuestra imaginación, que lo rememora. ¿Cómo podemos hablar de una aparición sino desde el punto de vista temporal de su fragilidad, de la oscuridad en la que vuelve a sumergirse? Pero, ¿cómo hablar de esa fragilidad sino desde el punto de vista de una tenacidad más sutil, la que surge de la posesión, de la aparición, de la supervivencia?  Como los batientes de una puerta, como las alas de una mariposa, la aparición es un movimiento perpetuo de cerramiento, de abertura, de cerramiento otra vez, de reabertura... Es un batir de alas, un latido."
Georges Didi-Huberman, La imagen mariposa (2007).

La pregunta que ofició como principio constructivo de la pieza coreográfica presentada fue armada en torno a esta primera idea, la puesta en escena y posibilidades danzables del cuerpo insiliado.
En esa línea, seleccioné el primer equipo de trabajo práctico, los intérpretes del Ballet Experimental Movimiento en Lobos. Luego, me contacté con las personas encargadas de los lenguajes escénicos, los videastas Hilario Ayastuy y Magalí Cusatis. Más tarde, seleccioné el espacio en el que trabajar: una plataforma (escenario) de aproximadamente 8 x 10, una alfombra de 14 m2 de pasto sintético cortados en 1 m2 dispersos en el escenario del Teatro Cine Italiano – Lobos.
Así es que comenzaron los encuentros semanales para los correspondientes ensayos: me propuse indagar las posibilidades plásticas y de movimiento del cuerpo en el límite, en los márgenes, al filo del abismo, a fin de llevar a escena una obra de danza que exponga la problemática.
Se realizaron trabajos de improvisación y creación de movimiento con el material, prueba y error, recopilación, eliminación y fijación del material. Además del registro fílmico constante.
Palabras como zona, espacio, verde, negro, afuera, adentro, límite, borde, orilla, costado, “entre”, intervalo, pliegue, han sido las piezas fundamentales capitalizadas como material de movimiento. Fue aquí, que comenzó a vislumbrarse físicamente, una manera de “ser” desplazado/a del estatismo de las esencias, que reconocer mutaciones y movimientos, de estar, de bajar, de entrar y de resurgir, de esconderse, de exponerse, de ocultarse.

Guión

Rectángulo de 14m2 de pasto sintético, ángulo derecho atrás.
Pantalla para proyección

Movimiento
Proyección Audiovisual
Prólogo
Prólogo
Escenario negro
“La vuelta del malón” de Ángel Della Valle fue celebrada como la “primera obra pictórica de arte genuinamente nacional” desde el momento de su primera exhibición en la vidriera de un negocio de la calle Florida en 1892. El pintor, presentaba por primera vez una escena que había sido un tópico central de la conquista y de la larga guerra de fronteras con las poblaciones indígenas de la pampa a lo largo del siglo XIX. Funcionaba como justificación de la “Campaña del desierto” de Julio A. Roca contra el saqueo de los pueblos fronterizos, el robo de ganado, la violencia y el rapto de cautivas. El malón aparece equiparado a las fuerzas de la naturaleza desencadenadas. Símbolos de civilización y barbarie. Algunos se refirieron a la escena representada como una imagen de las dificultades que la Argentina había logrado superar para convertirse en una “exitosa nación agroexportadora”.
1era escena
1era escena

Parados en el fondo de la escena.


De a poco comienzan a iluminarse y contornearse los cuerpos. Parados sobre pasto sintético se encuentran en una aparente quietud.



























Estatuas y cambios espaciales del pasto, hasta quedar desparramados por fuera de la cuadratura.


Casi siempre todo parte de una imagen. Imágenes que no son meras representaciones sino pensamiento en sí mismo. Eso creo. Solemos creer que las imágenes son del campo de lo emocional, de lo sensible, de aquello que es extraño al pensamiento racional. Solemos creer también que las imágenes son la pausa, lo estático, lo chato y lo inconexo, mientras que el pensamiento es el movimiento, el proceso y la relación. Quizás debiéramos rever estas presunciones. Abunda el pensamiento en el movimiento de las imágenes. El pensamiento es siempre abierto entre ellas y ellas siempre se despliegan en series. Una tras otra, tras otra, tras otra, y así, siempre, con obscena evidencia o con sutil disfraz. Porque no existe la imagen aislada. La imagen solitaria y detenida es, en tal caso, una ficción disciplinadora que nos ha enseñado a desdeñarla.
Cabe entonces combatir esa ficción e insistir con la condición abierta y dinámica del origen que es imagen. No hay quietud ni cerrazón. Hay una imagen-movimiento de trazos desordenados, caóticos, que tiene una geometría desmesurada. Es miles de imágenes ella misma. Como una explosión. Tensión entre desmesura y cálculo. Una revuelta. Y entonces, la belleza está aquí, en lo anudado.
¿Por qué la vuelta del malón?  ¿Por qué el nombre de una obra que es expresión de una narrativa civilizatoria productora de un estado de cosas injusto que de algún modo sobrevive hasta la actualidad?

Hoy, sin embargo, leo “La vuelta del malón” con el signo inverso. Leo la potencia de esa fuerza bárbara como una resistencia vibrante a la imposición del régimen disciplinar de la cuadrícula, del cálculo, del pensamiento racional y de su movimiento siempre predecible. La consigna de podría ser, entonces, reivindicar la condición fronteriza, inestable, incalculable e impredecible del malón. La consigna podría ser: devenir barbarie.
2da escena
2da escena

Los bloques de pasto dispersados por el espacio (fuera de la cuadrícula establecida)

Diálogo entre las imágenes proyectadas, sus textos (biografías) y su material de movimiento.
EL CASO LOBOS
Se baila. Para estar juntos, entre varios. Los cuerpos se acercan unos a otros, van y vienen sin orden previo, con igual empeño en las vueltas y revueltas. Como si fueran imágenes vivas en situaciones en que cada cuerpo puede ser sucesivamente artista, obra de arte, espectador u oyente. Porque somos la potencia de la indeterminación del movimiento de las imágenes. Y nos movemos y bailamos para estar juntos. Sin duda bailar no puede aislarse de ningún momento humano. Se baila solo, acompañado, en soledad. Se baila con las imágenes-pensamiento y su inagotable fuerza de lo impredecible. Se baila con la complejidad de lo múltiple y de lo abierto.
Y en el movimiento, no nos mostramos como es esperable. Aparecemos donde no era imaginable, desde negación que nos ha exiliado en los márgenes. Y la condición de destierro es condición de posibilidad para lo abierto, es la ausencia de determinación. Entonces, más que subsanar la expulsión nos interesa pensar, actuar y crear las condiciones (espaciales, temporales) de aquel confinamiento que nos posibilita. Nos interesa reconocernos quedarnos mucho tiempo en el borde oscuro antes de entrar en el círculo de la luz. No mostramos lo que “sabemos” hacer al modo de un relato predecible, claro y distinto. Aparecemos, una y otra vez. Una y otra vez. Y siempre en series, siempre en movimiento abierto.

3era escena
3era escena
Retirada de los bloques de pasto al espacio cuadricular del inicio.
Imágenes de los intérpretes. Planos detalles.
Epílogo
Epílogo
Escenario en negro
La imagen arde en su contacto con lo real y nos consume. No se puede hablar del contacto entre la imagen y lo real sin hablar de una especie de incendio, por lo que no se puede hablar de imágenes tampoco sin hablar de cenizas. La imagen no quiere estar en presente. No puede estarlo. La imagen es una huella, un rastro, una traza visual del tiempo que tocó, pero también de otros tiempos subsidiarios, irremediablemente anacrónicos, diversos entre ellos, que la memoria no puede ligar. Es ceniza mezclada de varios braseros, más o menos caliente. La imagen también es proyección de mundos futuros
La imagen arde. Arde con lo real a lo que, en un momento dado, se ha acercado. Arde por el deseo. Por la destrucción. Por el resplandor. Por su intempestivo movimiento. Por el dolor del que proviene. La imagen arde por la memoria, todavía, cuando ya no es más que ceniza. Y arden también por los mundos inimaginables que abre al futuro. Para sentir su intensidad hay que atreverse, acercar el rostro a la ceniza y soplar suavemente para que la brasa, debajo, vuelva a emitir su calor, su resplandor y su peligro. Como si de la imagen gris, se elevara una voz: ¿No ves que ardo?

Capacitación del Becario:

-          Encuentros semanales de improvisación, composición y montaje con Mariela Ruggeri en función de la creación de una obra coreográfica.
-          Encuentros semanales de improvisación, composición y montaje con Lucas Díaz en función de la creación de una obra coreográfica.
-           
Otras actividades pertinentes y vinculadas al proyecto (docencia, extensión, etc.):

Se dictan clases de Danza Contemporánea e Improvisación en CABA (“Deja vu estudio”). Además clases de Danza Tradicional y Contemporánea y Expresión Corporal en el Instituto de Formación Docente Nro. 153 de la ciudad de Lobos a alumnas que cursan la carrera de Profesorado en Educación Inicial y Primaria y clases de Expresión Corporal en jardín 910 de la ciudad de Lobos.

6.      Obstáculos en el desarrollo de las actividades y redefiniciones del proyecto original

-          Escasos recursos económicos para solventar:
1.      Honorarios para intérpretes, co-director, director, asistente, iluminador, músico y videasta
2.      Viáticos.
3.      Alquiler de sala para ensayo.
4.      Materiales audiovisuales

7.      En virtud de estos obstáculos y redefinciones: ¿qué requerimientos realizarías al Centro Cultural de la Cooperación (bibliografía, seminarios, encuentros con becarios, etc)?

-          Concurso de subsidios a la producción artística para la concreción de productos artísticos como obras coreográficas, video-danza, etc.
-          Becas de financiamiento para investigadores asociados. Cabe señalar que la becaria Alba Virgilio ha solventado los gastos que conciernen a viáticos y demás cuestiones pertinentes al trabajo teórico-práctico de la investigadora asociada Catalina Trevisacce.

8.      Proyecto y plan de trabajo:

Detallo a continuación las acciones a desarrollar:
Teóricas:
- Rastreo de bibliografía teórica, crítica, reseñas y artículos sobre autores y obras.
- Recopilación de material audiovisual referido al tema en cuestión
- Reconocimiento y análisis de recursos bibliográficos seleccionados.
- Redacción de informes y puesta a prueba en encuentros científicos de trabajos que dan cuenta de los resultados del análisis investigativo.

Prácticas:
- Selección del equipo de trabajo práctico:
1) Intérpretes
2) Lenguajes escénicos: 
a) Selección del músico que creará el diseño sonoro de la obra artística.
b) Selección del iluminador que generará el clima deseado para la puesta. 
- Selección del espacio a trabajar.
- Organización de encuentros semanales para los ensayos pertinentes.
- Registro fílmico. 
- Estreno de la obra coreográfica

Cronograma. Secuencia y plan de trabajo
PROPUESTA BIANUAL
Cronograma de actividades y tareas a desarrolladas:

Tareas
Mes (2017)
Relevamiento del material teórico específico.

Enero - Febrero - Marzo -
Trabajo descriptivo y comparativo de los textos utilizados

Marzo - Abril
Selección del equipo de trabajo práctico.

Febrero
Encuentros semanales con los intérpretes

Febrero a Diciembre
Trabajos de improvisación y creación de movimiento.

Febrero a Diciembre
Recopilación y fijación del material
(1ra parte)

Agosto
1ra entrega: Avance de la investigación 1
Encuentros semanales con los intérpretes
Filmación  - Grabación de escenas
Trabajo constante de creación y fijación con el material audiovisual
Recopilación y fijación del material audiovisual  (1era parte)

Cruce e intercambio entre colegas de ámbito escénico y audiovisual
Adaptación de la música / Creación sonora para el producto audiovisual


Junio
Cronograma de actividades y tareas a desarrollar:

Cruce e intercambio con los encargados de la creación de los diversos lenguajes escénicos: iluminador, escenógrafo, músico,
Julio a Noviembre
Recopilación y fijación del material
(2da parte)

Año 2: 2018

Desarrollar tareas teórico prácticas en relación al proceso de composición audiovisual y coreográfica.

Octubre – Noviembre


Equipo de trabajo

Equipo de trabajo teórico: Catalina Trebisacce (Investigadora Asociada) y Alba Virgilio (Becaria)

Equipo de trabajo práctico: Alba Virgilio, Mariela Ruggeri e intérpretes: Ballet Experimental Movimiento en Lobos. (Lobos. Pcia Bs As); Diseño sonoro y música original: 1era instancia work in progress Chango Spasiuk / Diseño de iluminación: Hilario Ayastuy / Diseño de material audiovisual: Hilario Ayastuy y Magalí Cusatis.

Lugar de ensayo: Teatro Cine Italiano (Perón 170) Lobos.

Área Danza: Mariela Ruggeri, Leticia Pérez y Alba Virgilio.

Formatos de publicación

-          Puesta en escena: Conferencia Bailada: Acción Performática

Investigación teórico/práctica: La vuelta del malón

En una relación de intercambio con el público, la becaria Alba Virgilio propone una conferencia bailada permitiendo, de esta manera, la reflexión y, al mismo tiempo, la discusión alrededor de las inquietudes teóricas, prácticas y artísticas que han marcado su investigación hasta el momento.

Fechas:
Lobos: 21 de octubre de 2017 (Teatro Cine Italiano)
CABA: 9 de noviembre de 2017 (Lugar: Sala Solidaridad / Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”)

-          Audiovisual
-          Muestra fotográfica a cargo de Marina Palazzesi.

The final cut / Reflexión de la práctica

Tengo muy mala memoria por no decir malísima. Sobre todo para las cosas importantes. Cuando me pongo a pensar en qué momento comencé a imaginar La vuelta del Malón miento porque no me acuerdo. Lo que recuerdo es por qué la hice. Seguramente algo extraordinario. Sentí que era imposible decir exactamente lo que quería o pensaba, no podía explicarme. Las imágenes vivían/viven en mi cabeza y tenía que desalojarlas porque no me dejaban lugar. Constantemente pensaba en ellas, eran un concentrado de obsesiones y necesidad física. Por eso bailo, por lo  que me atrae, pero que al mismo tiempo no puedo llegar a entender del todo.
Necesito mucho tiempo, la casa muy ordenada, bañarme, el pelo atado y silencio. Bailo precisamente sobre lo que no puedo entender, sobre espacios en los que necesito probarme. En realidad, comienzo a contar algo cuando me acerco a lo que aún no termino de comprender y sin embargo me conmueve. Por momentos necesito saber a dónde voy, pero también sé que si sé demasiado me aburro y atravesar esa historia pierde sentido.

Empecé a vivir en Lobos casi toda la semana cuando comencé con esta obra. Viajaba a Capital Federal dos/tres veces por semana, a buscar, ensayar, probar, trabajar todo el día. Salía de Lobos a las 8.30 y volvía a la noche. Esperaba la combi en Combate de los Pozos y Venezuela a las 21.30 bajo el calor o el frío, rodeada de humo de colectivos, autos, camiones y basura. “Ese” era un fabuloso plan. Ya no podía viajar en auto por eso lo hacía en combi. Los viajes se hacían interminables, millones de anécdotas recogidas. Creo que de todo esto está hecha La vuelta del malón. Una mezcla de romanticismo y resistencia. Hermosura y crueldad.
He hecho otras obras que han fracasado puesto nunca tuvieron la repercusión deseada. O la que se suponía que debían tener. Jamás gané ningún tipo de subsidio. Casi podría decir soy una experta en presentar formularios a la nada misma. El fracaso no me espantó. Al contrario, me di cuenta que quería hacer esto para siempre. Es la mejor forma que encuentro de "desalojar" esas imágenes ocupantes mentales de las que les hablaba al principio.
Cuando me preguntan cuál es la diferencia entre bailar y dirigir respondo que en la primera es como una carrera rápida, y la segunda, como una carrera de fondo. En las dos se trata de correr, pero lo que uno ve y cómo lo ve y el impacto de esa corrida sobre el cuerpo es distinta. En la corrida rápida la emoción está en la velocidad, la sensación de atravesar una ruta nueva con precisión y rapidez y el fuerte impacto que tiene esa travesía en nuestro cuerpo, por el nivel de entrega que exige intensidad, por lo rápido que puede llegarse a un estado de extrema exaltación en solo minutos. En la corrida de fondo hay más tiempo para mirar, entender, para hacer de ese recorrido un espacio reconocible. El cuerpo entiende que hay un ritmo tonal que mantener por lo tanto la cabeza queda libre para otras cosas más allá de la meta. En el impacto final el cuerpo llega distendido, pero el paseo dio tiempo a otro tipo de descubrimientos que no hubieran sido posibles en una carrera rápida. No puedo con las dos cosas al mismo tiempo. No puedo crear si hay alguien más metido en mi cabeza.
Corrijo mucho, voy y vengo una y otra vez sobre una misma cosa. Corrijo e intento tomar distancia, intento distinguir algo o cualquier cosa que me ayude a ver eso que no veo desde hace mucho, de otra manera. Me frustra que el recorrido por la obra no funcione como yo quisiera, pero es casi siempre culpa de la obra y no del espectador. Es una frustración que tiene que llevar otra vez a la reflexión acerca de la escritura/proceso de la obra, es parte del proceso. Siempre hay hartazgo y cansancio porque uno trabaja y prueba, corrige y saca, y la relación que uno tiene en el juego con el material va desgastándose, va perdiendo algo de la intensidad emocional que tenía en el primer borrador. Pero ese trabajo, si va por buen camino, debería delinear la historia con mucha precisión, afilarla, llevarla hacia una zona más interesante. Si después de todo ese trabajo, el objeto vuelve a provocarme esa emoción fuerte que en un principio impulsó su creación, entonces confío otra vez. La sorpresa más linda es en realidad la más esperada y es cuando el espectador capta el tono, la emoción y la idea del trabajo tal como yo quería que se viera. Es una sorpresa porque es como haber trabajado durante años en enviar una señal a otro planeta y de pronto obtenés una respuesta.

Me gusta crear obras.
Me gusta entrar con la sensación de que algo verdaderamente importante está pasando y que seguir adelante dará algo valioso a cambio, ayudará a entender algo que podría cambiar el modo de ver las cosas, atravesar una situación en la que nunca antes había experimentado, describir ideas, mundos, simpatías a las que no hubiera podido llegar sola.

Cuando termino la obra, o mejor dicho la muestro por primera vez, me pregunto una y otra vez cómo voy a ingeniármelas para volver a pensar/escribir/crear después de semejante trabajo. Después, finalmente pasa otra vez.


Bibliografía Consultada

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Enlaces:
https://www.bellasartes.gob.ar/coleccion/obra/6297
https://www.youtube.com/watch?v=hWNaI9zcQp0
https://www.youtube.com/watch?v=4rMMdrFGvGM



[1] Es Licenciada en Composición Coreográfica Mención Danzas. IUNA (Instituto Universitario Nacional de Arte) 2000-2008. Cap. Fed. Ha sido becada por el ADF American Dance Festival 2008 (junio-julio) – North Carolina – EE.UU (Beca de capacitación en la Escuela del ADF. Universidad de DUKE). Desde el 2012 trabaja en el área danza del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” junto a la coordinadora Mariela Ruggeri). En el 2013 obtuvo Beca de Investigación (bianual) del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” por su trabajo teórico/práctico: “Proceso creativo y grotesco: el cuerpo deforme como vehículo del desborde (creación performática y video-danza)”. En el 2015 obtuvo Beca de Investigación (bianual) del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” por su trabajo teórico/práctico: “Una flexión acerca de la performance” (propuesta de producción teórico-práctica)”. Trabaja desde el 2005 dictando clases de danza contemporánea y danza clásica de manera independiente. Lo ha hecho también en la Escuela Arte XXI, IUNA, ISFD Nro.153 de Lobos. Ha sido directora e intérprete de sus obras “Punto” (2015), “Los Hábiles” (2014), “Piezas” (2013) y “Ni te asomes” (2008). Ha sido intérprete en la obra “Inés” dirigida por Mariela Ruggeri y “Clásica” estrenada en Junio del 2015 en el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, presentada en Espacio Callejón durante los meses de Julio y Agosto, dirigida por Martín Piliponsky. Actualmente finaliza temporada de funciones en el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” junto al intérprete Lucas M. Díaz de la obra coreográfica  “Boceto para la siesta de un fauno” dirigida por Mariela Ruggeri y es directora del Ballet Experimental Movimiento en Lobos (Dependiente de la Dirección de Políticas Culturales del Municipio de Lobos).
[2] Es Doctora en Ciencias Antropológicas por la Universidad de Buenos Aires. Investigadora de Instituto Interdisciplinarios de Estudios de Género y del Instituto de Geografía Romualdo Ardissone, ambos del FFyL, UBA. Becaria postdoctoral del CONICET. Docente de la UBA, la UNLZ y la UNLA. Integrante del grupo de investigadoras "Mujer, política y diversidad en los ’70" radicado en el IIEGE. Integrante del grupo de investigadores/as del Programa Memorias Políticas Feministas y Sexo-Genérica, creador del archivo “Sexo y Revolución”, perteneciente al CeDInCI. Sus investigaciones se inscriben en el terreno de los estudios de memoria, la teoría feministas postestructuralista y la historia del movimiento feminista local. Publicó en revistas como Estudos Feministas;Mora; Sexualidad, salud y sociedad; Nomadías; entre otras. 

[3] La “Papeleta” era un documento que permitía a los peones de campo pasar de un partido al otro en la provincia de Buenos Aires. Es decir, lo peones no podían moverse en la provincia sin autorización por escrito bajo la amenaza de ser pasibles de una gravísima acusación: ser considerado un “vago”.
[4] Ligada al control de las “papeletas” estaba la práctica del castigo más temido en la conciencia popular: las levas. Las “levas” atemorizaban con su secuela de separar familias y amigos. La incógnita del destino de quedar a la suerte de nadie. Fierro es la encarnación de estas desgracias.


PROYECTO


Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini
Área de Danza
Investigación en 
Danzas de Matriz Africana en Buenos Aires
Cecilia Benavidez


Introducción

El presente proyecto propone la creación de una línea de trabajo en Investigaciones en Danzas de Matriz Africana en Buenos Aires, dentro del Área de Danza del CCC.
En sintonía con los propósitos de dicha área, nuestro objetivo es generar un espacio para la reflexión y el intercambio entre docentes, directores e intérpretes que trabajen con danzas de matriz africana para promover su investigación (teórica y escénica) desde un ámbito institucional como es el CCC.
El recorrido de estas expresiones en Buenos Aires tiene más 20 años, en los cuales se han expandido y desarrollado hasta ser parte del circuito cultural porteño. En este contexto, si bien crecieron (en cantidad y diversidad) tanto las clases como las obras de estas danzas, identificamos la ausencia de instancias destinadas al debate sobre estas prácticas y su pedagogía.
En este sentido, es que surge la necesidad de generar espacios para la reflexión, el intercambio y la investigación. Con este propósito es que proponemos para el Área de Danza del CCC tres líneas de trabajo (con diferentes modalidades) orientadas a abordar: los procesos pedagógicos, los procesos escénicos y las relaciones entre las expresiones de estas danzas y la realidad política social.

Fundamentación

En principio, al referimos a las danzas de matriz africana nos encontramos con una diversidad de técnicas, movimientos y ritmos de orígenes diversos. De esta manera, la cuestión de cómo nombrarlos sigue siendo un tema de debate. Por nuestra parte, entendemos que podemos distinguir dos tipos de expresiones en el desarrollo de estas danzas en Buenos Aires. Por un lado, lo que llamamos danzas afrolatinoamericanas, es decir, aquellas que se gestaron durante la colonización de América en los diversos proceso de sincretismo y mestizaje entre los pueblos africanos esclavizados, pueblos originarios y colonizadores (danzas de orixás, danza afroperuana, danza afrocolombiana, candombe, maracatu, etc). Y, por otro lado, lo que podemos mencionar como danzas africanas, que comprenden a aquellas expresiones originadas y desarrolladas en diferentes lugares del continente africano (principalmente en la costa oeste como Guinea, Mali o Senegal), las cuales arribaron a Argentina a mediados de los años 90 y sobre todo luego del año 2000.[1]
Es importante destacar que Buenos Aires aloja a la comunidad afrodescendiente argentina que ha sido históricamente invisibilizada y que cuenta con sus propias expresiones culturales.
Ahora bien, para acercarnos al recorrido de las danzas de matriz africana en Buenos Aires es necesario señalar que durante la década del 80, Buenos Aires recibe una migración de docentes  de  expresiones afrolatinoamericanas (provenientes de Cuba, Brasil y Uruguay) que a través de sus talleres de danza y percusión,  generaron un espacio propicio para el crecimiento y la divulgación de las diferentes expresiones artísticas de matriz africana. Podemos mencionar entre los primeros referentes a Isa Soares, Telma Meirelles, Valdir Silva, Cidinha Fursan, Evon Correia (de Brasil) y Alberto Bone Sanchez (Cuba). El Centro Cultural Ricardo Rojas tuvo un rol fundamental en este contexto al alojar, promover y desarrollar estos estudios y abrirlos a la comunidad.
A fines de los 90, emergió una nueva camada de docentes porteños de estas expresiones que se apropiaron de estas prácticas y ampliaron considerablemente el alcance de difusión en circuitos culturales porteños mediante talleres, propuestas escénicas o intervenciones en el espacio público. Esta nueva camada no solo contribuyó a la divulgación sino que también comenzó a proponer una forma de resignificar estas prácticas en el ambiente porteño a partir de una particular apropiación de los movimientos, símbolos, ritmos y lenguajes corporales. Este proceso se enriqueció con la llegada de otros docentes (provenientes de Cuba y Brasil principalmente como Rosangela Sylvestre, Mestre King y Vera Passos) que dictaron seminarios y talleres. Además, esto propició que muchos argentinxs (que querían observar, sentir y comprender de dónde provenían estas danzas) viajaran a estos países para tomar clases y conocer su contexto cultural.
Por otro lado, en este marco  también es que se expandieron las antes mencionadas danzas africanas mediante el crecimiento de sus clases y propuestas escénicas en diferentes espacios de la ciudad.
Progresivamente las danzas de matriz africana se hicieron un lugar en el circuito cultural porteño en sus diferentes variantes. Pero fue hace diez años aproximadamente que podemos hablar de una “explosión” en relación al interés y cantidad de estudiantes, simpatizantes, docentes y académicos que se acercaron a estas expresiones y que las ubicaron en otro nivel de exposición y atención.
En este sentido podemos hablar tanto de la multiplicación de las ofertas de clases y seminarios de estas danzas como de la creación de un circuito de talleres, eventos y espectáculos. Sin embargo, como mencionamos en la introducción advertimos la ausencia de espacios destinados a la integración, articulación y reflexión de estas prácticas.
Respecto a los estudios e investigaciones que abordan total o parcialmente las danzas de matriz africana en Buenos Aires debemos mencionar la existencia de aquellos que abordan esta temática desde la etnomusicología, la antropología y también desde la religión.
Entre los primeros se encuentran las investigaciones sobre la música afroargentina, las cuales se centran en las prácticas musicales de los africanos esclavizados y sus descendientes (hoy autodenominados afroargentinos del tronco colonial) como por ejemplo el candombe o ciertas festividades populares como la de San Baltazar. Entre los segundos, tomamos como referencia los trabajos que abordan la presencia de religiones de origen afro-brasileras en Buenos Aires.
Si bien los dos tipos de estudios mencionados se focalizan en diferentes fenómenos, ambos comparten la búsqueda de la visibilización y la recuperación de las raíces afro en la construcción de la historia y la identidad Argentina.
También contamos con la presencia de trabajos de docentes y bailarinxs de la danza  de matriz africana en la  Argentina que han investigado sobre la introducción de estas danzas en el país a partir de fines de la década del 80 y sobre sus especificidades. Algunos de ellos lo han hecho desde ámbitos académicos como Alejandro Frigerio, Pablo Cirio, Manuela Rodriguez, Julia Broguet, Laura Corvalán, Victoria Palma y Eva Lamborghini; y otros, desde ámbitos personales como Marcela Gayoso, María Balmaceda y Laura Rabinovich. Nos resulta interesante destacar que todas estas personas son a su vez practicantes de estas expresiones y es posible advertir en sus trabajos una fuerte vinculación entre el ejercicio de la práctica y las líneas de investigación que de sus trabajos podrían surgir.
Podemos decir que las investigaciones sobre “lo afro” en tanto un campo de estudio se encuentran en un proceso de formalización muy interesante y por eso consideramos necesario impulsar, acompañar, difundir e integrar las investigaciones sobre la práctica misma de las danzas de matriz africana.
En este sentido y en línea con lo que plantea el Área de Danza del CCC acordamos en que es necesario para el desarrollo de la danza en argentina entendida como un bien cultural identitario inmaterial “reflexionar sobre la danza como una red abierta de signos en continuo traslado, cruce y mutación, teniendo en cuenta y repensando los procesos de creación, investigación, producción y distribución”.[2]

Propuesta de trabajo “Investigaciones sobre las danzas de matriz africana”

A partir de las necesidades recién mencionadas proponemos las siguientes líneas de trabajo para el Área:

a. Procesos pedagógicos.
Esta línea se propone generar un espacio de intercambio y visibilización de las diferentes construcciones áulicas y propuestas pedagógicas de las danzas de matriz africana en  Buenos Aires.
Para el año 2018 proyectamos realizar el ciclo “Encuentros en danza”, el cual consiste en organizar clases dictadas por docentes de estas danzas que se encuentran trabajando en el ámbito de Buenos Aires.
Se propondrá una dinámica de un encuentro semanal a lo largo de un mes, cada uno dictado por un docente distinto y como cierre producir una jornada cuyo objetivo es establecer un espacio de reflexión y sistematización de los diferentes recorridos, objetivos y didácticas.
“Encuentros en danza” proyecta realizarse tres veces al año: una vez con docentes de danzas de orixás; luego con docentes de danzas africanas; y por último, sobre danzas populares afrolatinoamericanas. A la vez, entre todas estas, consideraremos también a aquellos talleres orientados a niñxs y a adultos mayores (que en los últimos años también vienen desarrollándose).

b. Procesos escénicos.
Esta línea tiene como objetivo impulsar un espacio para la investigación, creación, reflexión, producción y difusión de propuestas escénicas.
Para el año 2018 proyectamos generar un ciclo en colaboración con el “Ciclo 4x4: colectivo de coreógrafos de matriz africana”[3] que se viene desarrollando sostenidamente desde el 2014 en la Ciudad de Buenos Aires. El Ciclo 4x4 tiene como objetivo generar un espacio de intercambio de producciones escénicas (en obra o pequeños formatos) que trabajen desde las expresiones de matriz africana y se realiza una vez al año durante un mes.
En el caso de la propuesta para el CCC, la realización del ciclo supone incluir una mesa de reflexión en torno a las condiciones de producción de la danza de matriz africana en Buenos Aires y sus dificultades.
En esta línea de trabajo también proponemos generar un archivo audiovisual de danza de matriz africana en Buenos Aires como parte de la sistematización y futura visibilización de estas expresiones.

c. Relaciones entre expresiones de danzas de matriz africana y realidad política social.
Esta línea apunta al intercambio (mediante encuentros de debate) entre grupos, organizaciones y colectivos que trabajen temáticas sociales con estas expresiones de matriz africana a través de la danza y la música. Consideramos a grupos como Los tambores No Callan, el Frente Cultural y el Colectivo Danza Afro.
Estos encuentros tienen como meta la generación de documentos escritos sobre la historia y la acción de estos grupos y también la realización de entrevistas y la difusión de este material.



ANEXO: Equipo de trabajo

Equipo de trabajo
Nuestro equipo de trabajo está conformado por lo que entendemos que es un “hacedor” o “actuante” de lo afro: es decir, además de desempeñar la docencia, la dirección y la interpretación, transitamos diferentes lugares como por ejemplo la observación y participación de ritualidades y festividades o la participación en  intervenciones performáticas en el espacio público.  

Cecilia Benavidez
afro.cecibenavidez@gmail.com
Es Profesora Nacional Superior de Expresión Corporal, recibida del Instituto Universitario Nacional de Arte, CABA, del cual egresó en el año 2001.
Su formación profesional y artística en danzas afrolatinoamericanas (populares y religiosas) transitó por  diversos espacios y docentes. En Buenos Aires tomó clases con prestigiosas maestras provenientes principalmente de Brasil, pioneras en la danza afro en la Argentina. A nivel internacional viajó y profundizó su formación con reconocidos maestros en Brasil, Cuba y Uruguay.
Su formación corporal  se complementa con diversos seminarios y cursos de otras disciplinas como: atletismo,  teatro físico, pilates, contactac, improvisación, danza contemporánea, entre otros.
Respecto a su recorrido laboral, a partir de 1999 se desempeñó como docente de danzas afrolatinoamericanas dictando talleres en diferentes espacios tales como: la  Escuela de Percusión La Chilinga (donde también fue directora de danza); centros culturales dependientes del GCABA; Ecunhi;  Centro cultural Ernesto Sábato (dependiente de la Facultad de Cs. Económicas de la UBA ); estudios privados;  en contextos de encierros a través del Programa de Cultura en Cárceles  (Ezeiza, Marcos Paz); clases abiertas en espacios públicos; entre otros.
A partir del 2005 hasta la actualidad se desempeñó como docente titular de expresión corporal  en el Instituto Vocacional de Arte (CABA) coordinando talleres tanto en el jardín de infantes como en el secundario.
En cuanto a su recorrido artístico, fue incursionando en diferentes roles. Fue  fundadora e intérprete del Grupo de Danza Afroamericanas “Oduduwa”, el cual además de presentar la obra “Mitología en Movimiento” participó junto con La Chilinga y la agrupación Hijos en las Marchas de la Memoria a través de la danza en intervenciones callejeras (2001- 2011). Participó como bailarina  en el grupo Iyama (danzas afrocubanas)  y como intérprete en la obra “Entranse”.
Como directora y coreógrafa, presentó tres obras: “Recorrido de dos mundos” (2008-2010) con el grupo de danzas Imalés, “Ofrendas de la fé” (2012-2014) y “La que devela” (2015-2017) . Dichas obras fueron presentadas en diferentes teatros y centros culturales del circuito porteño. Actualmente se encuentra en proceso creativo de una nueva propuesta escénica.

Inés Pescio
pescioines@gmail.com
Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social (UBA) y actualmente se encuentra finalizando el Profesorado en Ciencias de la Comunicación Social (UBA).
Su formación corporal y artística se basa en estudios de las danzas afrolatinoamericanas con docentes en Buenos Aires y tomando seminarios dictados  por docentes de nivel internacional provenientes de Brasil y Cuba principalmente. Es instructora de Pilates, toma clases actualmente y ha transitado por otras disciplinas artísticas (percusión, fotografía). Como intérprete fue parte del grupo de danza de  “La Chilinga”; “Imalés” (2008-2010) y “Santo y Pagano” (2012-2014) presentándose en diversos teatros y centros culturales del circuito porteño. Participó en otras actividades relacionadas a las expresiones afro como llamadas de candombe en Buenos Aires y Uruguay, intervenciones callejeras como la Marcha de la Memoria, el Carnaval en el Centro Cultura Ecunhi, presentaciones en contextos de encierro (Ezeiza-Marcos Paz),entre otras.
Actualmente se desempeña laboralmente diseñando y dictando el taller de escritura y lectura creativa  en diferentes Centros Socioeducativos de Menores de Régimen Cerrado, CABA. (Proyecto 30, Madres de Plaza de Mayo, L.F). También forma parte del Equipo de Intervención del Centro Socioeducativo de Régimen Cerrado Manuel Belgrano.

Eva Mazal
eva.mazal@gmail.com
Se encuentra finalizando sus estudios  de Licenciatura y Profesorado en Antropología sociocultural  de la Universidad de Buenos Aires, con un trabajo final pendiente.
Su formación corporal comenzó en la danza jazz, pasando por el vóley,  las  danzas árabes y africanas. Luego se dedicó al estudio de las danzas afrolatinoamericanas en Buenos Aires con diversos docentes y a nivel internacional tomó clases en Brasil y Cuba. Su formación continua actualmente tomando clases de danza contemporánea, pilates y participando de seminarios dictados por docentes extranjeros de danza afro. Como intérprete participó en la compañía  “Santo y Pagano” (2012-2014) presentándose en diversos teatros y centros culturales del circuito porteño. También ha participado de diversas actividades relacionadas a las expresiones afro en el espacio público tales como la Marcha de la Memoria, el Carnaval en el Ecunhi, llamadas de candombe, muestras en contextos de encierro (Ezeiza y Marcos Paz), entre otros.
Desde la antropología se ha interesado por el campo de la Antropología del Cuerpo. En el año 2012 concurrió al 1er Encuentro Latinoamericano de Investigadores sobre Cuerpos y Corporalidades en las Culturas-Facultad de Humanidades y Arte, Universidad Nacional de Rosario.




[1] Fuente: “Migración Sur Sur. Senegaleses en la Ciudad de Bs AS”. Por Gisele Kleidermacher. Artículo de Voces en el Fenix.
[2] http://www.centrocultural.coop/danza


INVESTIGACIONES 2015 / 2016 





En el año 2015, el área de Danza del Centro Cultural de la Cooperación lleva adelante tres investigaciones donde la práctica artística está vinculada necesariamente con su correlato teórico. Se abordan temáticas muy disímiles sobre diversas maneras de encarar el hacer de la danza, entendiendo esa diversidad como un elemento activador de la trama donde se desarrolla la actividad.
Alba Virgilio aborda la investigación sobre la Performance, con preguntas que se trasladan al trabajo compositivo, dando como resultado “Punto. Una flexión sobre la performance”.
Por su parte, Cecilia Benavídez, incursiona desde la danza afrolatinoamericana y da cuerpo al cuerpo de Iansá. Su pregunta reflexiona acerca de  las particularidades de la danza afro en relación al sujeto que danza en un espacio de investigación y en uno escénico. Un trabajo que ancla en la puesta en escena “La que devela”, en formato de work in progress.
Ambos trabajos, fueron presentados bajo el formato Danza x 2 / Conferencia bailada, donde, en una relación de intercambio con el público, las becarias Virgilio y Benavidez, proponen la reflexión y al mismo tiempo la discusión alrededor de las inquietudes teóricas, prácticas y artísticas que han marcado sus investigaciones.
Paralelamente se produce la Primer Residencia Coreográfica, teniendo como coreógrafo residente a Rakhal Herrero. Su trabajo compositivo fue acompañado por la mirada teórica de una investigadora asociada, figura que incorporamos desde el área, como elemento necesario en el tránsito de la residencia. Ese rol lo cumplió Leticia Perez. Juntos llevaron adelante un trabajo que se desarrolló entre abril y noviembre de 2015, concluyendo en la obra Francotiradores, programada en la sala Solidaridad del CCC.
En este anuario se presenta la primera parte de las investigaciones teóricas de los dos primeros trabajos mencionados y la investigación completa de la Residencia. Cada trabajo se puede ver en el blog: http://cccareadanza.blogspot.com.ar/.

Mariela Ruggeri
Coordinadora Area Danza Centro Cultural de la Cooperación.



Anuario 2015

Una flexión sobre la performance
Alba Soledad Virgilio[1]
Área Temática: Artes Escénicas. Danza.

Hay en efecto, desde hace siglos, personas cuya función es justamente ver y hacernos ver lo que no percibimos naturalmente. Son los artistas.
¿A qué apunta el arte, si no a mostrarnos, en la naturaleza y en el espíritu, fuera de nosotros y en nosotros, cosas que nos afectan de manera explícita nuestros sentidos y nuestra conciencia?
Henri Bergson El pensamiento y lo moviente (1934)

Danza. Puesta en escena. Una performance de la performance. 
¿Cómo hacer “teoría” de la experiencia performática?

El presente escrito indaga la posibilidad de llegar a una explicitación del sentido de la danza a principios del siglo XXI, teniendo en cuenta que podría decirse que casi todo ha sido realizado/experimentado y que, según algunos teóricos y críticos, nos encontramos en las instancias de lo “post-post” en las disciplinas artísticas.
La pregunta, entonces, ronda el problema del cómo decir de la danza cuando la imagen movimiento es una performance constante.

Puntos de partida
Las manifestaciones artísticas ocupan un importante lugar en la construcción histórica del pensamiento. Los lenguajes artísticos se reconocen como modos elaborados de comunicación verbal y no verbal, con una intención estética, involucrando en su realización materiales, herramientas y procedimientos compositivos propios. Todos comparten instancias vinculadas con la producción de sentidos y las capacidades de interpretación que se ponen de manifiesto tanto en los procesos de producción artística propiamente dichos como en los de apreciación. Así, tanto el sujeto que selecciona y decide los recursos, los materiales y los criterios compositivos para la producción, como el que pone en juego procesos de percepción, análisis y selección, priorizan y valoran algunos aspectos por sobre otros, eligen y escogen, es decir, construyen sentido.
El arte a través de sus lenguajes, se constituye en un campo de conocimiento en el que su área de saber se circunscribe a los procesos de interpretación estética, consolidándose como un espacio que se proyecta hacia la construcción de múltiples realidades posibles y deseadas y pone de manifiesto la diversidad y la divergencia, la convivencia con la incertidumbre, distante de las verdades universales y de la realidad unívoca favoreciendo la posibilidad de explorar ideas, desarrollar un juicio crítico y reflexivo. 
En este sentido, se hace necesario decir que toda producción artística surge de una larga reflexión que tiene siempre una preocupación teórica en su base, aun cuando permanezca sin ser explicada.
Cuando hablamos de teoría hablamos de "contemplar", puesto que dicha palabra tiene relación con el "mirar", el "ver" (a partir de los términos en griego “theoros” = representante, “thea” = vista y “horo” = ver). De acuerdo con algunas fuentes, “theorein” era frecuentemente utilizado en el contexto de observar una escena teatral, lo que quizá explique por qué, algunas veces, la palabra teoría sea utilizada para representar algo provisional o no completamente real. El término pronto adquirió un sentido intelectual y se aplicó a la capacidad de entendimiento. "Ver" más allá de la experiencia sensible, mediante la comprensión de las cosas y de las experiencias, comprendiéndolas bajo un concepto expresado en el lenguaje mediante las palabras. Esta forma de valorar el conocimiento intelectual corresponde a los griegos, al entender que las cosas suceden conforme a leyes, es decir necesariamente.
Por otro lado, decimos que “experiencia”  (del latin “experiri”, comprobar) es una forma de conocimiento o habilidad derivados de la observación, participación y de la vivencia de un evento, puesto que es un conocimiento que se elabora colectivamente. El concepto de experiencia, en un sentido coloquial, generalmente se refiere al conocimiento procedimental : cómo hacer algo, en lugar del conocimiento factual: qué son las cosas. Los filósofos tratan el conocimiento basado en la experiencia como "conocimiento empírico" o "un conocimiento a posteriori".
Entonces, ¿Cómo hacer “teoría” de una experiencia performática? ¿Cómo decir en la espacialidad de la letra –una investigación teórica- acerca de la danza que resulta ser movimiento constante en un desarrollo espaciotemporal? ¿La experiencia performática puede ayudar a encontrar una respuesta? ¿Es la danza una experiencia performática cuyo desarrollo incluye momentos teóricos de retroalimentación antes que un producto cerrado, final y concluso?

La experiencia de la creación
La pregunta que ofició como principio constructivo de la pieza coreográfica presentada como work in progress, fue armada en torno a estos primeros interrogantes: ¿Cuál es el origen de una obra, una pieza? ¿Dónde empieza? ¿Dónde se encuentra? ¿Puedo, podemos, dar cuenta de ese momento?¿Qué hace que volvamos sobre una imagen, un determinado texto, por qué la obsesión en torno a algún concepto? ¿Por qué “eso” y no otra cosa? ¿Por qué “eso” en este preciso momento? ¿Por qué, si no se consigue mínimamente apresarlo en alguna palabra, si no puede decírselo, tomarlo en algún sentido, puede que se lo pierda de manera irremediable?
Fue entonces cuando algo de la noción de performance produjo en mí una inquietud. Recopilé bibliografía teórica/crítica y audiovisual referida al tema en cuestión, para luego, ensayar con/en los cuerpos la producción de una experiencia. Fue necesario probar las diferentes nociones de performance en un work in progress.
De esta manera, se armó el equipo de trabajo práctico, los intérpretes: Florencia Cagnone, Belén Bianchini, Jésica Saud, Soledad Azzati, Leticia Pérez, Manuel Cruz Rodriguez Moreno, Carolina Rodriguez Moreno, Melisa Alzugaray, Agustina Caselli, Eugenia Galiñanes; y los músicos Mariano Arrigoni y Vicky Mc Coubrey para comenzar a trabajar en pos del nuevo proyecto.
Así se iniciaron acciones exploratorias. Se propusieron encuentros experimentales de improvisación a fin de llegar a la construcción de diversas escenas que exponen la problemática planteada. Se relevaron las diferentes posibilidades arquitectónicas de creación, corrección, producción, se registraron ensayos, se analizaron significación y sentido de aquellas posibilidades registradas.
Los encuentros semanales comenzaron a funcionar como laboratorio de investigación, llevando adelante las siguientes acciones:
- Trabajos de improvisación físico/dramático acerca de las siguientes preguntas: ¿qué es una performance? ¿qué es performar? ¿qué es un performer?  ¿qué se espera cuando se concurre a ver una performance? ¿qué es improvisar? ¿cómo se articulan la acciones físicas y el imaginario? ¿cómo se pasa del ejercicio al producto artístico?
-  Tareas de experimentación física personal y con los otros.
- Utilización de la voz, registro y movimiento.
-  Creación de movimiento, recopilación y fijación del material.
-  Registro fílmico.
Así, se construyeron hasta el momento diferentes escenas y desarrollos evaluando sus  potencialidades artísticas y dotándolos de una interpretación creativa.

¿La teoría?
El término performance se ha difundido en las artes plásticas a partir de la expresión inglesa performance art con el significado de arte en vivo. Está ligado al Happening, al movimiento Fluxus, al Body art y, en general, al Arte Conceptual[2]. A principio de los años sesenta, artistas como George Maciunas, Joseph Beuys, Wolf Vostell, y Nam June Paik entre otros, empezaron a crear los primeros happenings y conciertos fluxus. La historia del performance art empieza a principios del siglo XX, con las acciones en vivo del Futurismo, el Constructivismo, Dadaísmo y Surrealismo.
El término performance no forma parte del diccionario de la Real Academia Española. No obstante, podríamos establecer que este término es un anglicismo que se ha formado a partir del verbo perform, que puede traducirse como “actuar o interpretar”. La palabra, de todas formas, es muy habitual para nombrar a cierta muestra o representación escénica que suele basarse en la provocación.
En los inicios del siglo XX es donde se encuentra el origen de este tipo de manifestación artística y cultural. Fue entonces cuando determinados personajes ligados al movimiento futurista crearon tendencias al apostar por otras formas peculiares de mostrar sus ideas, sus emociones y su manera de entender el arte. No sería sino hasta la década de los años 60 cuando la performance empieza a tomar mayor relevancia a nivel internacional. El término comenzó a ser utilizado especialmente para definir ciertas manifestaciones de artistas como Carole Schneemann, Marta Minujín, Marina Abramovic y Gilbert & George entre otros.
Una performance, por lo tanto, intenta sorprender al público ya sea por su temática o por su estética. Este tipo de acciones están vinculadas a la improvisación y, por lo tanto,  a manifestaciones artísticas que contemplan la participación del público.
Una de las características más importantes de una performance implica su desarrollo en un lugar determinado durante un tiempo concreto. Se lleva a cabo en vivo y existe mientras el artista realiza su propuesta, a diferencia de una exposición tradicional. Se opone a la pintura o a la escultura, puesto que no es el objeto sino el sujeto el elemento constitutivo de la obra artística. En ocasiones, lo más importante de la performance no es su contenido, sino el lugar donde tiene lugar. Hay artistas que desarrollan performances en la vía pública o que improvisan manifestaciones artísticas en lugares inéditos para el arte, como un supermercado o un local de videojuegos. El sniggling es una forma activista y engañosa de performance art en público, que típicamente se desarrolla de modo que los espectadores no se den cuenta, inicialmente, de que se está ejecutando una performance.
El trabajo “Los estudios de la performance: una propuesta de simulacro crítica” (2005) de Antonio Prieto Stambaugh[3] resulta altamente productivo para trabajar y conducir el tema/concepto hacia la creación escénica.
El autor considera que la performance, sea arte o paradigma teórico, es rebelde a la definición y por lo tanto, expone si teorizar la performance puede ser, entonces, un proceso crítico y a la vez poético, como también, ensayar con distintas definiciones y traducciones, sin llegar a fijar ninguna de ellas.
Stambaugh (2005) destaca que es y ha sido dificultoso traducir el término “performance”, el cual ha terminado siendo adoptado por la academia, así como por el mundo de las artes, puesto que Performance es un término amplio, capaz de ser aplicado a una serie de acciones en distintos campos semánticos desde la crítica del arte y la sociología, hasta la mercadotecnia del automóvil. Sin ir más lejos, en la medida que las artes escénicas abrevan en más disciplinas, se acrecienta el interés por analizar la teatralidad y “performatividad” de las prácticas políticas, sociales y culturales de la vida cotidiana.
De esta manera, el autor abrevia:
Las teorías de la performance surgen fuera de los estudios teatrales, en los escritos de algunos lingüistas, sociólogos y antropólogos que hallaron en las metáforas de teatralidad y performance herramientas útiles para analizar el habla, el comportamiento social y las prácticas rituales.(2005:35)

Dilucida, entonces, que los estudios de la performance surgen cuando los conceptos de “teatro” y “drama” se vuelven insuficientes para abarcar la complejidad de circunstancias representacionales en los escenarios y espacios públicos del mundo. Así es que, el colapso de las fronteras entre disciplinas, como entre vida y arte, es lo que obliga a buscar nuevas herramientas teóricas.
Al respecto, Diana Taylor[4] expuso en el Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política desarrollado en Junio del 2001 su artículo “Hacia una definición de Performance” (Trad: Marcela Fuentes). En él considera que "Performance", en un nivel, constituye el objeto de análisis de los Estudios de Performance incluyendo diversas prácticas y acontecimientos como danza, teatro, rituales, protestas políticas, funerales, etc, que implican comportamientos teatrales, predeterminados, o relativos a la categoría de "evento". Para constituirlas en objeto de análisis estas prácticas son generalmente definidas y separadas de otras que las rodean. Entonces, decir que algo es una performance equivaldría a una afirmación ontológica. Aclara que, en otro plano, "performance" también constituye una lente metodológica que les permite a los académicos analizar eventos como performance. Por ejemplo, las conductas de sujeción civil, resistencia, ciudadanía, género, etnicidad, e identidad sexual son ensayadas y reproducidas a diario en la esfera pública.
Taylor entiende este fenómeno y sugiere que performance también funciona como una epistemología. Como práctica in-corporada, de manera conjunta con otros discursos culturales. La distinción es/como (performance) subraya la comprensión de performance como un fenómeno simultáneamente "real" y "construido", como una serie de prácticas que aúnan lo que históricamente ha sido separado y mantenido como unidad discreta, como discursos ontológicos y epistemológicos supuestamente independientes.
Y concluye comentando que los diversos usos de la palabra performance apuntan a las capas de referencialidad, complejas, aparentemente contradictorias, y por momentos mutuamente sostenidas. Se trata en todo caso de una problematización que podría ser desarrollada más adelante o en otra investigación.
Al respecto, Stambaugh expone una definición lúdica del polémico concepto: la performance es una esponja mutante. Es una esponja porque absorbe todo lo que encuentra a su paso: la lingüística, la ciencia de la comunicación y de la conducta, la antropología, el arte, los estudios escénicos, los estudios de género y los estudios postcoloniales, entre otros. Es mutante puesto que se caracteriza por su capacidad de transformación y por sus múltiples significados: parte del latín per-formare (realizar), para con el paso de los siglos denotar, en las lenguas francesa e inglesa, desempeño, espectáculo, actuación, ejecución musical o dancística, representación teatral, arte-acción conceptual. Incluso muta de género: en algunos países se la conoce como la performance y en otros como el performance.
Despliega que esta esponja es también nómada, ya que viaja de una disciplina a otra, y de un país a otro, por lo que podemos decir entonces que la performance es interdisciplinaria e intercultural, también intersticial, e interactiva.
            De este modo, el autor se pregunta cuál es el campo de estudio de la performance y reanuda precisando que dichos estudios cambian constantemente sus objetos de análisis, pero que en general abarcan cualquier tipo de actividad humana, desde el rito hasta el juego, pasando por el deporte, los espectáculos populares, las artes escénicas, así como actuaciones de la vida cotidiana, las ceremonias sociales, la actuación de roles de clase, de género y, también, la relación del cuerpo con los medios masivos, internet o el estudio de objetos inanimados. En todos los casos, Stambaugh demuestra que no interesa la “lectura” o el estudio de un objeto en sí sino su “comportamiento”, es decir, su dimensión performativa.
Al respecto Elizabeth Araiza (2000) expone en su ensayo  “La puesta en escena teatral del rito: ¿una función metarritual?”:
Lo performativo remite a aquellas prácticas culturales cuya similitud formal radica en lo siguiente: tienen como soporte principal el cuerpo; implican un comportamiento colectivo que rompe deliberadamente con el uso rutinario del tiempo y del espacio; implican un grado de repetición; se rigen por un sistema de reglas aunque aceptan un margen de improvisación, y tienen un valor simbólico para los participantes, tanto actores como receptores. (2000:79)

En resumen, lo performativo es aquello que abre el cambiante / “mutante” campo de estudios a dimensiones imposibles de abarcar por la teatrología, y eso es lo que lo hace difícil de atrapar.
Ahora bien, en esta línea, Stambaugh considera que “simular” no sería equivalente a “mentir” sino a jugar con la realidad, para confundir el pensamiento con la acción. Al respecto comenta:
No se trata de violentar el teatro o la performance para convertirlos en “objeto” de estudio, sino de danzar con ellos para compartir algunos de sus misterios. Dado que  “performance” es en sí mismo un término intraducible, también las teorías que plantean su estudio son de difícil traducción. Pero esto no debe ser visto como un problema, sino como una oportunidad de “traicionar” el texto original y por lo tanto crear algo nuevo. […] Abordemos, pues, las teorías como si fuesen máscaras con las que podamos actuar crítica y lúdicamente nuestra realidad, mediante el simulacro de la performance.(2005:57)




A modo de conclusión
Evidentemente hay muchas palabras intraducibles o indefinibles en lo que respecta a la danza y a la creación puesto que se trata de una “experiencia”.
Sucede con performance, y también con improvisación que funcionan como dispositivos primordiales y fundamentales a la hora de llevar adelante este proyecto.
Puedo decir hasta ahora que la improvisación, al igual que la noción de performance, implican movimiento constante y cambio permanente. Estos términos dan cuenta de la multiplicidad y simultaneidad. Improvisación y performance se explican a posteriori de su realización. Así, nada es pautado ni planificado, pasando a tratarse de  un continuo inesperado, insospechado y desconocido. No habría manera de saber lo que ocurrirá al instante siguiente, ni cuál será la próxima decisión. Se trata de lo instantáneo y actualizable. Es evidente que se dificulta definir performance e improvisación porque se trata de una imagen/movimiento en mutación.
Únicamente, “hacer la experiencia” puede dar cuenta de la importancia del hecho artístico como tal.

Acción Performática: Punto (Work in progress)
¿Es la danza una experiencia performática cuyo desarrollo incluye momentos teóricos de retroalimentación mucho antes que un producto cerrado, final y concluso?
Contemplar. Mirar. Ver. Comprobar / Una flexión sobre la performance / Una performance de la performance.
Idea y dirección general: Alba Virgilio
Intérpretes: Florencia Cagnone, Belén Bianchini, Jésica Saud, Soledad Azzati, Leticia Pérez, Manuel Cruz Rodriguez Moreno, Carolina Rodriguez Moreno, Melisa Alzugaray, Agustina Caselli, Eugenia Galiñanes, y Alba Virgilio
Diseño sonoro y música original: Mariano Arrigoni y Vicky Mc Coubrey
Diseño de iluminación: Mariano Arrigoni
Funciones: Jueves 19 y 26 de noviembre de 2015 – 21 h. Sala Solidaridad / Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” (Av. Corrientes 1543 CABA)

Bibliografía Consultada
. Araiza, Elizabeth. “La puesta en escena teatral del rito: ¿una función metarritual?”. Alteridades 10.20, (2000). 75-83.
. Bardet, Marie (2012). Pensar con Mover. Un encuentro entre danza y filosofía. Buenos Aires: Cactus Serie Perenne
. Bergson, Henri (2013). El pensamiento y lo moviente. Buenos Aires: Cactus Serie Perenne
. Deleuze, Gilles (2009). Deleuze and performance. Edinburgh: Edinburgh Press.
. Deleuze, Gilles (1983). La imagen-movimiento: Estudios sobre cine 1. Barcelona: Editorial Paidós. 
. Deleuze, Gilles (1985). La imagen-tiempo: Estudios sobre cine 2. Barcelona: Editorial Paidós. 
. Hauser, Arnold (2006 [1951]). Historia Social de la Literatura y el Arte. Buenos Aires:
Debate.
. Ranciere, Jacques (2014) El maestro ignorante. Cinco lecciones sobre la emancipación intelectual. Buenos Aires: Libros del Zorzal.
. Stambaugh Prieto, Antonio. “Los estudios del performance: una propuesta de simulacro crítico”.En Citru.doc. Cuadernos de investigación teatral, No. 1, Nov. 2005, México, Centro Nacional de Investigación Teatral Rodolfo Usigli (CITRU), CONACULTA, pp. 52-61. La primera versión de este ensayo se presentó durante el Seminario de la EITALC, Los Ángeles, California, noviembre, 2002.
Szchmacher, Rubén. (2003). Archivo Itelman. Textos de Ana Itelman. Buenos Aires: Libros del Rojas/Eudeba.
Taylor, Diana. “Hacia una definición de performance”. NYU Traducción: Marcela Fuentes
(Del 14 al 23 de Junio de 2001 en Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política)
V.V. A. A. (2007). Creación Coreográfica. Buenos Aires: Libros del Rojas.
V. V. A. A. (2009). Actas Primeras Jornadas Estudiantiles de Investigación en Danza 2007. Buenos Aires: IUNA
Películas/videos:
-          Birdman
-          Esther Ferrer “Extractos” de “El arte de la performance: teoría y práctica” https://vimeo.com/61516168




Becaria: Cecilia Benavidez[5]
Equipo de trabajo: Eva Mazal - María Inés Pescio
Área Temática:  Danza.


Las particularidades de la danza afro en relación al sujeto que danza en un espacio de investigación y en uno escénico.
Sobre la puesta en escena de “La que devela” (work in progress)

Ella avanza
El movimiento de su cadera le levanta y sacude la falda.
Sus manos se agitan hacia afuera, generando aire, círculos.
Su andar es liviano y ligero o inesperadamente arrasador. A veces, una enorme tela cubre su cabeza. Imposible de atrapar con la mirada, envuelve los cuerpos desplazándolos en un remolino, ordenado y desordenado.
Ella avanza. 

                                       

Las investigaciones sobre la “danza afro”, si bien no abundan en nuestro país, son cada vez más numerosas. El campo de “lo afro”[6] en argentina y en especial en Buenos Aires ha crecido considerablemente en los últimos años, no sólo en los circuitos artísticos sino también en el ámbito académico. Nuestra intención es aportar a este oleaje y contribuir a la valorización y visibilización de estas expresiones. Este equipo de investigación se conformó al calor de las experiencias compartidas en tanto alumnas-intérpretes y docente-directora. Pero también, en tanto compañeras de recorrido por lo “lo afro”: a lo largo del tiempo fuimos transitando y articulando diversos espacios como  el aula, los escenarios, centros culturales, festivales callejeros, marchas, el espacio público, y además tuvimos la oportunidad de participar y observar festividades, rituales o  intervenciones performáticas de la comunidad afro tanto en Argentina como en Brasil y Cuba. De esta manera fuimos construyendo un recorrido desde la práctica y la reflexión de estas expresiones de matriz africana, sobre su quehacer y su lugar en nuestro país y en nuestra identidad. Es así, que se nos planteó como necesidad poder anclar y sistematizar nuestros recorridos dentro de un marco institucional, y la beca brindada desde el Área de Danza del Centro Cultural de la Cooperación, nos permite compartir e intercambiar con otros colegas de la danza estas experiencias.

La investigación
La presente investigación teórico-práctica, como propuesta específica de investigación de movimiento y  puesta en escena, se propone determinar qué elementos de la danza afro y  su cosmovisión posibilitan herramientas para el desarrollo de los intérpretes de la “danza afro”. Teniendo en cuenta que una de las particularidades de la “danza afro” es su fuerte relación con un relato específico, nos interesa encontrar un “equilibrio” entre la representación (contenido) y una propuesta de exploración física. En este sentido, nos preguntamos ¿de qué manera un aspecto y otro habilitan o condicionan el trabajo específico que busca esta propuesta? Es decir, ¿cómo se habilitan los estados de apropiación de las intérpretes? Y además, una vez logrados, ¿Qué sucede entre el momento de investigación y la puesta en escena? ¿Cómo se construye determinada “potencialidad escénica” a partir de un código de movimiento y una cosmogonía que acarrea lo afro?

Lo afro como propio
Diversas son las imágenes que se nos aparecen cuando decimos “Danza Afro”.  Nos  animamos a suponer que en lo primero que se piensa son en esos seres  humanos que están del otro lado del planeta, con vestuarios de colores, tocando tambores y  saltando o moviéndose “raro”. Lo afro, se presenta como alejado de “nosotros” o viene de “afuera”. Es por eso que intentaremos traerlo más cerca, hacerlo “propio”.
Comenzaremos por  caracterizar a las “danzas afro” o “danzas de matriz africana” como  aquellas expresiones de movimiento que arribaron a América a través del tráfico de esclavos provenientes de África, y que por su construcción histórico-cultural son danzas que van de lo religioso a lo popular. La danza, el canto y la música fueron elementos que  el tráfico negrero no pudo extirparles del cuerpo a estos pueblos. El cuerpo se convierte en memoria, resistencia y en la bitácora donde se remite a  lo ancestral.
La “danza de orixas” forma parte del ritual del Candomblé, religión afro brasilera fundamentada en el cuerpo y sus percepciones, que constituye una de las tantas expresiones religiosas que recorre nuestra sangre  latinoamericana. Los orixás, son “los antepasados divinizados”(Verger 1981, pag.20) los cuales se hacen presente dentro del ritual religioso a través del “trance”[7]. Entonces, Orixás: aquel  humano  muerto que durante la ceremonia se hace  presente a través de la música, la danza y el canto, habitando el cuerpo de sus fieles para expresarse.
En el ritual,  las “danzas de los orixás” evocan y representan episodios míticos: “Las danzas constituyen la evocación de ciertos episodios de la historia de los dioses. Son fragmentos de mitos y el mito debe ser representado y  hablado para adquirir todo el poder evocador” (Bastide 1978: 23  ).De esta manera, cada orixá guarda una importante variedad de movimientos cargados de significación, en diálogo con la percusión, puesto que las composiciones coreográficas tienen una variación rítmica particular.
Ahora bien, desde comienzos de esta investigación tuvimos que lidiar con la dificultad del “nombrar” ya  que  entendemos que  la manera en que nombramos y nos nombramos implica una determinada postura. Por eso nos preguntamos: ¿Cómo nombrar lo afro en relación a la danza en nuestro país?, ¿cómo denominar  los movimientos que esta danza propone?, ¿hasta dónde es posible decir “danza afro” o “danza de orixas”?
En este sentido retomamos la propuesta de Corvalán  (2013: 17) la cual sostiene que el pasaje entre las “danzas de orixás” del contexto religioso al aula o al escenario se debe entender como un proceso de traducción que implica un proceso creativo y de representación[8]. Por eso, en lugar de hablar de “danza afro” o “danza de orixás” propone denominar a toda expresión por fuera del ambiente religioso como “manifestación”. Así, es posible referirnos a esta danza como “manifestación artística de las danzas de orixás” y pensar que cada docente o director realiza un trabajo de “traducción” entre su ambiente y el universo mitológico de la danza de orixá .Sin embargo, esto no implica olvidar que cada movimiento de estas danzas rituales nos remite a una simbología específica que hace referencia a ciertos relatos míticos y que traen a su vez un contenido plástico particular. Por ejemplo, las gestualidades, los ritmos, un cierta calidad de movimiento, una postura del cuerpo o una forma específica de moverse en el espacio, de alguna manera “condicionan” las técnicas corporales, ya que cada orixá organiza estos elementos de una forma particular. También podemos decir que estas danzas “vienen” con una propuesta plástica que engloba a todas estas cualidades correspondientes a cada orixá, como por ejemplo la flexión de las rodillas y la entonces inevitable inclinación del torso hacia adelante, o las gestualidades de las manos con acciones específicas. Fue sobre estas bases que históricamente se fueron enlazando técnicas provenientes de otras disciplinas.

Iansá é vento (Iansá es viento)
Retomando  la propuesta de investigación, nos planteamos determinar  qué elementos de la danza afro y  su cosmovisión posibilitan herramientas para el desarrollo de un intérprete afro en la escena, y encontrar un “equilibrio” entre la representación y la propuesta física. Por eso tuvimos que definir qué contenido o representación íbamos a abordar. Fue así que decidimos trabajar con un orixá específico: Iansá.
Iansá “e vento” decía Isa Soares[9]. En sus clases dejaba ver su propia Iansá, atrevida y divertida evidenciando su sensualidad y sexualidad. Unos años más tarde diría que Iansá “es el elemento aire” y que además no era fiel a ningún hombre,  sino a sus convicciones. Decía también que “se siente en el cuerpo pero no se puede atrapar” mientras una pollera roja se expandía intensamente evocando un huracán y en ocasiones esa brisa que  alivia el calor. Iansá es la pasión, es el deseo por sobre  la razón.  A partir de la lectura de sus leyendas supimos  que el agite de sus manos, no solo se relacionaba con  la intención de arremolinar el aire,  sino que ella era la compañera de la partida y de los que parten. Ella es la que nos acompaña en ese primer momento de la vida en que la bocanada de aire entra a nuestros pulmones,  y también en el último suspiro de nuestra muerte.
En relación a lo rítmico a cada orixá le corresponde ciertos toques de tambores, es por eso  que en este propuesta  elegimos trabajar con tres: Vassi, Barravento, Avaninha. Este último se caracteriza por ser un toque con una estructura cíclica, rápido, como si fuera una marcha que inicia el ritual y convoca a sus muertos a habitar el cuerpo de sus fieles. Su significado, “digno de homenajear”, también nos da pistas o recursos para trabajar.

Explorar para develar(se)
La propuesta de exploración física intenta desarrollar un espacio de investigación a partir de los movimiento del orixá Iansá, pero tratando en un principio de “despegarlo” de su contenido mitológico. Para configurar esta  propuesta de trabajo decidimos privilegiar algunos aspectos: la escucha y la construcción colectiva; “habitar” el espacio tanto desde el cuerpo grupal como desde el individual; habilitar una mirada sobre lo corporal desde el tejido miofacial, que pone lo muscular sobre lo articular y que busca explotar las posibilidades de “expansión” del cuerpo.Esta idea de llevar adelante una búsqueda sensoperceptiva de los músculos y de la carne por sobre la estructura ósea, nos brinda otro diseño del cuerpo, un cuerpo “hiperconectado” que desarma la idea de un cuerpo “segmentado”. En este sentido, se persigue indagar también sobre las emociones y sensaciones que este trabajo físico acarrea para evaluar luego si es pertinente para el orixa elegido.
En este tramo,  la imágen guía fue la del  viento en sus diferentes aspectos: lo “circular”, “lo espiral”, “lo elíptico” y “lo arremolinado”. Esta selección dialogó con las secuencias coreográficas de Iansá, pero atendiendo al registro de las acciones físicas con consignas concretas como por ejemplo, mover el aire que nos rodea: ¿cómo podemos moverlo?, ¿qué calidades encontramos? ¿Qué partes del cuerpo se involucran?, ¿qué  está sucediendo en el cuerpo?¿qué imágenes, sensaciones o dificultades aparecen? En esta línea y a modo de ejemplificar la consigna, podemos mencionar  la investigación sobre las posibilidades de movimientos de la cadera. A partir de la repetición, como método para intensificar el  registro, sumado a la exploración de las partes del cuerpo que interviene en cada intérprete, intentamos luego habilitar un espacio de puesta en común respecto a los registros particulares: ¿qué sucedió en lo  emocional? , por ejemplo extrañeza en la zona pélvica o placer; ¿y en lo físico? ejemplo,  vibración; incomodidad con la respiración en la zona torácica;  calor. Luego de cada ejercicio, los interrogantes-ejes se iban resignificando a partir de la pregunta  ¿qué se está contando? Esta dinámica se fue aplicando a la mayoría de las consignas y ejercicios que se iban probando en los espacios de ensayo- laboratorio. El registro de lo que le iba sucediendo a cada intérprete nos servía como testeo y seguimiento del trabajo en relación a los objetivos de la investigación. A su vez con estas experiencias intentamos que cada intérprete genere su propio “archivo” de imágenes sensoriales, que podían ser visuales, evocativas, olfativas, táctiles o kinestésicas, de forma que el propio trabajo se “acumule” en el cuerpo.
Es en este sentido que nuestra atención estuvo puesta en un “ver quiénes están ahí”, para detectar qué imágenes resultaban interesantes o atrapantes para ir tejiendo una trama o una secuencia. En paralelo, entendíamos que en esta etapa creativa no se está totalmente despojada de pensamientos o imágenes predeterminadas. Entonces, cómo propiciar que estas intérpretes que conocen las características y movimientos de Iansá puedan  interpretar  y no repetir  aquello que fueron adquiriendo en las aulas. Cómo interpretar y  comunicar esa mirada particular del mundo, esa manera de ser propia, y como entrelazarla con los arquetipos que propone la mitología afro para develar otras nuevos relatos y opiniones. Es decir,  ¿cómo encontrar el propio movimiento?

El movimiento propio
En esta línea y tratando de abordar la última pregunta,  la experiencia de la denominada “Conferencia bailada” como instancia de muestra del proceso de investigación en el Centro Cultural de la Cooperación (noviembre 2015), nos permitió sistematizar y ordenar el recorrido intenso de laboratorio realizado hasta el momento. Justamente el objetivo fue mostrar el trabajo de laboratorio en proceso de armado, reflejando la instancia en la que nos encontrábamos sin obviar que igualmente se trataba de una puesta en escena. Algunas de las formas las que intentamos reflejar esto fueron: por un lado incorporar textos que acompañen aquello que sucedía en la escena y, por otro lado, mediante el vestuario, donde consignamos usar “ropa de ensayo” pero estableciendo una paleta de colores para unificar los cuerpos de intérpretes.
En esta instancia la dirección comenzó a repartirse: se estableció así un mayor diálogo entre  aquellas que formamos parte del equipo y se articuló la experiencia de cada una (dos somos intérpretes y una la directora del proyecto).
El armado de la presentación para la “Conferencia  Bailada” nos exigió la selección de algunas instancias del proceso: secuencias, movimientos, figuras, música, diseños espaciales, entre otros. El criterio de esta selección se guió por el intento de reproducir aquellas instancias de trabajo sucedidas en la etapa laboratorio que más se acercaban a los objetivos propuestos. Luego tuvimos que darles un “orden” en relación al relato que intentamos construir: en él priorizamos reflejar algunos aspectos del elemento viento que estuvimos trabajando. El viento puede traer o llevar algo, puede despedir o arrastrar. Estas imágenes fueron la base del diseño espacial donde lo circular fue fundamental para la construcción de las transiciones entre los cuadros. Para lograr este efecto nos basamos en corridas circulares con diferentes calidades y en detenciones para dar cuenta del agite de los cuerpos y del efecto generado por mover el aire del espacio. Estos pasajes nos permitieron además jugar con la imagen de “masa” de viento donde no buscamos resaltar las particularidades de las intérpretes. Por otro lado trabajamos con figuras lineales para reflejar el trabajo con la cadera y así mostrar el contraste entre las particularidades (ahora sí) de las intérpretes y a su vez contraponerlo con la imagen de “masa” generada en las transiciones. En este proceso se fueron dilucidando sutiles apropiaciones de las secuencias, movimientos y gestualidades, donde las intérpretes dejaron ver “sus propias Iansá”.
Podríamos decir que La que devela (como se denominó esta presentación) fue un  adelanto, una fotografía, o una ráfaga que nos sirvió para tomar apuntes de los cuerpos de esas mujeres. Apuntes que también nos llevan a redefinir y profundizar respecto de algunos conceptos e interrogantes para la nueva etapa que viene. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de “equilibrio” entre representación y propuesta física?, ¿cómo evaluamos los niveles de apropiación?, ¿cuáles son los desafíos a la hora de construir una obra?
Nos queda comenzar el camino hacia una construcción dramatúrgica, establecer criterios estéticos y sonoros y seguir develando cuántas y cómo serán “las Iansás” dispuestas a entregar su  relato con y desde los cuerpos, quizás como los fieles en su ritual.


Bibliografía consultada.

Bastide Roger(1878): El candomblé de Bahia (Rito Nago). San Pablo: Nacional.P23
Corvalán, María Laura (2013): O desvendar do vento: manifestações artísticas das danças dos orixás. (116) Dissertação (Mestrado) – Escola de Dança da Universidade Federal da Bahia. Salvador.P17
Díaz y Grondona (1998): Expresión Corporal, su enfoque didáctico. Editorial Nuevo extremo.
Frigerio Alejandro (S/D): Trance y posesión. La complejidad de una experiencia. Obtenida en:
Frigerio, Alejandro (2000). Artes negras: una perspectiva afrocéntricas. En: Cultura Negra en el Cono Sur: Representaciones en conflicto. Buenos Aires: EDUCA.
Pierre Verger (1981): Orixas. Corrupio. P.20
Santos, Boaventura de Souza(2002): Para umaSociologia das ausências e umasociologia das emergências. Revista Crítica de CiênciasSociais, n. 63, Outubro 2002, p. 237-238.


  
RESIDENCIA DE INVESTIGACIÓN COREOGRÁFICA
Francotiradores. La distorsión de los sentidos establecidos
Coreógrafo residente: Rakhal Herrero
                                         Investigadora asociada: Leticia Perez[10]          
Área Temática: Danza
2015

1)      Introducción

                La propuesta de la primera residencia coreográfica del Centro Cultural de la Cooperación, puesta en marcha por el área de danza, tiene como objetivo acoger a bailarines y coreógrafos durante el término de un año, para así poder colaborar en el desarrollo de sus creaciones en las instalaciones. La idea es incentivar un proceso de reflexión donde los artistas, el coreógrafo y lo investigadores puedan desarrollar un continuo cruce de conocimientos sobre la danza, repensando los procesos de creación, exploración, producción y distribución. Cuestionarse sobre el sector creativo en las Artes del Movimiento y sus repercusiones en nuestra sociedad, para que lo creativo pueda estar implicado en todos los rasgos del hacer. Sobre estas bases, se propone la residencia como un lugar donde se reflexiona sobre el presente y el devenir de la cultura, de la expresión artística en general, y de la danza y artes del movimiento en particular.
            Dentro de este marco, la siguiente investigación tiene como finalidad indagar acerca de la construcción del material coreográfico de la obra Francotiradores, que se trabajó durante la residencia coreográfica del corriente año, llevada a cabo por Rakhal Herrero, para su posterior puesta en escena en Noviembre de 2015.
            Para estudiar el recorrido de la misma se proponen dos instancias de estudio que se encontrarán atravesadas por el marco teórico seleccionado. El mismo se apoya en autores como RolandBarthes, Roberto Marafioti, Hilda Islas, Paulo Freire, Maurice Merleau-Ponty, RomanJakobson y ViktorSklovski. De esta manera, se abordan conceptos como cultura, comunicación y lenguaje, y como éstos universos influyen a la hora de la improvisación, composición y la construcción de sentido.
            La primera instancia se encuentra relacionada con el proceso creativo que realizaron tanto los bailarines como el director durante este año: material kinético utilizado, objetos intervinientes, espacio, etc.
            En la segunda instancia se reflexionará acerca de la obra propiamente observable “Francotiradores”, donde podremos ver cómo el material teórico puede apoyar aquello que sucede en escena.


2)       Marcos de reflexión

¿Qué es un Francotirador?
Dicha palabra es una amenaza en potencia que puede interpelar a otros signos de la escena, generando un corrimiento de los sentidos establecidos.
Rakhal Herrero


Es posible observar que, es en la interacción comunicativa entre las personas donde se manifiesta la cultura como principio organizador de la experiencia humana, implementando formas de actuar en común. Y que la cultura, como un hecho social, es manifestada, transmitida y vivida por cada individuo mediante una comunicación constante. De este modo, creamos cultura a través de la comunicación y comunicamos a través de la cultura, estableciendo como resultado una relación estrecha en donde ambos conceptos son inseparables y se rigen bajo una relación estructural.
A continuación, dicho proyecto intentará descubrir cómo se construye el sentido a través de la danza como lenguaje, cómo opera la figura de francotirador, según el creador Rakhal Herrero para poder generar un corrimiento de ese sentido, y qué incidencia tienen la comunicación, la cultura y el lenguaje en su forma de operar.
La danza, como forma de comunicación no verbal, se vale del sistema cultural para poder dar sentido a lo que se produce, por lo que su función deviene en signo. Es decir, posee significantes (los movimientos que se muestran) y significado (el concepto que se quiere hacer presente mediante los movimientos).
De acuerdo con RolandBarthes(RolandBarthes, 1971), “el sentido no puede ser más que nombrado, y el mundo de los significados no es más que el del lenguaje”. Esto implica, la necesidad de remitirse al modelo de la lingüística para referirse a otros sistemas de signos; por lo tanto, hablar de la cultura y la danza como objetos o acontecimientos con significado, permite plantear la posibilidad de uso del modelo lingüístico. No obstante, es necesario hacer ciertas salvedades con respecto a la utilidad de este planteo en lo que respecta a la danza, por tratarse de campos de estudio diferentes. Por lo cual, habrá que ver qué términos se pueden ajustar a ambos campos de estudio de manera crítica.
Por signo entendemos una unidad que puede ser percibida por el ser humano mediante los sentidos y que remite a imaginar otra realidad que no está presente. Esta concepcióndel signo, no sólo introduce la idea de representación (una presencia que está en el lugar de una ausencia), sino que a demás, lleva a definir el modo en el que se relacionan los dos componentes del signo; significante y significado.Independientemente de esto, es necesario distinguir ‘lo significado’ por un signo y ‘la interpretación’ de ese signo. La noción de sentido debe ser tenida en cuenta como un significado puesto en situación. Es decir, interpretado por alguien en un contexto dado. Este pensamiento puede ser importante para ver cómo se genera la construcción de sentido en una obra de danza como “Francotiradores”.
El tratamiento de la danza desde una perspectiva de la lingüística, permite que consideremos a la danza como un lenguaje simbólico donde todos los componentes de la obra en los que se desarrolla la danza, están dotados de significados dentro del sistema al que pertenecen,y a su vez, estos elementos influyen en la constitución de sentido.Esta posibilidad de otorgar sentidos, está ligada a los modos de representación por medio del cuerpo en movimiento.
En cualquier caso, para comprender cómo mediante la danza se construye el sentido y cómo opera el francotirador para distorsionarlo; tendremos que percibir el mensaje que cada intérprete quiere comunicar mediante su improvisación (significado), tomando al cuerpo a través de su movimiento como significante, y ver qué relación se establece con los elementos que van apareciendo como francotiradores. La construcción de sentido literal en la danza, cuya pureza referencial sea capaz de reflejar las cosas “tal cual son” es una mera ilusión, por lo que la interpretación de los bailarines tendrá un rol importantetanto para la construcción de sentido, como para su reacción frente a los francotiradores. Una de las variables que puede influir en la interpretación de los elementos que aparecen en escena es el modo que tenemos de entender los modelos simbólicos, y es ahí donde entra en juego el sistema cultural. Al respecto, Paulo Freire (Paulo Freire, 1945) expone:

[…] El pensamiento y el lenguaje constituyen un todo, siempre referido a la realidad del sujeto pensante; por lo tanto un auténtico pensamiento-lenguaje, es generado en la relación que se da entre el sujeto y, su realidad histórica y cultural concreta. […]

La elección de este marco teórico proveniente de la lingüística intenta asentar explícitamente las convenciones responsables de los fenómenos y los mecanismos de producción que constituyen el sentido. No se trata, por lo tanto, de descubrir qué dice la obra, sino cuáles son las estrategias y procedimientos mediante los cuales establece la relación entre la materialidad de su lenguaje y los sentidos que pueden adjudicársele.
En síntesis, se está considerando a la danza como un artefacto simbólico en el que los rasgos que presenta se distinguen entre sí. Esta distinción les permite estar dotados de significado dentro del sistema simbólico al cual pertenecen.
El tratamiento de esta obra de danza desde una matriz lingüística y sus derivaciones semiológicas no puede ser pensado de manera homogénea. Esos mismos campos de estudio son diversos, se han ido ampliando con el tiempo y no son un cuerpo de conocimientos estáticos. A su vez, lo específico de la danza como objeto artístico en el que aparece el cuerpo humano en movimiento como constituyente, obliga a tomar los elementos que se consideran necesarios en función del recorte que se haga sobre el objeto.

Desde esta perspectiva, la obra de danza, como objeto relacional, está estructurada y definida, de alguna manera, mediante su lugar en la conformación del sistema. Si esta combinación de signos y estructuras puede hacer que este análisis esté incluido dentro de una perspectiva estructuralista o semiótica no es lo esencial, sino la verificación de la convencionalidad de los sentidos, de la existencia ineludible de una interpretación, y de la situación necesaria del significado para constituirse en sentido.

3)      El Proceso Creativo

El punto de partida se sitúa en la observación directa de la residencia “Francotiradores” de Rakhal Herrero y cómo su funcionalidad y construcción se articula con el material teórico para su reflexión posterior sobre la cultura, la comunicación y la creación de un mensaje lingüístico.
Todo el equipo del proyecto práctico, los intérpretes Celia Arguello Rena, Delfina Thiel, Julia Hadida, InésMass, Hernán Martínez, PaulaNerome ySebastiaoSoares; el colaborador en artística y dramaturgia Matías Feldman; el diseñador sonoro Patricio Lisandro Ortiz; la vestuarista Belén Parra; el iluminador Matías Sendón; losasistentes de dirección Ana Gurbanov,Paula Almirón y Joaquín Martínez; y el director de la obra Rakhal Herrero, comenzaron este trabajo con una primera investigación que se realizó en dos proyectos consecutivos, “Flock” en el marco del Festival de Danza Contemporánea de Buenos Aires y luego “Pensando Pájaros”, que fue montado por la Compañía Contemporánea de la UNA (Universidad Nacional de las Artes); para culminar en este nuevo proyecto llamado “Francotiradores” que se estrenará en Noviembre de 2015 en Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”. 
De alguna manera, los tres proyectos suponen una continuación en la investigación y fueron desarrollados y presentados como work in progress. La intención fue que cada proyecto fuera profundizando en aquellos materiales y que éstos fueran disparadores de nuevas inquietudes. La residencia se llevó a cabo desde principios de marzo de 2015, en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación, los días sábados de 10 hs. a 14 hs.
El trabajo coreográfico estuvo focalizado en cuatro ejes de investigación íntimamente relacionados, que se mantuvieron a lo largo de todo los proyectos:

-          El "estar en escena" del bailarín  y sus modos de resolución grupal: ¿Dónde hace pie el intérprete al momento de resolver su tarea en grupo? ¿Cuál es el valor de la relación con el otro y con el espacio y cómo opera esto en su accionar? Indagar la relación entre intérpretes, la propia sensibilidad, y la “escucha” de lo que sucede.
-          La idea de engranaje: pensar la construcción del trabajo en equipo de manera estricta, en el sentido de que si falta una pieza, la totalidad no funciona. Las ideas de sincronismo y acumulación relacionadas: la sumatoria de tareas asociadas dan como resultado un objetivo común más grande.
-          La idea de movimiento infinito o la circulación constante del movimiento: la intención es buscar un movimiento escénico que circule, que avance y que acumule. Esta noción kinética estará asociada directamente a un sentido dramatúrgico, donde una cosa pueda llevar a la siguiente y esa a la próxima, permitiendo la continuidad y no la clausura. ¿Es posible pensar en una construcción que diluya de algún modo la idea de escenas, cuadros o partes, permitiendo pensar en el material como un todo que se transforma?
-          La intención de expandir ciertos aspectos expresivos del movimiento: indagar sobre diferentes posibilidades en relación a la intensidad, dinámica y “tamaño” del movimiento, buscar otras “texturas y colores”, otras energías y potencias, la relación de movimiento con la voz,  para superponer y componer rítmicamente con todo esto.

Para el proyecto, “Francotiradores”, si bien se mantuvieron los ejes de investigación, se iniciaron nuevas acciones exploratorias. El dispositivo que se despliega tiene una dinámica dialéctica, donde cada uno de los elementos opera como “francotirador” de lo existente. En este sentido, el concepto de francotirador aplicado a los signos de la escena es considerado como una amenaza en potencia, que puede generar un corrimiento de los sentidos establecidos. El trabajo de movimiento busca desarrollar un lenguaje especifico a partir de diferentes procedimientos que empujan al intérprete a producir contantes rupturas (desde la forma, el gesto, lo afectivo), reactualizándose continuamente en un proceso de aceleración de sus impulsos escénicos, con la consigna de “permanecer en el cambio”, donde lo incierto aparece como un potencial de desarrollo. Como consecuencia, se construye un sistema de significación singular y dinámico a partir de lo distinto y lo desconocido; poniendo en cuestionamiento desde el cuerpo, los modos sociales de subjetivar la normalidad.
Se trata entonces de un diálogo que se centra en las significaciones que produce cada elemento en los intérpretes de forma individual y en forma grupal. En este sentido, se puede ver cómo las subjetividades varían la relación grupal, y a su vez cómo esa instancia grupal permite potenciar lo individual para enriquecerla.
La incorporación del vestuario, así como el uso de objetos, tiene como objetivo el corrimiento y superposición expresiva. Llevar al extremo las posibilidades del movimiento y de producción de imágenes, sumando texturas, colores y tramas distintas.
En relación a la luz, se probaron distintos dispositivos lumínicos/escenográficos móviles que permitieran desde el interior de la escena alterar la espacialidad, delimitando diferentes espacios y creando nuevas atmósferas.
Dentro del espacio escénico, se utilizaron muebles y un dispositivo lumínico como figuras latentes en potencia, causantes de desequilibrio, las mismas tienen como finalidad la construcción y la deconstrucción de diferentes situaciones.
Por último, la música no escapa a esta concepción dialéctica de construcción; la misma se despliega a partir del choque entre una propuesta sonora experimental, progresiva y otra de formato más clásico con la inserción de fragmentos musicales reconocibles. Otro dispositivo utilizado es un amplificador conectado al suelo que permite captar cualquier sonido proveniente del escenario; y el mismo genera un contraste con la música que suena en escena. El sonido amplificado tiene la capacidad de modificar la sensación del espacio, lo que provoca en los intérpretes nuevas reacciones.
En los últimos meses, el trabajo se centró en la relación existente entre los bailarines y el público. Se propusieron algunas formas de conectarse directamente con el público para ver cómo sus reacciones podían influenciar en las improvisaciones de cada intérprete. Lo interesante de esta propuesta es justamente el flujo constante e infinito de elementos que logran atravesar a la obra. Nada se repite con exactitud y nadie puede prever la reacción de cada persona; por lo que este francotirador es uno de los elementos más arriesgados e imprevisiblespor su capacidad de sorpresa. Es en esta imposibilidad de anticipar donde se pone en cuestionamiento, desde el cuerpo, los modos sociales de subjetivar la normalidad. A partir de lo distinto, lo desconocido, el borde, lo otro, se construye un sistema de significación singular y dinámico, que confronta al espectador con ese abismo de posibilidades.

4)      La Obra

Hallamos la obra como un sistema que tiene sentido, donde cada elemento que forma parte de él deviene en signo, por lo que posee significantes y significados. A su vez, cada parte o escena que conforma esta estructura que es la obra, forma un sistema en sí que mantiene un carácter de interdependencia con los demás. Sin embargo, ninguno de ellos es completamente estable y es acá donde el francotirador actúa, rompiendo con los horizontes y parámetros de cada sistema provocando una distorsión en el sentido. El francotirador es una herramienta para crear un desorden, en contraposición a una composición anterior donde todo se mantenía de manera lineal. Esto produce un cambio en la estructura de la representación, y por lo tanto genera un cambio en los modos de recepción de cada intérprete y también del espectador, dado que cada uno construye un universo de sentido a partir de lo que propone la obra en escena. El francotirador genera la posibilidad de manipular los contenidos, ampliando las relaciones conceptuales y abriendo la obra a nuevas e imprevisibles tramas.
Una forma de ejemplificar lo anteriormente dicho sería observando las transiciones entre cada escena. La utilización de las luces o de la música en el escenario, permiten dar foco a las transiciones de una escena a la otra que generalmente suceden simultáneamente; funcionando como idea de corte o como “obra dentro de la obra”. Ese collage como forma compositiva es también el ejemplo perfecto de cómo interviene la comunicación y la cultura en el corrimiento de los sentidos. La fragmentación, el extrañamiento, la velocidad, la no linealidad son elementos que, trasladados desde una estructura socio-cultural se reflejan en el escenario.  Es esto lo que lee el espectador; este emparentamiento con su propio contexto es lo que le permite considerar su horizonte de conocimiento sobre la escena y re-armarla infinitas veces.
El francotirador tiene que ver con la intención de provocar tanto a los intérpretes como al espectador, pero de formas distintas. En el caso de los espectadores, estas construcciones entrecortadas, en velocidad, los mantiene alerta, despertándolos en todo momento para que se produzca la distorsión del sentido de lo que están viendo; en el caso de los bailarines, el francotirador tiene la intención de provocar el cambio continuo, donde lo incierto aparece como un potencial de desarrollo. Como consecuencia de ello, se refuerza la idea de permanecer siempre “fuera de norma”. 
En esta obra de danza, la improvisación tiene un papel fundamental, por lo que existe un interés particular en la participación activa del intérprete en el proceso de creación. El trabajo de movimiento busca desarrollar un lenguaje especifico a partir de diferentes procedimientos que empujan al intérprete a producir contantes rupturas, reactualizándose continuamente, lo que los lleva a permanecer en un cambio incesante. El cuerpo ya no es un simple instrumento en esta obra, sino un lugar en el que se manifiesta la experiencia; constituye el lugar donde ocurre el diálogo experimental con este universo que es la obra en sí, y para conocerlo “no dispongo de ningún otro medio […] más que el de vivirlo, eso es, recogerlo por mi cuenta como el drama que lo atraviesa y confundirme con él” (Merleau-Ponty, 1997: 215).
Rakhal Herrero propone un esquema donde el cuerpo participa de la experiencia de un mundo en transformación continua. Los intérpretes conocen este mundo que es el escenario y todo lo que hay en él a partir de la práctica pero desde un lugar no convencional; el bailarín entra a ese mundo, lo habita y lo conoce; como afirma Merleau Ponty:    
[…] El mundo no es lo que pienso sino lo que vivo; estoy abierto al mundo y me comunico con él, pero no lo poseo; es inagotable. […]

Ver o conocer un objeto, según Merleau-Ponty, “es venir a habitarlo, y desde ahí captar todas las cosas según la cara que al mismo presenten” (Merleau-Ponty, 1997: 88). Lo interesante es que el cuerpo en esta obra también se presenta como un objeto a conocer, aunque no lo puedan hacer de igual forma que con los objetos externos a ellos, como el mobiliario.   
Habitar el cuerpo es adquirir un punto de vista sobre él, y si bien la propuesta de esta obra es conocerlo, implica también romper con la familiaridad ya existente. El reconocimiento del propio cuerpo, lleva implícito un asombro ante él, un extrañamiento de los propios hábitos de movimiento, un quebrantamiento de la familiaridad con la que los intérpretes realizan acciones que han sido mecanizadas; implica que deben atreverse a reconocerlo como algo siempre novedoso, colmado de múltiples experiencias que se extienden al infinito y que los transforma al mismo tiempo que ellos se transforman. El conocimiento de ellos mismos y de su cuerpo se presenta siempre como un devenir, en permanente construcción.
En este sentido, el rol de la improvisación es enfatizar la transformación del cuerpo y la percepción que tienen los bailarines de éste y de sí mismos, de modo que logren habitarlo y vivirlo, sin que se reduzca a un mero instrumento y que, por el contrario, se constituya en lugar y horizonte para el descubrimiento y la creación. La idea de experimentar desde otra perspectiva les permite no caer en la reiteración, sino que los ayuda a impulsar nuevas sensaciones, nuevas calidades y nuevas formas de moverse; nuevas formas de ser y de estar.
Es importante tener en cuenta que si bien la obra hace pie en ver al francotirador como un elemento que altera el sentido, la idea que subyace no es la de destruir lo que se viene componiendo, sino que es la de construir un nuevo sentido sin perder o sin soltar completamente lo que se venía trabajando, admitiendo pensar el material como un todo que se transforma. Esta misma transformación, que se da por un constante ir y venir de un pensamiento analítico y reflexivo en relación a lo que se interpreta en la escena, permite crear realidades de sentido efímero que no exijan del espectador sino una disposición a romper sus propios límites conceptuales. Cada cosa tiene su contenido y compromiso, nada está libre de significado e intención. Lo único realmente libre es la mirada de cada uno.
La idea de construir un sentido sin perder lo que se venía trabajando, permite ver una sobreabundancia de sentido sobre una misma cosa, porque todos definen y a la vez nadie tiene la última palabra. Se podría decir que el escenario se presenta como un lugar en el que no sólo el sentido de las cosas muta constantemente, sino que las cosas en sí mismas también lo hacen. Todo objeto no existe sino en la medida de la interpretación cultural que se posee de él, por ende es una imagen virtual: puro deseo latente. Pero esto no solo ocurre con los objetos, sino también con la danza que es el lenguaje que prima en la obra.
Hilda Islas en su libro “Tecnologías corporales: danza, cuerpo e historia” propone un ensayo de Susan Langer que destaca el carácter virtual y simbólico de la danza. Langer concibe la danza como una apariencia, una aparición que surge del despliegue de fuerzas producidas en la interacción de los bailarines, fuerzas que son creadas por la percepción. Así, lo creado por los bailarines para nuestra percepción es una entidad virtual; es real en tanto que es percibida, pero es creada y también dinámica. Esta imagen expresa simbólicamente las ideas y el proceso subjetivo del creador sobre la vida inmediata, sentida, emotiva. Así, para esta filósofa la creación de danza, la imagen dinámica virtual, supone darle a los acontecimientos subjetivos un símbolo objetivo. La obra de Rakhal Herrero coincide también con la perspectiva de Langer sobre privilegiar el acto comunicativo; es la visión del espectador, en la que no interesa la danza simplemente como producción, sino que lo que importa es lo que comunica:

[…]El fin de la danza es el deleite del espectador. […]

Esta línea de pensamiento, lleva a la reflexión sobre el modo en que el lenguaje de la danza se distingue del lenguaje ordinario.
Las contribuciones teóricas realizadas por los formalistas rusos se acercan hacia el objeto de estudio al que refiero en cuanto al tratamiento de los conceptos de arte, literatura y texto. Tomar la obra de danza como un texto no implica abandonar las posibilidades representacionales del movimiento, sino considerar este aspecto como uno más de la producción de sentido. Mediante la perspectiva del formalismo ruso se intentará analizar cómo lo social y lo cultural infiere en el lenguaje literario y cómo se relaciona con la danza.
Se podría hacer ingresar una categoría productiva, proveniente de esta corriente, como es la del extrañamiento. Este concepto refiere al modo en el que el lenguaje poético se distingue, supuestamente, del lenguaje ordinario por su capacidad de interferir el proceso de automatización. La cotidianidad hace que percibamos siempre de la misma forma los objetos, hace de todo algo automatizado. El propósito del arte es el de impartir la sensación de las cosas como son percibidas y no como son sabidas (o concebidas). La técnica del arte de "extrañar" a los objetos, de hacer difíciles las formas, de incrementar la dificultad y magnitud de la percepción encuentra su razón justamente en que el proceso de percepción es un fin en sí mismo y por lo tanto debe prolongarse. El arte es una manera de experimentar la cualidad o esencia artística de un objeto; el objeto no es lo importante, sino el relato que está detrás.
El problema de que los elementos de la obra puedan permitir la automatización, hizo que los formalistas consideraran las obras literarias como sistemas dinámicos donde los elementos interactúan en un escenario de fondo, de acuerdo a un guión central dominante. Tanto la noción de dominancia como la de extrañamiento, varían de acuerdo al desarrollo temporal, cultural e histórico.
Por lo tanto, el extrañamiento puede entenderse como lo inesperado o lo improbable y en este sentido, el público de “Francotiradores” será sacudido por el efecto de extrañamiento que aportarán cada uno de los intérpretes, por hacerlos mirar lo dado en la obra en un sentido que excede al movimiento mismo y lo emparenta con la “escena” que se muestra.
De acuerdo al formalismo ruso, asimilar o interpretar algo es colocarlo en el orden de las formas que la cultura posibilita y, por lo general, esto se lleva a cabo hablando sobre ello en un discurso que la cultura entiende por natural. El carácter artístico de un objeto se conforma de manera histórica; su función dominante depende de un proceso que no está plenamente bajo el dominio de un individuo, sino de la sociedad. En consecuencia, no existen objetos ni procesos que, por su esencia y su estructura sean dominantes, ni tampoco otros que tengan que estar, en vista de su estructura real, eliminados de esta función; ya que debe tenerse en cuenta el tiempo, el lugar y el criterio con que se los valore. La danza como manifestación artística está involucrada dentro de estas condiciones.
Por lo tanto, el objeto artístico, considerado desde esta perspectiva, estará compuesto por signos con ciertas particularidades como por ejemplo la ambigüedad y su capacidad de adquirir importancia en sí mismo y no como mediador. Esto significa, que los procedimientos realizados se vuelven centrales para la apreciación del sentido, y que de alguna manera el lenguaje de lo artístico llama la atención sobre su propia construcción.
El carácter marcadamente ambiguo del signo es el fundamento que permite la aparición de una variedad de interpretaciones posibles, que no necesariamente deben anularse entre sí. “Francotiradores” se carga insistentemente de nuevos sentidos en la intersección entre aquello que es su propio modo de significar y la unidad cultural en la que se recorta. La obra, entonces, transforma continuamente sus propias denotaciones en connotaciones. Por otro lado, se denomina  imagen connotada a lo simbólico, los signos provienen de un código cultural; y el número de lecturas que se haga de un mismo signo varía según los individuos.
El disparador de este proyecto de obra se centra en lo incierto como potencia, al respecto Roland Barthes explica:

[…]En toda sociedad se desarrollan técnicas destinadas a fijar la cadena flotante de significados, con el fin de combatir el terror producido por los signos inciertos: una de esas técnicas consiste precisamente en el mensaje lingüístico. […]

Si bien lo conceptos de imagen denotada y connotada se aplican al mensaje lingüístico, podemos ver como Rakhal Herrero recurre estas nociones para que funcionen en el mensaje no-lingüístico de la danza. Al no utilizar el recurso de la palabra para explicar las imágenes que aparecen en escena, sino la danza como un estar de los intérpretes, junto a un movimiento escénico disruptivo y móvil; se genera en el espectador un estado de incertidumbre, donde el sentido o la falta del mismo dependerá de la visión particular y personal en cada uno de ellos. Como consecuencia de esta relación intrínseca que existe entre las imágenes denotadas y connotadas que aparecen en la obra, la interpretación posible será siempre abierta.
Sin embargo, esto no implica que no se pueda reconocer una estructura formal, después de todo no se trata de la adjudicación de sentidos en un simple gesto desaforado. Precisamente la existencia de estructuras en distintos niveles de la obra permite que esta no sea solamente una estimulación casual de reacciones aleatorias; sino al mismo tiempo, permite que se conserve, en relación con la producción de sentido, un gran margen de improbabilidad.
Sumado a esto, la obra se recorta además en un sistema de expectativas culturales e históricas por parte del público, sobre un horizonte de posibilidades. Inmerso en él, es viable encontrar en la obra una dialéctica de fidelidad y libertad que no deja de lado su estructura formal. Las acciones que la obra lleva a cabo son significativas solo si son relacionadas al conjunto de acuerdos culturales que se encuentra institucionalizado, por lo que un acercamiento a la puesta en escena exige tener en consideración estas cuestiones. Es necesario reflexionar, por un lado, sobre el sistema de convenciones constituído históricamente que aporta elementos fundamentales para la interpretación, y por otro lado, advertir los tratamientos particulares que realizan cada uno de los intérpretes sobre las mencionadas convenciones, que hace que se determine y se actualice constantemente el sentido de la obra.
Por lo tanto, la tarea crítica sobre el signo consiste en explicar por qué razones estructurales pueden producirse esas u otras interpretaciones semánticas. Es decir, intentar definir qué es lo que produce modos infinitos de aprehensión de forma semánticamente aceptable. Dicha forma, sin embargo nunca es definitiva, sino conjetural, ya que parte de una infinidad que intenta probarse en la constatación con la obra, que se presenta como “abierta”. La danza, como objeto plausible de ser interpretado, y considerado con una función dominante, no escapa a estas características y a su vez exige ajustar los términos en función de lo específico de su lenguaje.
Para concluir podemos decir que la obra Francotiradores, se presenta como un esqueleto o esquema que es indefectiblemente completado por la interpretación del público.
En este sentido, Francotiradores es una construcción, una elaboración artificial, un artefacto que tiene efectos sobre la relación simbólica que tenemos con el mundo.
La obra plantea un lugar de intercambio de sentido para representar el pensamiento. La organización de los elementos que participan en esta producción, en lugar de designar con cierta simplicidad un objeto, designa instrucciones para la construcción de sentido, y acá donde radica la naturaleza de su semiosis.

Bibliografía Consultada.

-          Barthes, Roland.“Elementos de Semiología”.Madrid: Alberto Corazón Editor. 1971.
-          Barthes, Roland. “La Aventura Semiológica”.Buenos Aires:Paidós.1993.
-          Barthes, Roland. "Retórica de la imagen". Barcelona: Paidós. 1995.
-          Freire, Paulo. “Acción Cultural para la libertad”. Buenos Aires: Tierra Nueva. 1945.
-          Islas, Hilda. “Tecnologías corporales: danza, cuerpo e historia”. Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón.México. 1995.
-          Islas, Hilda. “De la Historia al cuerpo y del cuerpo a la danza”. México: CONACULTA. 2001.
-          Jakobson, Roman. “Lingüística y poética”, en Ensayos de lingüística general. Barcelona: Seix Barral. 1981.
-          Marafioti, Roberto. “Sentidos de la comunicación; Teorías y perspectivas sobre cultura y comunicación”. Buenos Aires: Biblos. 2005.
-          Merleau-Ponty, Maurice.“Fenomenología de la percepción”.Barcelona: Península, 4ª ed.1997.
-          Sklovski, Viktor. “El arte como artificio”, en Teoría de la literatura de los formalistas rusos. Trad. Todorov. Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 2008.



[1]  Es Licenciada en Composición Coreográfica Mención Danzas. IUNA (Instituto Universitario Nacional de Arte) 2000-2008. Cap. Fed. Pcia de Buenos Aires. Ha sido becada por el ADF American Dance Festival 2008 (junio-julio) – North Carolina – EE.UU (Beca de capacitación en la Escuela del ADF. Universidad de DUKE). Desde el 2012 trabaja en el área danza del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” junto a la coordinadora Mariela Ruggeri). En el 2013 obtuvo Beca de Investigación (bianual) del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” por su trabajo teórico/práctico: “Proceso creativo y grotesco: el cuerpo deforme como vehículo del desborde (creación performática y video-danza)”. En el 2015 obtuvo Beca de Investigación (bianual) del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” por su trabajo teórico/práctico: “Una flexión acerca de la performance” (propuesta de producción teórico-práctica)”. Trabaja desde el 2005 dictando clases de danza contemporánea y danza clásica de manera independiente. Lo ha hecho también en la Escuela Arte XXI, UNA, ISFD Nro.153 de Lobos y como suplente de Edgardo Mercado en el Taller de Danza Contemporánea del Centro Cultural San Martín. Ha sido directora e intérprete de sus obras “Los Hábiles” (2014), “Piezas” (2013) y “Ni te asomes” (2008). Actualmente se encuentra participando en procesos los creativos que a continuación se detallan: tareas de improvisación para la composición de la obra coreográfica  “Inés!” que dirige Mariela Ruggeri; intérprete en la obra “Clásica” estrenada en Junio del 2015 en el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, presentada en Espacio Callejón durante los meses de Julio y Agosto, dirigida por Martín Piliponsky.

[2] En el blog Performancelogía: Todo sobre arte de performance y Performancistas se exponen las definiciones que detallo a continuación. El Happening es la experiencia que parte de la ecuación entre provocación-participación-improvisación. Tiene su origen en la década de 1950 y se considera una manifestación artística multidisciplinaria. El happening, como manifestación artística múltiple, que pretende la participación espontánea del público, suele ser efímero. Por este motivo los happenings suelen presentarse en lugares públicos, irrumpiendo en la cotidianeidad. Fluxus es un movimiento artístico de las artes visuales pero también de la música y la literatura. Tuvo su momento más activo entre la década de los sesenta y los setenta del siglo XX. Se declaró contra el objeto artístico tradicional como mercancía y se proclamó a sí mismo como el antiarte. Fluxus, que se desarrolla en Norteamérica y Europa bajo el estímulo de John Cage pretende la interdisciplinariedad y la adopción de medios y materiales procedentes de diferentes campos. El lenguaje no es el fin sino el medio para una noción renovada del arte, entendido como “arte total“. Como Dadá, Fluxus escapa a toda tentativa de definición o de categorización. Disuelve el arte en lo cotidiano. El Body Art  es un estilo enmarcado en el arte conceptual, de gran relevancia en los años 1960 en Europa y, en especial, en Estados Unidos. Se trabaja con el cuerpo como material plástico, se pinta, se calca, se ensucia, se cubre, se retuerce; el cuerpo es el lienzo o el molde del trabajo artístico. Suele realizarse a modo de acción o performance, con una documentación fotográfica o videográfica posterior. El arte conceptual, también conocido como idea art, information art o software art, es un movimiento artístico en el que las ideas son un elemento más importante que el objeto o su representación física. La idea de la obra prevalece sobre sus aspectos formales, quedando la resolución final como mero soporte. El arte conceptual como movimiento emergió a la mitad de los años sesenta, en parte como una reacción en contra del formalismo que había sido articulado por el influyente crítico ClementGreenberg. Sin embargo, es común situar su origen en los ready-made que el artista francés Marcel Duchamp realizó en las décadas de 1910 y 1920, en los cuales la obra artística ya no es interpretada como un objeto de contemplación fabricado por la mano de su creador, sino como un objeto de pura especulación intelectual. El contexto inmediato del arte conceptual es el de EEUU y Europa tras la II Guerra mundial, al que hay que añadir artistas de otros países en Asia y Sudamérica. Los medios más empleados en el arte conceptual son el texto, la fotografía, la performance y el video. En ocasiones se reduce a un conjunto de instrucciones indicando cómo crear una obra o a la documentación de un evento; la idea tras el arte es más importante que el artefacto en sí.
[3] Antonio Prieto Stambaugh es investigador y profesor mexicano enfocado en asuntos de performance, teatro contemporáneo, género y estudios queer. Es catedrático en el Departamento de Teatro en la Universidad Veracruzana. Ha sido conferenciante en Stanford University, investigador en el Colegio de Michoacán y director del Centro de Investigaciones Escénicas de la Escuela Superior de Artes de Yucatán. Stambaugh tiene una maestría en Estudios de Performance de la Escuela de Artes Tisch de New York University y un doctorado en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México (SNI) y de la Junta de Directores del Instituto Hemisférico. Ha publicado numerosos ensayos sobre el arte de performance chicano y mexicano y sobre cuestiones de género y de estudios fronterizos en diversas antologías y revistas como “Cuadernos americanos”, “Debate feminista”, “Gestos”, “TheatreJournal”, “Frontera norte” y “Conjunto”.  Es co-autor, junto a Yolanda Muñoz, del libro “El teatro como vehículo de comunicación” (Editorial Trillas 1992). Su libro más reciente es “Jerry Grotowski: miradas desde Latinoamérica”, una antología que editó y que fue publicada por la Universidad Veracruzana (2011).
[4] Diana Taylor es Profesora (UniversityProfessor) del Departamento de Estudios de Performance y del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Nueva York (NYU). Es la autora de Theatre of Crisis: Drama and Politics in LatinAmerica (1991), libro que ganó el premio de Mejor Libro del New England Council onLatin American Studies y Mención Honorable del premio JoeCallaway para el Mejor Libro sobre Drama; DissapearingActs: Spectacles of Gender and Nationalism in Argentina'sDirtyWar, (Duke U.P., 1997); The Archive and theRepertoire: Performing Cultural Memory in theAmericas (Duke U.P., 2003), libro que ganó el Premio ATHE de Investigación sobre Práctica y Pedagogía Teatral y el premio Katherine Singer Kovacs para el Mejor Libro sobre Cultura y Literatura Hispánica del Modern LanguageAssociation (2004). Es la editora de Stages of Conflict: A Reader in Latin American Theatre and Performance (Michigan U.P.), y co-editora de Holy Terrors: Latin American Women Perform (Duke U.P., 2004); Defiant Acts/ Actos Desafiantes: Four Plays by Diana Raznovich (Bucknell U.P., 2002); Negotiating Performance in Latin/o America: Gender Sexuality and Theatricality (Duke U.P., 1994); y The Politics of Motherhood: Activists from Left to Right (University Press of England, 1997). Ha editado más de cinco volúmenes de ensayos críticos sobre performance latinoamericano y latino en "The Drama Review", el "TheatreJournal", el "PerformingArtsJournal", el "Latin American TheatreReview", en "Estrenos", "Gestos", "Signs", "MLQ", y otras revistas académicas. Además, ha sido convidada a participar en discusiones sobre el rol de la tecnología en las artes y las humanidades en importantes conferencias y comisiones en las Américas (por ejemplo, la "ACLS ComissiononCyberinfrastructure"). Diana Taylor es la Directora y Fundadora del Instituto Hemisférico de Performance y Política, auspiciado por las fundaciones Ford y Rockefeller.
[5] Cecilia Benavidez afro.cecibenavidez@gmail.com . Profesora Nacional Superior de Expresión Corporal, recibida del Instituto Universitario Nacional de Arte, CABA, del cual egresó en el año 2001.Su formación profesional y artística en danzas afrolatinoamericanas (populares y religiosas) transitó por  diversos espacios y docentes. En Buenos Aires tomó clases con prestigiosas maestras provenientes principalmente de Brasil, pioneras en la danza afro en la Argentina. A nivel internacional viajó y profundizó su formación con reconocidos maestros en Brasil, Cuba y Uruguay.Su formación corporal  se complementa con diversos seminarios y cursos de otras disciplinas como:   teatro físico, contact, improvisación, danza contemporánea, entre otros. A partir de 1999 se desempeñó como docente de danzas afrolatinoamericanas dictando talleres en diferentes espacios tales como: la  Escuela de Percusión La Chilinga (donde también fue directora de danza); centros culturales dependientes del GCABA; Ecunhi;  Centro cultural Ernesto Sabato (dependiente de la Facultad de Cs. Económicas de la UBA ); estudios privados;  en contextos de encierros a través del Programa de Cultura en Cárceles  (Ezeiza, Marcos Paz); clases abiertas en espacios públicos; entre otros.A partir del 2005 hasta la actualidad se desempeñó como docente titular de expresión corporal  en el Instituto Vocacional de Arte (CABA) coordinando talleres tanto en el jardín de infantes como en el secundario. Fue  fundadora e intérprete del Grupo de Danza Afroamericanas “Oduduwa”, el cual además de presentar la obra “Mitología en Movimiento” participó junto con La Chilinga y la agrupación Hijos en las Marchas de la Memoria a través de la danza en intervenciones callejeras (2001- 2011). Participó como bailarina  en el grupo Iyama (danzas afrocubanas)  y como intérprete en la obra “Entranse”.Como directora y coreógrafa, presentó dos obras: “Recorrido de dos mundos” (2008-2010) con el grupo de danzas Imalés y “Santo y Pagano” (2012-2014). Dichas obras fueron presentadas en diferentes teatros y centros culturales del circuito porteño. Actualmente se encuentra en proceso creativo de una nueva propuesta escénica
[6]En este documento  usaremos el término “lo afro” en su sentido amplio, entendiendo que hay un conjunto de características provenientes de  África (costa oeste) que ha impactado en la formación de expresiones culturales, religiosas y artísticas en toda América. “Lo afro” intenta englobar aquellos elementos  comunes que atraviesan a  estas expresiones. Según Alejandro Frigerio (2000):“En culturas donde no existe una rígida separación entre las formas artísticas, donde todo canto implica música, y ésta danza (que también incluye elementos de mímica), donde tampoco existe una rígida separación entre performers y el público, y donde no hay una separación muy marcada entre situaciones de representación y la vida cotidiana; no habría de extrañarnos que cada individuo sea un performer en potencia, y cada situación de la vida cotidiana brinde la posibilidad de ofrecer una pequeña performance” .

[7]Alejandro Frigerio nos dice que “Los antropólogos usan la conveniente etiqueta de estado alterado de conciencia para englobar el estudio de experiencias religiosas particularmente intensas. En tales casos, el individuo cree entrar en contacto con una realidad diferente de la cotidiana, e interactuar con fuerzas o seres espirituales(…) en el trance de posesión, típico de culturas africanas y sus derivados afro-americanos, un ser espiritual se introduce en el cuerpo de los miembros del culto.” (Frigerio S/D) Más allá de esta primera descripción se debe tener en cuenta que dentro de las diversas prácticas y creencias existen sutiles variaciones que los mismos practicantes de las religiones distinguen dentro del llamado “trance”.
[8]Según Boaventura Souza Santos “todas las culturas son incompletas y por lo tanto, pueden ser enriquecidas por el diálogo y por la confrontación con otras culturas” (Santos, 2002: 264). En este marco tiene lugar el trabajo de la traducción cosmopolita (intelectual, política y emocional) que  comprenden la necesidad de buscar en otra cultura, ordenada por otros valores y modos de estar en el mundo, respuestas para esos “vacíos” de la propia cultura. Pero no se trata  de pensar en una traducción literal o absoluta, sino que implique cambios, y habilite a la creación y la mutación. Cabe aclarar que este proceso de traducción se encuentra fuertemente vinculado a los intereses, concepciones y recorridos del propio docente o “traductor”, ya que a la hora de la transmisión en un  aula o de construir una obra, se ponen en juego diferentes variables como: la concepción del cuerpo, el recorrido del docente, una particular selección del relato mitológico, el contexto sociocultural donde sucede, etc.
[9]Isa Soares es investigadora, docente y bailarina de danzas afro americanas. Desde 1990 hasta 2006 se desempeñó como coordinadora y docente del área de Danzas Afro-americanas del Centro Cultural Rector Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires. Fue parte junto a un grupo de docentes de la llegada de estas danzas a Bs As y formadora una gran parte de docentes que hoy son parte de la escena porteña.
[10]Estudiante de la Universidad Nacional de las Artes (UNA) cursando la Licenciatura en Composición Coreográfica Mención Danza, desde el 2014. Capital Federal. Buenos Aires. Estudios en técnica de danza clásico y danza contemporánea, entre sus maestros pueden destacarse: Alba Virgilio, Rodolfo Prantte, Lucía Lacabana, Ana Guerra y Estela Saladino, entre otros. En referencia a su carrera artística participó en algunos espectáculos como: “Lavalle” de Alba Virgilio (2011), “Piezas” de Alba Viergilio (2013) y “Los Hábiles” de Alba Virgilio (2015). Ha participado en este último tiempo en el Laboratorio "El cuerpo operador" de la coreógrafa y artista visual Olga Mesa, y el artista plástico y visual Francisco Ruiz de Infante. Desde el 2013 es Integrante del Área Danza del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” (coordina. Mariela Ruggeri).

INVESTIGACIONES 2013 / 2014 

Anuario 2014

- El Ritmo del Cuerpo, euritmia de un cuerpo libre (de expresión) . 




                                                                                                                        Isabelle Paez
                          El Ritmo del Cuerpo, euritmia de un cuerpo libre ( de expresión) . 
(…)  Una educación basada sobre la experiencia del ritmo asegura el libre juego, y provoca una frecuencia más grande de las manifestaciones  subconscientes y ellas, en  lugar de manifestarse salvajemente, perdiendo la mitad de su fuerza por no ser canalizadas,, beneficiarán  el orden y  la armonización establecidos  en el organismo, se juntarán  con las fuerzas conscientes y asegurarán  el desarrollo integral del individuo (…).E.J Dalcroze (1925)
 El aporte hoy en día, de tal afirmación, en danza contemporánea para el bailarín intérprete y  para el individuo y  artista  responsables frente a las Artes.
 El desafió de volver a considerar y experimentar   los fundamentos  del dialogo  Música Danza en el siglo XXI. 

Partir del punto de vista que no se opera una división entre la danza moderna y la danza contemporánea sino que operan unos desprendimientos estéticos tanto  para poner en cuestión los mismos fundamentos como su relación con la música. Efectuar retornos y vaivenes para pensar cual cuerpo artístico se pretende desenvolver y de qué danza hablamos.  Una  A-temporalidad, sin anacronismo, hacia  una enseñanza  transmitida  por la bailarina Françoise Dupuy, ( bailarina francesa moderna (1925) ) y fundamentada en el surco de los pensadores del movimiento  dentro de las utopías de la modernidad.

  Volver a la materia cuerpo, a su carácter rítmico y a su música espacial, a lo que le da presencia y sustancia, volver  a los valores que vinculan una practica que plantea que la forma es el fin –muerte , lo esencial siendo la vida que reveló la forma, la gestaltung de P.Klee. .

 “Tiempo, espacio, flujo”,  son los fundamentos de una danza contemporánea nacida de la necesidad artística de romper con el formalismo académico y el mimetismo sin fondo del fin del siglo XIX..  La noción de Ritmo y la reflexión acerca de ese misterio metafísico, como lo es cualquier fenómeno vivo, revelaron  una preocupación ética acerca de la humanidad en contra de  las nuevas formas de esclavitud  y a tal fin se indagaron  las fuerzas internas del hombre que dialogan con el universo. .. El ritmo, dice Paul Valery  es la búsqueda de lo simple, de lo único.
. El ritmo está en el hombre , dice Dalcroze, y de sus escritos se destaca como también lo confirma  Laban, que el Ritmo pone en contacto directo con lo Sensible.
 
  ¿ Seria anticuado de, procesar un retorno a esos fundamentos, de aportar una relectura de los conceptos , como modo de reflexión y de posicionamiento frente a una cultura dominante que tiende a modelar y a uniformizar ?  ¿Acaso, no seria también en el cuerpo y entonces en su acción sobre él que siempre se buscó  las claves de su dominación o de su libertad? Que consecuencias artísticas y pedagógicas sobrentienden los  conceptos de armonización  y “conscientizacion”  del cuerpo del interprete?

“E.J Dalcroze fue el primero que indicó la importancia de las mutaciones de la tonicidad muscular, y eso desde sus primeras prácticas de la ‘eu-rítmica’ aplicada al cuerpo a partir de 1905. Su genio será de entender que las modulaciones de los tejidos musculares en su constitución misma , son la primera relación  que tenemos con lo simbólico, que construyen el espacio y el tiempo como todas las otras herramientas de la  expresión. L.Louppe, poétique de la danse contemporaine.

¿En que la investigación de Dalcroze  merece (mas que nunca según L. Louppe)  nuestra atención en relación a sus descubrimientos y sobre todo a sus modos de investigación? ¿Rítmicas y Métricas: palabras non grata en la danza de hoy?
¿Extraer las fuerzas tónicas es suficiente para discurrir en la danza?
¿Cuales son los herramientas para matizar el discurso del canto tónico del cuerpo?
¿ En qué, la noción de “tener estilo” es fundamental dentro de los valores que vincula  la danza  contemporánea?

¿ No existe un lenguaje común entre la música y la danza siendo las dos; Artes del Instante? ¿Se puede afirmar que uno como el otro necesita una enseñanza rigurosa  de la noción de las duraciones y de sus dinámicas, dentro de la singularidad de esta similitud ya que el instrumento puesto en juego no es de la misma naturaleza?                                           

Bibliografia

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Dupuy, Françoise, 2012. On ne danse jamais seul. Paris : Ressouvenances
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Zayas de Lima, Perla, 2013. Introducción a la problemática del ritmo en el arte de  la danza, Rhuthmos , web, marzo



- Proceso creativo y grotesco: el cuerpo deforme como vehículo del desborde
Becaria: Alba Soledad Virgilio[1]
Área Temática: Artes Escénicas. Danza.


Un cuerpo,
nada de espíritu,
nada de alma,
nada de corazón,
nada de familia
(…)
nada de valor,
nada de amor,
nada de odio,
nada de sentimiento,
CUERPO (…)
Antonin Artaud


¿Cómo “se pone” en escena el cuerpo deforme?
Arte, creación y grotesco
Danza y cuerpos deformes

El proyecto se encuadra, fundamentalmente, en las concepciones acerca del cuerpo desarrolladas por Mijail Bajtin, Diane Arbus y Michael Foucault. La imagen de un cuerpo humano es evaluada en relación a modelos canónicos que se presentan como paradigmas de lo normal, sin olvidar que tanto la definición de lo normal como de lo patológico son, en gran parte, circunstanciales, derivadas del punto de vista de quien lo observa, sean "los otros" o sea el propio "yo encarnado", en ese cuerpo, ante un espejo. Así también, desde las condiciones en las que es observado.
En las artes en general, la preocupación por lo deforme, lo grotesco, lo extraordinario, lo monstruoso, lo funambulesco, resulta una constante que siempre es tratada de acallar, disimular o directamente silenciar desde algún aparato de poder (Louis Althusser: 1970). El punto es que las artes vuelven sobre el tópico desde un lugar de desborde, subversión, resistencia y burla. Tópico que reaparece, con menor o mayor intensidad y de manera cíclica, sobre todo en los momentos de crisis social. La danza sin embargo, en términos tradicionales, no siempre se ha hecho cargo de las tendencias estéticas que ocuparon a otras disciplinas sino hasta lo que llamamos danza contemporánea.


La experiencia de la creación

...y la sociedad es una ciega nodriza que insiste en meter conejos en el corsé de las tortugas...
Julio Cortázar. “El examen”

Varias preguntas llegan sin cesar, una y otra vez, al momento de iniciar un proyecto. Preguntas acerca de la composición, la creación, la creatividad, la originalidad del producto, metodologías de avance, trayectos, caminos. Cuestiones subjetivas que comportan un sinfín de respuestas o, a veces, ninguna. Y es ahí donde un persistente interrogante no consigue responderse: ¿Cuál es el origen de una obra, una pieza? ¿Dónde empieza? ¿Qué es lo que pone en marcha el maravilloso, a veces tortuoso, otras difícil, las más, complejo proceso de creación de una pieza coreográfica? No me pregunto por el desarrollo y sus avatares sino por ese momento o lugar, verdaderamente misterioso para mí, en los que decido -o se decide en alguna zona más allá de mi comprensión racional- iniciar lo que en un futuro habrá de convertirse en una obra. Quiero decir, cómo nace una idea, por qué, cómo, cuándo, dónde, de qué manera.
Numerosos coreógrafos han hablado y reflexionado al respecto, pero ninguno ha podido explicar prácticamente dónde se encuentra el origen preciso de un hecho artístico. Quizás no existe como tal, es decir como origen y sí, mejor, como zona de cruce entre subjetividad y objetividad, mi vida y lo real concreto, la historia. Pensándolo bien, a pesar de la corta experiencia que poseo, podría decir que nunca fui plenamente consciente al momento de transitarlo. Es seguro, algo del orden del deseo ha de cruzarse en estas cuestiones.
Cuando busco en el diccionario la palabra “origen” encuentro una definición al respecto: dicho concepto puede referirse al comienzo o punto temporal del que proviene algo (como también al Origen de coordenadas, en matemáticas, el punto donde se cortan los ejes de un sistema de coordenadas; Origen del universo, explicado por la teoría del Big Bang; el Origen de la vida o abiogénesis). 
En griego antiguo, de donde viene nuestra palabra “origen”, se escucha decir “arjé”. El “arjé”, el tema del “arjé” fue una preocupación básica de los pueblos al punto que se encuentra en el “origen”, valga la paradoja, de todos sus relatos religiosos entre los cuales se me ocurre pensar nuestros modernos discursos científicos. La Biblia cristiana, el Evangelio según San Juan se inicia de una manera, podría decirse, sintomática: “En el origen está el verbo (prefiero decir “logos” literalmente), y el logos está junto a la divinidad y la divinidad es el logos”. Como puede verse, el problema de la ubicuidad del origen, lo divino y la palabra, se encuentra tan entremezclado que ni siquiera puede decirse, con palabras, a través de un concepto o una definición clara y precisa. Por lo demás, lo “arcaico” tiene la misma raíz lingüística. “Arjé”.
Vuelvo a la pregunta acerca de ese preciso punto: ¿dónde se encuentra? ¿Puedo, podemos, dar cuenta de ese momento? Nuevamente el silencio.
Creo que, sin darme cuenta caí en el dilema que proviene de la expresión "¿qué fue primero: el huevo o la gallina?", o  ¿qué es primero: X que no puede venir sin Y, o Y que no puede venir sin X? Puede que la pregunta sea inútil, que la sentencia esconda una falacia. Pero es en la forma de ver el problema, sin duda, en la que yace la naturaleza fundamental de la cuestión. Es decir en la misma pregunta.  
En ese ¿estado? decidí comenzar con alguna imagen, un texto, un concepto, sin importar cuál fuera a ser el resultado. Evidentemente el origen no está en un elemento concreto sino antes, mucho antes. ¿Qué hace que volvamos sobre una imagen, un determinado texto, por qué la obsesión en torno a algún concepto? ¿Por qué “eso” y no otra cosa? ¿Por qué “eso” en este preciso momento? ¿Por qué, si no se consigue mínimamente apresarlo en alguna palabra, si no puede decírselo, tomarlo en algún sentido, puede que se lo pierda de manera irremediable?
Fue entonces cuando emprendí la lectura de La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento de Mijail Bajtin, un estudio dialógico sobre la obra de François Rabelais dice su autor, que se hizo presente una idea: cómo trabajar el cuerpo grotesco en la danza.

Se hace necesario decir que toda producción artística surge de una larga reflexión que tiene siempre una preocupación teórica en su base, aun cuando permanezca sin ser explicada. Y allí, las preguntas en relación a mis primeros interrogantes, girarían entonces en torno a por qué Bajtín, por qué Rabelais, por qué lo grotesco. Sin duda, Bajtín habló sobre otros autores, Rabelais escribió el célebre Gargantúa y Pantagruel sobre el que Bajtín ideó varios conceptos clave de su teoría (dialogismo, polifonía, carnaval, cronotopo, entre otros). ¿Por qué, entonces, lo que viene a interesarme, más que el texto literario en sí, pongamos por caso Gargantúa y Pantagruel, es la mirada, la lectura que un teórico hace sobre un determinado aspecto de una obra literaria? ¿Por qué el cuerpo grotesco? Por qué lo “grotesco”?

Acción Performática

La pregunta que ofició como principio constructivo de la pieza coreográfica presentada fue armada en torno a esta primera idea, la posibilidad o no de llevar a escena una teoría del cuerpo grotesco.
En esa línea, seleccioné el primer equipo de trabajo práctico, los intérpretes Agustina Albenessi y Eva Harvez. Luego, me contacté con las personas encargadas de los lenguajes escénicos, el músico y videasta Cassio Catito Carvalho y el iluminador Mariano Arrigoni. Más tarde, seleccioné el espacio en el que trabajar: un patio vidriado con una escalera y una bañera, un pasillo que va hacia los vestuarios de un estudio de danza en donde se pueden vislumbrar 2 puertas, algunas columnas, ciertos lugares ciegos, oscuros, vacíos u ocupados. Zonas para esconderse. (Deja vu estudio, Av. Belgrano 2888 1er piso.)
Así es que comenzaron los encuentros semanales para los correspondientes ensayos: me propuse indagar las posibilidades plásticas y de movimiento del cuerpo deforme a fin de llevar a escena una obra de danza que exponga la problemática. Siendo la danza, tradicionalmente, un lugar de exposición de la belleza del cuerpo, traté de poner en cuestión dicha tradición dado que lo real se ordena según otras perspectivas. En este sentido, las preguntas rondaron una teorización de “lo danzable” en tanto grotesco, así como sus posibilidades de puesta en escena hoy, en Buenos Aires, Argentina.
Se realizaron trabajos de improvisación y creación de movimiento, prueba y error, recopilación, eliminación y fijación del material. Además del registro fílmico constante. Palabras como distorsión, bulto, huecos, prominencias, deformación, fragmentación, fealdad, sangre, tartamudeo, superabundancia, pliegues, exceso, caricatura, han sido las piezas fundamentales capitalizadas como material de movimiento. Fue aquí, que comenzó a vislumbrarse físicamente, una manera de “ser”, de caminar, correr, subir, bajar, entrar y resurgir, esconderse, exponerse, ocultarse.

            El improvisar, como herramienta de composición, constituyó un momento crítico en la elección y duró varios meses. Primero dirección, luego interpretación y, por lo tanto, creación, fueron las diferentes posiciones que por momentos empañaban la actividad, puesto que como responsable no tenía forma de visualizar de manera objetiva la creación. En otros momentos, me permitía experimentar(me) con respecto a los límites corporales y espaciales en forma directa.
Por este motivo, seleccioné un nuevo equipo de trabajo práctico. En principio, sumé y seleccioné nuevos intérpretes: Florencia Cagnone, Eva Harvez, que ha estado en el proyecto desde los comienzos, y yo misma, Alba Virgilio. Luego, escogí a un co-director. Andrés Molina, actor, intérprete y bailarín, quien auxilió desde el afuera. En esta etapa, él, fue guía y promotor de ideas nuevas a proponer dentro de la escena. Como así también seleccioné un asistente de dirección Leticia Perez, y encomendé, finalmente, el diseño sonoro y audiovisual a Cassio “Catito” Carvalho.
Se iniciaron nuevas acciones exploratorias de asociación, contigüidad, semejanza, causalidad, para elaborar, interpretar y fijar la información. A través de la observación de las diferentes fotografías de Diane Arbus, la investigación acerca de su vida y obra, se crearon recorridos, frases, secuencias de movimiento: cuadros. Agrandados, empequeñecidos, desechados, volvíamos a recuperar movimientos, formas, trayectorias, variando una y otra vez dinámicas, ritmos y niveles espaciales, utilizando objetos y efectos visuales, fundiendo y encadenando diferentes desplazamientos corporales.
Con este trabajo físico/espacial, se terminó de construir lo que podríamos llamar el armazón coreográfico y las formas anatómicas “enrarecidas” de habitar/intervenir ese espacio. Así, fueron estableciéndose caminatas en loops (Loop: repetición mecánica de un fragmento musical en una composición, como si se tratara de un ostinato”

El loop no es ningún regreso, construye un círculo […] El regreso está relacionado aún con el lugar de la partida […] “no llegar nunca a ninguna parte” […] Incluso al caminar en círculos ¿no se puede también ir siempre hacia arriba o hacia abajo, lo que evitaría vivir algo previsible? […] Cuando algo igual se transforma en algo distinto o cuando algo distinto se transforma en algo igual, sabemos a qué atenernos. Progresamos. Sí… dentro del loop se avanza. […] el eterno regreso de lo distinto
(Diedrich Diederichsen, Personas en Loop. Ensayos sobre cultura pop. Pág 20-21).

Se establecieron climax, ritmos, formas, dinámicas, eventos, unísonos, fraseos, segmentaciones y unidades, intentando preservar coherencia y globalidad de la pieza. Para esta actividad, se utilizaron ciertos vectores que de una manera u otra conformaron la estructura del trabajo compositivo orientando la creación: acumuladores (condensan y acumulan varios signos), conectores (enlazan elementos secuenciales en función de una dinámica) y, embragues (elementos que hicieron posible pasar de un nivel de sentido a otro). Las secuencias gestuales/corporales se elaboraban, reelaboraban y cortaban sin cesar para el montaje de acciones físicas. Y, además, fueron situándose dentro de la estructura del proyecto al revelar la dinámica de la acción y la organización lineal-racional de los eventos.
           
Video – danza

Cuerpo, movimiento, tiempo e imagen: video.
La primera pregunta que surgió al comienzo de la creación del formato digital fue ¿A qué llamamos videodanza? Luego de idas y vueltas, trabajos de prueba y error, experimentación prácticas con cámaras, y teórica, visualización y observación de diversos trabajos multimediales, video danza, mapping acercamiento a personalidades espacializadas, di cuenta que se trataba acerca de la realización de una producción artística digital en formato video/danza: una obra audiovisual cuyo contenido es cuerpo(s) en movimiento.
De esta manera, podría decirse que un video danza apunta a un diálogo que se centra en las significaciones del cuerpo en imagen, en un espacio/tiempo determinados. Género que podría ser un subgénero de la danza como un subgénero del audiovisual. El video-danza, que bien podría llamarse body.art o videoarte, emprendido generalmente por creadores que provienen de las artes visuales, las audiovisuales, o desde el arte de la danza radica en hacer que en el resultado todos los lenguajes se hagan uno para que el producto final sea audiovisual.
Lo cierto es que se eligió trabajar acerca del cruce de lenguajes, práctica propia de la realidad contemporánea. De esta manera, emprendimos el viaje hacia la creación del mismo, junto al equipo de trabajo práctico anteriormente nombrado.
Todo comenzó en el mismo espacio físico donde se desarrollaba anteriormente la obra (Deja vu Estudio), lugar que pareció quedarse sin sentido al poco tiempo de iniciar las tareas de improvisación y trabajo con cámaras. Luego, nos trasladamos a una sala de ensayo, para poder objetivar el material de trabajo que teníamos hasta ese momento, pensarlo y repensarlo.
Trabajos de improvisación físico/dramático: palabras como desborde, desproporción, balbuceo, caída, asimetría, fragmentación, gesto, danza no hábil, temor, vergüenza, lo horrible, fueron propuestas para tareas de experimentación física personal y con los otros. Creación de movimiento, recopilación y fijación del material, registro fílmico constante, búsqueda de locaciones para llevar a cabo el material coexistieron como objetivos primarios a la hora de la composición.
Imaginar en qué lugar podría estar sucediendo la acción fue un gran descubrimiento. Especulábamos con lugares sombríos, sucios, tenebrosos, que lo único que acentuaban era la visión de cuerpo grotesco/deforme y por lo tanto, oscuridad/monstruosidad. De este modo, terminamos por elegir una casa, en la ciudad de Lobos, ambientes amplios, majestuosos, pulcros, para comenzar la grabación de escenas.
Al finalizar la etapa de grabación, se emprendió la tarea de edición, montaje de escenas, creación del sonido y música para el mismo, actividad que estuvo a cargo del videasta  y músico Cassio Carvalho.

De esta manera, la propuesta audiovisual apunta a ubicarnos en una posición indecidible para la reflexión, es decir, no se trata de video y tampoco de danza. Sino de una Pregunta- momento- reflexión constante que se hace visible desde los comienzos de la producción y no deja de estar presente en el material audiovisual.   

Marcos de reflexión / Teorías y prácticas
Bajtín / Arbus / Foucault 

Hoy se disfruta la cultura de la modificación del cuerpo humano como proyecto individual en el que pueden transgredirse los límites hasta las últimas consecuencias. Frente a los supuestos modelos canónicos del cuerpo, se exhiben algunos casos que parecieran sobrepasar en demasía sus posibilidades y otros que se restringen hasta el punto mínimo que permite la supervivencia. Cuerpos superlativos en uno u otro sentido, cuerpos que pregonan agresivamente su ruptura con las presuntas normas, cuerpos distorsionados y desfigurados que se agrupan y pululan en un contexto cultural.
Ciertas características construyen lo que podemos llamar “la cultura de lo grotesco”. Sumado a las antiguas connotaciones de la historia del arte, ligadas a la desarmonía, la exageración, la contorsión y la ambivalencia entre lo cómico y lo horrible, se centra hoy alrededor del cuerpo anormal y/o extravagante. El cuerpo grotesco es el cuerpo distorsionado y desfigurado de manera extraña e incluso fantástica que no encaja dentro de los límites estéticos predominantes. Frente al cuerpo grotesco, el cuerpo del monstruo es no sólo anormal sino antinatural -mezcla que traspasa las especies- y horrible, aunque las fronteras entre ambos conceptos no siempre puedan ser bien definidas, sobre todo cuando con lo monstruoso se alude sólo a dimensiones gigantescas. El cuerpo, múltiple y cambiante en sus exageraciones, se revela como tal cuando se establece una relación dialéctica con el cuerpo que sigue el orden clásico o canónico.

El cuerpo grotesco, con todo, es el lugar donde el lingüista y crítico literario ruso Mijaíl Bajtín hizo foco para leer ciertos textos y relatos de la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco. Y es a partir de allí, desde este hacer foco sobre cómo esos ciertos textos ponen en escena el cuerpo grotesco, desde donde se genera la compleja trama teórica propuesta por Bajtín para leer una época. Como si en los pliegues y repliegues, torsiones y volutas, retruécanos y juegos lingüísticos por medio de los que se expresa el cuerpo grotesco estuviera la cifra secreta de una época. Una sintaxis del pensamiento concentrada en una forma retórica (Bocchino: 2011). Lo deforme del cuerpo, el cuerpo grotesco, estallado en el lenguaje a través de hipérboles e hipérbaton, el enrevesamiento grotesco que va desde la figura retórica, lo mínimo, hasta los personajes emblemáticos, las tramas cruzadas, los motivos, el detalle y la alegoría final del cuadro. El Barroco en su máxima manifestación. Mejor, el Manierismo: al decir del viejo Arnold Hauser [1951], una especie de Barroco para entendidos, para artistas que hablan en sus obras de los problemas, existenciales y a la vez técnicos, que ocupan sus obras.
Volviendo a Bajtín, allí el cuerpo grotesco se propone, prácticamente, como un tropo literario: “una figura de intercambio desregulado biológico y social”. François [  ]Rabelais, al interiorizar el cuerpo grotesco en su relato Gargantúa y Pantagruel, habría reformulado los conflictos políticos en las dinámicas de la fisiología humana. Por otro lado, dice el mismo [ . ]Bajtín, en tiempos de Rabelais el cuerpo grotesco aparece como celebración de la vida en su ciclo de nacimiento/muerte. En efecto, el cuerpo grotesco es una figura cómica profundamente ambivalente puesto que posee, al mismo tiempo, un significado "pro-positivo" que se relaciona con el nacimiento y la renovación y otro, de "negación", que se relaciona con la decadencia y la muerte. Nacer es, de alguna manera, empezar a morir, así como crecer contiene su opuesto. Avanzar en el tiempo implica retroceder. O, trasladarse en el espacio, permanecer definitivamente en un punto (las paradojas de Alicia en El País de las Maravillas o el pasaje a través del Espejo que también explotara en términos filosóficos Gilles Deleuze, 1967)  [ ]
En Gargantúa y Pantagruel, Rabelais cuenta los hechos y las gestas de dos gigantes, padre e hijo, desde sus nacimientos hasta la madurez. No se trata de crueles ogros sino de buenos gigantes fuera de lugar, no muy bien educados y si, más bien, dejándose llevar por los más bajos instintos humanos, deformados por su sola presencia exagerada. El gigantismo de sus personajes permite a Rabelais describir escenas de festines burlescos. La infinita glotonería abre la puerta a numerosos episodios cómicos como, por ejemplo, el primer grito del bebé Gargantúa: «¡A beber, a beber!». Recurrir a los gigantes permite también trastocar la percepción normal de la realidad.
Bajo esta óptica, la obra de Rabelais se inscribe en el estilo grotesco, que pertenece a la cultura popular y carnavalesca de la Edad Media y el Renacimiento pero, al mismo tiempo, y a través de la parodia, en la línea crítica de la naturaleza humana, a través de la exageración de características específicas. Con este procedimiento apuntó hacia el poder, hacia quienes detentaban el poder. Ojos pacatos dirían que su lenguaje es escatológico, poblado de secreciones y referencias explícitas a los órganos sexuales, condimentadas siempre con un explosivo sentido del humor pero ello lo liga a una prestigiosa tradición en la que se ponen las Danzas de la Muerte de la Edad Media, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de Miguel de Cervantes y la picaresca española.
Por otra parte, algunas de sus enumeraciones y escenas parecieran repetidas en el siglo XX por el realismo mágico de Gabriel García Márquez, como aquella en la que Gargantúa nace a los once meses de gestación por la oreja de su madre. Sin embargo, hay que decir que el tema del gigante no ha sido explotado solamente por su vena cómica. Podría simbolizar el ideal humano del Renacimiento en tanto transposición física del inmenso apetito intelectual, sensual y experiencial del hombre renacentista. Rabelais habría intentado así, a través de su texto, conciliar cultura humanística erudita y tradición popular. También una paródica puesta en escena de la cultura de la época que le tocó vivir. Y su crítica, también en la parodia. El recurso retórico, otra vez como cifra de cruce de razones existenciales y técnicas.

Bajtin puso de manifiesto la fascinación por el cuerpo grotesco en el brillante análisis de sus características definitorias frente al cuerpo clásico o canónico. Según el autor, en la fiesta popular del carnaval, indulgente con toda clase de excesos físicos, el cuerpo grotesco mostraría sus potencialidades transgresivas, excediendo sus propios límites. Así se introduce en el territorio de lo físicamente anormal y, como representación semiológica que todo cuerpo es, pone el acento “en aquellas partes en las que el mundo penetra o que emergen hacia ese mundo y van a su encuentro”. Esto significa, para Bajtin, que en el cuerpo grotesco el énfasis se coloca en los orificios -boca, sobre todo- y en las protuberancias o convexidades de su orografía, en las que tienen lugar las interacciones con “los otros cuerpos”. El cuerpo grotesco, “con el relieve de sus montañas y abismos”, al no cumplir las condiciones canónicas, se convierte en un cuerpo que expresa una semiología ambivalente, simultáneamente risible y horrorosa, cómica y monstruosa. El cuerpo grotesco es un cuerpo nunca acabado, nunca completado, siempre en proceso de construcción.

Hacia el siglo XX, la fotografía de Diane Arbus representa lo monstruoso como normal o, a la inversa si se prefiere, lo normal como monstruoso: las preguntas que recorren su mirada anclan sobre qué es lo normal y qué lo monstruoso, borrando sus arbitrarios límites. Cuando fotografía el dolor, por ejemplo, lo busca en personas que la sociedad llama normales provocando en lo fotografiado, presuntamente normal, lo anormal: rompe la composición situando al personaje en el centro. Para ella no existe el momento decisivo sino que trabaja en un continuo espacio temporal, obligando a los retratados a tomar conciencia de ser retratados. Así recorre diferentes barrios de Nueva York para seleccionar sus personajes: enanos, nudistas, prostitutas, travestis, ancianos/as, gemelas, negros, deformados, discapacitados, locos, niños con retardo, homosexuales, hombres lobo, obesos, fisicoculturistas, tatuados, princesas, etc. La representación de la cultura diferente, o lo que, en términos metafóricos, podría pensarse como caprichos de la naturaleza, fue el núcleo de inspiración del ojo de Arbus en los años 70. 
Así, eligió fotografiar a personas marginales que miraban directamente a la cámara, lo que hacía que el flash revelara sus defectos. Se propuso producir en el espectador “temor y vergüenza” y su método fue sencillo: ir al encuentro de lo grotesco, de lo bellamente horrible. El segundo paso, entablar conversación con la “fauna nocturna”, personajes excéntricos que vagaban por bares de mala muerte y basureros. Arbus conversaba largas horas con prostitutas y mendigos para convencerlos de su pasión por la fotografía y luego para que se dejaran tomar una foto. Poco a poco fue conformando una galería de tipos, de seres que, más que personajes de la noche, resultaron aparecer como alegorías de nuestras pesadillas. Un inigualable museo de hombres, mujeres y niños dejados al margen del gran “sueño americano”. Fotos en las que lo oscuro y lo poco común proporcionan al espectador fragmentos de una realidad oculta, velada por capas de normalidad, poblada de monstruos arrebatadamente humanos, seres estrafalarios, dramáticos y, a la vez, parodia de la normalidad.
Arbus, pasaba horas observando sus movimientos para retratar con crudeza la miseria, la pobreza y la vejez. Más que el impacto estético buscaba efectismo visual, sacudir al espectador. Fotos en blanco y negro que trabajan exhaustivamente la luz y las sombras. Estas fotos despiertan algo del morbo amarillista que, es obvio, consiguen convocar: se trata de la mirada sobre lo monstruoso que, entonces, obtiene una profunda simpatía por la rareza humana. La cámara resulta una herramienta para develar la belleza que podría existir dentro del “monstruo social”. Entre el blanco y el negro esta fotografía dibuja la soledad de los hombres y mujeres por contraste, el otro lado de lo raro, las vidas subterráneas que aman o buscan ser aceptadas aun cuando salir a la luz horroriza a los otros. Es por eso que el trabajo de Arbus invita al despojamiento de convencionalismos sobre lo establecido para volver a mirar y aceptar con naturalidad las diferencias.

Aunque a lo largo de toda la historia de la filosofía ha habido pensamientos que han dado cierta preponderancia al cuerpo, es en el siglo XX donde surgen expresamente las llamadas “filosofías del cuerpo”, tanto de corte cientificista como fenomenológico y también ontológico. Respuestas y resistencias filosóficas al pensamiento central hay muchas, “diferencia” y “cuerpo” son conceptos-herramientas trabajados usualmente en esa dirección. La filosofía de Gilles Deleuze y Félix Guattari no entra de por sí en las llamadas filosofías del cuerpo, pero las “máquinas deseantes”, los “órganos” y los “cuerpos sin órganos” transitan sus textos. Se trata en todo caso de una problematización material/ontológica del asunto del cuerpo que podría ser desarrollada en otra investigación.

Por otro lado, suele decirse que hoy se vive en un mundo prefabricado, en la búsqueda constante de cuerpos útiles, inteligibles, bellos, limpios, vigorosos, virtuosos, hábiles, constantes, “adiestrados”. Cuerpos disciplinados, funcionales, productivos, re-productivos, cuerpos “normales” que pueden ser utilizados, transformados y perfeccionados, en los que no existen más que sensaciones trilladas. Michael Foucault, en Los cuerpos dóciles expone al respecto:

[…] El control disciplinario no consiste simplemente en enseñar o en imponer una serie de gestos definidos, impone la mejor relación entre un gesto y una actitud global del cuerpo, que es su condición de eficacia y de rapidez. En el buen empleo del cuerpo, que permite un buen empleo del tiempo, nada debe permanecer ocioso o inútil: todo debe ser llamado a formar soporte del acto requerido. Un cuerpo bien disciplinado forma el contexto operatorio del menor gesto. […] La disciplina fabrica así cuerpos sometidos y ejercitados, cuerpos “dóciles”. La disciplina aumenta las fuerzas del cuerpo […]

En este sentido, entonces, lo normal, el cuerpo normal es aquel que se pliega dócilmente a las reglas de la producción, lo útil, lo que rinde, lo que sirve. Disciplinado, normalizado, se habla de un cuerpo objeto, blanco de poder, libre de problemas o malas formaciones. En sociedades dominadas por este tipo de concepciones no habría lugar lugar/espacio para cuerpos frágiles, raros, feos, monstruosos, “inservibles”. Devienen automáticamente invisibles.

De aquí que el “uso” artístico del cuerpo “anormal” resulte revulsivo frente a una cultura hegemónica que hace de la idea de “normalidad” un valor altamente positivo, en tanto  lugar de producción y acumulación constante, en detrimento de todo aquello que no produzca nuevas normalidades. Así, lo diferente, lo raro, lo grotesco, como espacio de dispendio y desborde gratuito, ofrece el marco de experimentación más adecuado para la reevaluación de las posibilidades estético críticas en la danza contemporánea.

Descripción del Proyecto /  Obra + Video danza

Tres cuerpos en un incesante accionar.
Desproporción. Des-organzación
División de espacios.
Crear y recrear.
Transformar y convertir, ocultar y acentuar.
           
Espacio no convencional: Dos zonas de trabajo: atrás / adelante. Una construcción.  
Situarse en un espacio, entenderlo como tal y no como un lugar con objetos hicieron al desarrollo de la obra: espacio-cuerpo-tiempo-acción, cuatro elementos inseparables, donde uno no existe sin el otro.
            Palabras, murmullo, sonidos, acciones, choques, golpes, fluctuaciones, colisiones, ruidos, se expulsan hacia el espacio. Un espacio emitido y trazado, delimitado, un espacio que se extiende más allá de las paredes, por detrás de las gradas, puertas, objetos. Y se repliega.
Tensión, contracción y relajación. Fractura. Rareza física. Espasmos, electricidad, fragmentación. Señales que se visualizan materialmente en los tres cuerpos que doblegados, torcidos, encorvados y anudados caminan, deambulan sin cesar.
Las posturas, gestos y acciones que conforman este trabajo describen una manera de ser, de moverse dentro de una zona puntual que se construye y destruye incansablemente, se modifica. La infinidad de configuraciones resultantes de esta reunión de elementos hace que el espectador pueda jugar a futuro con los personajes, cuerpos, objetos y cruces.
A través de tareas simples como caminar, subir, bajar, abrir y cerrar, salir o entrar, tres mujeres, se relacionan a partir de los modos de intercambio que la acción les demanda. Se juntan porque se parecen. Tienen la misma problemática. Dialogan entre sí utilizando cada una su línea discursiva: cada cual habla de lo que habla, exista o no, encuentro posible de sentidos.
Devenir, movilidad, desestabilización, deslizamiento. De esta manera, los individuos desfilan por un espacio que está regido por un trabajo. Nada es casual. No existe el azar, no hay nada fortuito. Cálculos que parecen perfectos y exactos delimitan la obra. Evidentes sobresaltos visuales que se experimentan al pasar del orden al desorden o viceversa, y luego nuevamente al orden. Cualquiera de tales cambios en el grado de ordenación llama la atención: la alteración de la regularidad, los unísonos, las repeticiones como elementos redundantes, la regularidad inesperada en un entorno de tipo casual deben actuar como imán para el ojo del espectador. Acentos que convocan curiosidad porque su colocación y su fuerza se deben a una interrupción en la continuidad. Cuestiones encontradas e investigadas para que no se perciban como “acentos intrusos”. La maqueta coreográfica se transforma aquí en instrumento de análisis.
Con el paso del tiempo puede vislumbrarse un juego ambiguo de transformación del cual es difícil adivinar el sentido. Cuerpos que aparecen y desaparecen, deformes, transformados, raros, por momentos “normales”, siluetas que deambulan, sujetos/objetos emblemáticos engendrando sus leyes propias comienzan a funcionar como piezas intercomunicadas. Manipulación. Devenir, actividad perpetua, expresa la variabilidad sustancial de los fenómenos, su ininterrumpida transformación en otra unidad. 

En el juego dramático, los objetos que llevan y traen, operan, usan, comienzan a adquirir un significado. Los materiales crean diferentes instancias de trabajo. Actúan físicamente como estructuras que configuran recorridos, acciones y espacios. De esta manera, se  “habita” ese lugar. Así, los materiales comienzan a dibujar, por sus características propias y por la ejecución que se les dio a los segmentos espaciales, su terreno, el territorio. Las divisiones, recorridos, dislocaciones creadas, van desenvolviendo la espacialidad coreográfica que “habla” de las escenas con/sobre/en para conformar un conjunto coherente y pertinente. 
De esta manera, se establecen jerarquías de rutinas que aseguran el cumplimiento de ciertos trabajos, a pesar de la complejidad que la acción le demanda. El oficio de los tres individuos exige que se le dedique todo el tiempo y toda la atención. Las tres mujeres parecen conocer a fondo las propiedades del material que tienen a disposición, cuestión que ayuda al uso de los instrumentos como tales, de un modo eficiente y seguro. La repetición siempre distinta y siempre igual, el loop, señala control, necesario sobre todo durante los momentos en que los individuos interactúan y se entrelazan. Sin embargo, en cualquier momento algo puede cambiar. Y virar.

Expectativa, estado de tensión y, por lo tanto, desarrollo del conflicto o nudo de la cuestión hace que convivan diferentes sensaciones respecto de la situación que acontece: incertidumbre, ansiedad, peligro, oscuridad, misterio, enigma. Por momentos, se alargan las resoluciones, generando estrés y tensión a través de actos repentinos o inesperados y/o a través del lento curso de los acontecimientos en el cual se supone que va a pasar algo para que nada suceda. Se puede considerar el recurso de la intriga como esencial.
Hacia el final, un ritual en el que se observan a sí mismas.
Todo está a la vista.

Lo sonoro ocupa una posición subsidiaria aunque determinante. Sirve de guía y soporte a las unidades de movimiento, sigue secuencias de sonidos articulados que a veces son realzados y regulados por el acompañamiento. El material sonoro, su ritmo, climas y coreografía se relacionan entre sí, por momentos de manera intrínseca, a pesar de no haber sido un objetivo preciso antes de comenzar con la creación. No se impone. No existe su presencia continua y abusiva. Sin caer en él sinsentido, la música creada para esta ocasión se limita a dar el tono. Se detiene y sostiene la escena. Discontinua, interviene, sorprende, delata, acentúa, sigue, escucha y ayuda a la acción, a la creación de las escenas coreográficas que se persiguen una detrás de la otra. Permite divisar el devenir espacial. Ni secundaria, ni autónoma, pasa a ser un ingrediente más de la composición.
La luz hizo que el espacio exista. La sombra lo construyó. Ambas reflejan el juego de las dimensiones y proporciones del espacio fundado. Permite interpretaciones de un espacio siempre cambiante. Luces y sombras dan volumen al diseño, acentúan la diferencia entre planos, otorgándole profundidad al espacio. La sombra pretende llevar al espectador a relacionar los objetos entre sí, los separa del fondo, los refuerza como objetos. Existen dentro del diseño coreográfico elementos de oscurecimiento y de silencio gestual que marcan el estilo de lo buscado. Las variables a tener en cuenta: intensidad, direccionalidad, color de la iluminación y texturas. Depende siempre de la propuesta del proyecto.
La iluminación contrasta, oculta, realza, atenúa y destaca zonas, cuerpos, movimientos, situaciones, al inscribir de esta forma el evento artístico.
            El vestuario, en tanto forma de comunicación no verbal, se caracteriza por ser un lenguaje visual articulado con múltiples implicaciones psicológicas y culturales.  Así como el actor presta el cuerpo al personaje, el vestuario llena y constituye un espacio, participa de la acción, refleja y da el ritmo al clima deseado. Así, el vestuario quiere tomar en cuenta tanto los aspectos psicológicos como culturales, temporales, socio-económicos e históricos.

A modo de conclusión

Es imposible disociar el método de la práctica y rechazar el discurso sobre el método, si no fuera que, en algunos casos, el método amenaza imponerse a la investigación (Bourdieu: 1973).
Tratándose de una puesta escénica, el origen y el seguimiento de dicha investigación se vale de una reflexión permanente interrelacionando teoría y práctica de manera constante. Lo que sirve para observar sirve también para la experimentación, puesto que la experimentación no podría existir sin la implicancia de principios o supuestos teóricos.
Montar una obra coreográfica no es otra cosa, en sentido metodológico, que hacerse una pregunta a la medida de un problema y ensayar una respuesta en la producción coreográfica. Se hace necesario pensar y reformular la pregunta y, antes de sacar una conclusión a su medida, interpretarla, es decir comprender la relación entre la pregunta y sus posibles respuestas (tarea que corresponde al apartado de las contribuciones teóricas).
Sólo la experimentación, que se confirma en la puesta coreográfica, pudo atestiguar el valor explicativo y el poder que se deduce de las contribuciones teóricas; es decir, establecer su capacidad de generar un hecho artístico susceptible de encontrar respuesta, provisoria,  a la pregunta planteada. El mejor medio para que el hecho artístico responda a lo que se quiere hacerle decir, es indagarlo a partir de una “teoría” que produzca un hecho artístico que no dice más que lo que dice.

Bibliografía Consultada

-       Althusser, Louis (2012 [1970]). “Ideología y aparatos ideológicos de Estado”. http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/althusser1.pdf
-       Bajtin, Mijail (1974) en La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. El contexto de FrancoisRabelais. Barcelona: Barral.
-       Bardet, Marie (2012) Pensar con mover. Buenos Aires: Cactus.
-       Bergson, Henri (2013) El pensamiento y lo moviente. Buenos Aires: Cactus.
-       Bocchino, Adriana (2011). “Algunas reflexiones sobre la ´figura retórica`”. Segundo Encuentro Nacional de Lógica, Filosofía del Lenguaje y Lingüística. Mar del Plata; UNMDP, abril de 2011.
-       Bourdieu, Pierre – Chamboredon, Jean-Claude – Passeron, Jean-Claude (2002 [1973])El oficio del sociólogo. Presupuestos epistemológicos. Buenos Aires: Siglo XXI.
-       Carrol, Lewis (2004) Alicia en el País de las Maravillas. Buenos Aires: Longseller.
-       Deleuze, Gilles (2005) Lógica del sentido.Buenos Aires: Paidós.
-       Deleuze, Gilles (1989) “Qué es el Barroco” en El Pliegue. Barcelona: Paidós
-       Diederichsen, Diedrich (2005) “Personas en Loop día y noche” en Personas en loop. Ensayos sobre cultura pop. Buenos Aires: Interzona.
-       Foucault, Michel (1961) “Las meninas” en Las palabras y las cosas. Buenos Aires: Siglo XXI.
-       Foucault, Michel (2005) “Los cuerpos dóciles” en Vigilar y Castigar. Nacimiento de una prisión. Buenos Aires: Siglo XXI. Pág. 124-156
-       Foucault, Michel (2005) “El Panoptismo” en Vigilar y Castigar. Nacimiento de una prisión. Buenos Aires: Siglo XXI. Pág. 180-210
-       Gombrich, E. H (1999). El Sentido del Orden: Estudios sobre la psicología de las artes decorativas. Madrid: Ed. Debate.
-       Grinberg, Jaime (2001) 480 Estudios del espacio. Buenos Aires: FADU.
-       Hauser, Arnold (2006) Historia Social de la Literatura y el Arte: desde el rococó hasta la época del cine.  Tomo 2. Argentina. Debate.  
-       Jameson, Fredric (1995 [1984]). El posmodernismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado. Buenos Aires: Paidós.
-       --------- (1999 [1997]) El giro cultural. Escritos seleccionados sobre el posmodernismo. Buenos Aires: Manantial.
-       Le Breton, David (1995) Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires: Nueva Visión.
-       Lipovetsky, Pilles. (1990) La era del vacío. Ensayos sobre el individualismo contemporáneo.   Barcelona. Editorial Anagrama.
-       Nachmanovitch, Stephen (2006) Free Play: La improvisación en la vida y en el arte. Buenos Aires: Paidós.
-       Araiz, O; Litvak, G; Prado, G; Tambutti, S. (2007) Creación Coreográfica.  Buenos Aires: Libros del Rojas.
-       V.V.A.A. (2005) Estética después del fin del arte: Ensayos sobre Arthur Danto. Madrid. Ed. Machado Libros.
Películas consultadas
-       Amanábar, Alejandro. (2004) Mar adentro. España.  
-       Burton, Tim (2009) Alicia en el País de las Maravillas. Estados Unidos.
-       Jeunet, Jean Pierre y Caro, Marc. (1991) Delicatessen. Francia.
-       Newson, Lloyd (2005) El costo de la vida. [Título orignal: The cost of de living. DV8.] Reino Unido.
-       Semel, David; Zanvok, Lili Fini y Glatter, Lesli Linka. (2005) El fin de los tiempos. [Título orignal: Revelations] Estados Unidos.
-       Shainberg, Steven (2006) Retrato de una pasión [Título original: Fur: An Imaginary portrait of Diane Arbus] Estados Unidos.
Videografía consultada
-       I am Here – Joao Fiadeiro (2003)
-       Solides – Catherine Diverrés (2004)
-       Dumb Type – Memorandum (2001)
-       Le jardin – Peeping tom (2005)
-       Shazaam! - Philippe Decouflé (1998)
-       Muurwerk – Anne Teresa Keersmaeker (2004)
-       Rosas dans Rosas - Anne Teresa Keersmaeker (1983)
-       Hoppla - Anne Teresa Keersmaeker (1988)
-       Quizás ella pudira bailar primero y pensar después. Vera Mantero (1991)
Relatoría: Junio 2014

Capacitación del Becario:

-          2013 (mayo): Workshop Marie Bardet 2013: Problemas teórico-prácticos de la improvisación entre presencia, presente y presentación.  (6 al 10 de mayo)
-          2014 (Febrero): Workshop Martín Piliponsky: Improvisación
-          2014 (Marzo-Julio) Clases regulares Martín Piliponsky: Improvisación
-          2014 (Junio): Seminario Intensivo de Margarita Bali: VIDEO INSTALACIONES, VIDEOMAPPING, VIDEO EN LA ESCENA, INTERACTIVIDAD. IUNA.
VIII Jornadas de Investigación.


Otras actividades pertinentes y vinculadas al proyecto (docencia, extensión, etc.):

-          Inscripción a subsidio Prodanza 2013/2014 para la realización de la obra “Los Hábiles” (trabajo artístico de esta investigación)

Obstáculos en el desarrollo de las actividades y redefiniciones del proyecto original

-          Escasos recursos económicos para solventar:
1.      Honorarios para intérpretes, co-director, director, asistente, iluminador, músico y videasta
2.      Viáticos.
3.      Alquiler de sala para ensayo.
4.      Materiales audiovisuales

En virtud de estos obstáculos y redefinciones: ¿qué requerimientos realizarías al Centro Cultural de la Cooperación (bibliografía, seminarios, encuentros con becarios, etc)?

-          Concurso de subsidios a la producción artística para la concreción de productos artísticos como obras coreográficas, video-danza, etc.








[1] Licenciada en Composición Coreográfica Mención Danzas. IUNA (Instituto Universitario Nacional de Arte) 2000-2008. Cap. Fed. Pcia de Buenos Aires. Ha obtenido una Beca de capacitación para la escuela del American Dance Festival 2008 (junio-julio) – North Carolina – EE.UU. Ha publicado “Ni te asomes” Tesinas Teóricas de Graduación en Primeras Jornadas Estudiantiles en Danza 2007(Departamento de Artes del Movimiento Instituto Universitario Nacional de Arte. IUNA). Formada con los maestros internacionales como Abby Yager, Keith Thompson, Miguel Gutiérrez, Jennifer Nugent, Lila Pierce, Sara Procopio, Jeremy Nelson, Luis Lara Malvacias; y maestros nacionales como Gustavo Lesgart, Juan Onofri Barbato, Agnese Vanaga, Lucía Lacabana, Eugenia Estévez, Edgardo Mercado, Marina Giancaspro,  Susana Tambutti, entre otros. Dicta clases de Danza Contemporánea en la Escuela Arte XXI y, de manera independiente, en Deja Vu estudio y Club Social Lobense. Dicta clases de Danza Tradicional y Contemporánea, Expresión Corporal y Teatro en el Instituto de Formación Docente Nro 153 de Lobos en la Carrera Profesorado en Ed. Inicial y Primaria. Desde el 2012 es Integrante del Área Danza del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” (coordina. Mariela Ruggeri). Ha participado en este último tiempo en el Seminario de Creación de obras coreográficas. COORDENADAS. IUNA. (Prof. Laura Pappa, Gerardo Litvak y Silvina Duna) como así también ha sido becada por el IUNA Departamento de Investigación para realizar el Workshop Marie Bardet 2013: Problemas teórico-prácticos de la improvisación entre presencia, presente y presentación. 



2013 

- El Ritmo del Cuerpo, euritmia de un cuerpo libre (de expresión) . 


                                                                                                                        Isabelle Paez

 Área temática y situación problemática:

(…)  Una educación basada sobre la experiencia del ritmo asegura el libre juego, y provoca una frecuencia más grande de las manifestaciones  subconscientes y ellas, en  lugar de manifestarse salvajemente, perdiendo la mitad de su fuerza por no ser canalizadas,, beneficiarán  el orden y  la armonización establecidos  en el organismo, se juntarán  con las fuerzas conscientes y asegurarán  el desarrollo integral del individuo (…).E.J Dalcroze (1925)

 El aporte hoy en día, de tal afirmación, en danza contemporánea para el bailarín intérprete y  para el individuo y  artista  responsables frente a las Artes.
 El desafió de volver a considerar y experimentar   los fundamentos  del dialogo  Música Danza en el siglo XXI. 

Partir del punto de vista que no se opera una división entre la danza moderna y la danza contemporánea sino que operan unos desprendimientos estéticos tanto  para poner en cuestión los mismos fundamentos como su relación con la música. Efectuar retornos y vaivenes para pensar cual cuerpo artístico se pretende desenvolver y de qué danza hablamos.  Una  A-temporalidad, sin anacronismo, hacia  una enseñanza  transmitida  por la bailarina Françoise Dupuy, ( bailarina francesa moderna (1925) ) y fundamentada en el surco de los pensadores del movimiento  dentro de las utopías de la modernidad.

  Volver a la materia cuerpo, a su carácter rítmico y a su música espacial, a lo que le da presencia y sustancia, volver  a los valores que vinculan tal practica como acto de resistencia y de cooperación con las Artes escénicas.

- Proceso creativo y grotesco: el cuerpo deforme como vehículo del desborde.  



Alba Soledad Virgilio



Área Temática: Artes Escénicas. Danza.

Problema de investigación: ¿Cómo “se pone” en escena el cuerpo deforme?
             
Objeto de estudio:  Danza y cuerpos deformes. La puesta en escena y posibilidades danzables del cuerpo deforme. Arte, creación y grotesco.

El proyecto se propone indagar las posibilidades plásticas y de movimiento del cuerpo deforme a fin de llevar a escena una obra de danza que exponga la problemática. Siendo la danza, tradicionalmente, un lugar de exposición de la belleza del cuerpo, se trata de poner en cuestión dicha tradición dado que lo real se ordena según otras perspectivas que la disciplina artística parece desechar. En este sentido, las preguntas rondan una teorización de “lo danzable”, en tanto grotesco, así como sus posibilidades de puesta en escena, hoy, en Buenos Aires, Argentina. Dado que el panorama de la danza contemporánea debería situar espacial e históricamente cada caso, resulta importante también repensar la situación concreta a fin de poder, más tarde, proyectar el análisis en otros casos (según coordenadas espacio-temporales diferentes).

            El proyecto se encuadra fundamentalmente en las concepciones acerca del cuerpo desarrolladas por Mijail Bajtin y Michael Foucault. La imagen de un cuerpo humano es evaluada en relación a modelos canónicos que se presentan como paradigmas de lo normal, sin olvidar que tanto la definición de lo normal como de lo patológico son, en gran parte, circunstanciales, derivadas del punto de vista de quien lo observa, sean "los otros" o sea el propio "yo encarnado", en ese cuerpo, ante un espejo, así como de las condiciones en las que es observado.
Hoy se disfruta la cultura de la modificación del cuerpo humano, como proyecto individual, en el que se puede transgredir los límites hasta las últimas consecuencias. Frente a los supuestos modelos canónicos del cuerpo, se exhiben cuerpos que parecieran sobrepasar en demasía sus límites o que se restringen hasta el punto mínimo permitido por la supervivencia, cuerpos superlativos en uno u otro sentido, cuerpos que pregonan agresivamente su ruptura con las presuntas normas, cuerpos distorsionados y desfigurados que se agrupan y pululan en un contexto cultural.
Ciertas características construyen lo que podemos llamar “la cultura de lo grotesco” -independientemente de sus viejas connotaciones en la historia del arte, ligadas a la desarmonía, la exageración, la contorsión y la ambivalencia entre lo cómico y lo horrible- y se centra hoy alrededor del cuerpo anormal y/o extravagante. El cuerpo grotesco es el cuerpo distorsionado y desfigurado de manera extraña e incluso fantástica que no encaja dentro de los límites estéticos predominantes. Frente al cuerpo grotesco, el cuerpo del monstruo es no sólo anormal sino antinatural -mezcla que traspasa las especies- y horrible, aunque las fronteras entre ambos conceptos no siempre pueden ser bien definidas, sobre todo cuando con lo monstruoso se alude sólo a dimensiones gigantescas. El cuerpo grotesco, múltiple y cambiante en sus exageraciones, se revela como tal cuando se establece una relación dialéctica con el cuerpo que sigue el orden clásico o canónico.
            Desde este lugar, punto de partida, es que trabajo desde hace pocos meses en la construcción de una obra de danza (articulando teoría y práctica), junto a las intérpretes arriba nombradas. Como también, a la brevedad, me entrevistaré con Cassio Carvalho, músico, para pensar el diseño sonoro (adjunto currículum) y con Mariano Arrigoni, para idear el diseño de iluminación correspondiente.
            Una preocupación que reúne el proceso creativo y una atracción hacia lo deforme, lo grotesco y los parámetros convencionales de lo normal. Pero, además, una flexión teórica que incide permanentemente en el enfoque llevando la investigación hacia lo político y su crítica especialmente a través de la “forma”. Se busca una forma en la danza que diga estas relaciones, una forma que las desarrolle y las muestre. 

Bibliografía Consultada

-       Althusser, Louis (2012 [1970]). “Ideología y aparatos ideológicos de Estado”. http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/althusser1.pdf
-       Bajtin, Mijail (1974) en La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. El contexto de FrancoisRabelais. Barcelona: Barral.
-       Bocchino, Adriana (2011). “Algunas reflexiones sobre la ´figura retórica`”. Segundo Encuentro Nacional de Lógica, Filosofía del Lenguaje y Lingüística. Mar del Plata; UNMDP, abril de 2011.
-       Bourdieu, Pierre – Chamboredon, Jean-Claude – Passeron, Jean-Claude (2002 [1973])El oficio del sociólogo. Presupuestos epistemológicos. Buenos Aires: Siglo XXI.
-       Carrol, Lewis (2004) Alicia en el País de las Maravillas. Buenos Aires: Longseller.
-       Deleuze, Gilles (2005) Lógica del sentido.Buenos Aires: Paidós.
-       Deleuze, Gilles (1989) “Qué es el Barroco” en El Pliegue. Barcelona: Paidós
-       Foucault, Michel (1961) “Las meninas” en Las palabras y las cosas. Buenos Aires: Siglo XXI.
-       Foucault, Michel (2005) “Los cuerpos dóciles” en Vigilar y Castigar. Nacimiento de una prisión. Buenos Aires: Siglo XXI. Pág. 124-156
-       Foucault, Michel (2005) “El Panoptismo” en Vigilar y Castigar. Nacimiento de una prisión. Buenos Aires: Siglo XXI. Pág. 180-210
-       Hauser, Arnold (2006 [1951]) Historia Social de la Literatura y el Arte. Buenos Aires: Debate.
-       Le Breton, David (1995) Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires: Nueva Visión.
-       Araiz, O; Litvak, G; Prado, G; Tambutti, S. (2007) Creación Coreográfica.  Buenos Aires: Libros del Rojas.

Películas:

-       Burton, Tim (2009) Alicia en el País de las Maravillas.
-       Shainberg, Steven (2006) Retrato de una pasión [Título original: Fur: An Imaginary portrait of Diane Arbus]


 

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